El Atlético Tordesillas, a un paso de repetir gesta

Era el minuto 97, el partido enloquecía, cuando unos instantes antes el triunfo rojiblanco parecía amansado. Héctor se fue hasta el córner, en una cabalgada interminable con las fuerzas justas, buscando una falta que acabó encontrando por picardía. De eso anda sobrado. Hay acciones en el fútbol que, sin ser goles, tienen incluso más valor. Con esta se puso rúbrica a un encuentro a pies del Cristo del Otero que, para el Atlético Tordesillas, vale medio 'play-off'.

Además, como si fuese en casa, pues un centenar de aficionados rojiblancos se desplazaron hasta Palencia para esta cita crucial. Y Canito hizo que la entrada les saliera barata. Era la primera falta cercana al área y la colocó con mimo, muy ajustada, con la altura perfecta para que el portero no pudiera responder y el efecto necesario para que cayera a tiempo dentro de la portería. No es su mejor faceta la del gol, pues no es su trabajo, pero de vez en cuando regala genialidades que, como en esta ocasión, valen puntos.

Y menudos puntos, pues dejan el objetivo más cerca que nunca. El Torde salió ante el Palencia CF con seriedad, consciente de que el empate no era malo, pero con la intención de aprovechar los espacios y, sobre todo, un terreno de juego que a diferencia del propio –incomprensiones de la vida– sí le iba a permitir al conjunto rojiblanco lucirse.

Así pudo enlazar varias ocasiones antes incluso que el segundo tanto. El propio Canito lo tuvo, pero Dani lo salvó, y en la acción posterior de nuevo el guardameta evitó el tanto sobre la línea. Eran minutos de mucho empuje para el cuadro de Miguel de la Fuente, dirigido en esta ocasión por Jaime González, pues tuvo que presenciar el partido desde la valla por cumplir ciclo de amarillas.

Su equipo no dominaba en exceso la posesión, pero sí los espacios. Todos los duelos eran para los visitantes y atrás la contundencia defensiva chocaba con la fragilidad de los centrales del Palencia CF en cuanto su rival recuperaba el esférico en zona peligrosa. El segundo acabó llegando en una acción de plena disputa.

Torres la peinó, Miguel recogió una pelota cerca del área y asistió a Cada que no a la primera, pero sí a la segunda batió a Dani Hernández para mandar el partido al descanso con cierta comodidad. Por el resultado, pero también por el juego, pues el Tordesillas era muy superior. El bloque palentino llegaba de vez en cuando, pero no obligaba a Álvaro a intervenir.

Parecido a lo que sucedió tras el intermedio, con la diferencia de que los visitantes echaron el ancla. Dieron un paso atrás y a eso se le añade que los cambios no mejoraron lo presente. No le sirvieron al equipo ni para recuperar dominio ni para contragolpear y encontrar un tercer gol que habría sido la gloria. Por ello el Tordesillas acabó sufriendo.

Fane envió una pelota a la madera y Carpio gozó de otra muy clara, preludio a lo que estaba por ocurrir. Vity se lesionó, lo que precipitó la entrada de Anderson y el hecho de poner a cinco atrás. El encuentro parecía controlado hasta que Moussa puso la emoción.

Se desmarcó bien, batió a Álvaro y empezó el tiempo de sufrimiento habitual para un Tordesillas que en estas situaciones ha aprendido a vivir como pez en el agua. Se calentó entonces el duelo, siempre en su beneficio porque el tiempo corría a favor, Cachuli las sacaba con todas las partes de su cuerpo, y todo acabó cuando Héctor quiso. El 'play-off' aún no, pero quedaría finiquitado si el Torde vence al Almazan el próximo domingo. Si empata, se la jugará en la última fecha y, si pierde, dejará de depender de sí mismo.

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