El periodista José Ángel de la Casa, en Palencia momentos después de la entrevista.

José Ángel de la Casa: «Los pitos a Piqué son algo puntual por el referéndum de Cataluña»

El periodista deportivo, que pelea contra el párkinson desde hace doce años, estuvo en Palencia para hablar de deporte, de periodismo y de su enfermedad

MArco alonso

Martes, 20 de octubre 2015, 22:43

¡Gooooool de Señor! Esta frase, con gallitos incluídos, acompañará de por vida a José Ángel de la Casa, el periodista deportivo que narró el histórico 12-1 del España-Malta hace 31 años. Ahora, jubilado y peleando contra el párkinson, ve la tele desde el sofá y ayer estuvo en Palencia para hablar de su enfermedad y de mucho más.

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Ha narrado infinidad de partidos de la selección española. ¿Cómo digiere alguien como usted los pitos a Piqué?

Esto es algo puntual que responde a las circunstancias que se han dado por el referéndum de Cataluña. Es algo pasajero. La selección volverá pronto a la normalidad y, de hecho, estas cosas no se transmiten al juego. Estamos hablando de una selección que es campeona del Mundo y de Europa, y por eso todo esto tiene tanta repercusión.

Usted ha vivido épocas difíciles para la selección, y ahora, que van mejor las cosas, se saca más punta a todo...

La selección siempre ha unido. Las manifestaciones de apoyo que se produjeron tras la victoria en el Campeonato del Mundo de Sudáfrica y las dos Eurocopas que ha ganado España dicen mucho del sentimiento de la gente. Pero cuando se mezclan las cosas se producen ese tipo de manifestaciones, que no van más allá de una simple opinión en un momento determinado.

La política y el deporte poco tienen que ver, pero algunos siguen buscando vínculos de unión...

Los deportistas profesionales han entendido esto siempre muy bien y nos marcan el camino por el que hay que ir. No debemos tampoco agobiarles y exigirles que hagan un manifiesto a favor de una cosa u otra cada vez que se presenta una oportunidad. Parece que se busca la discordia, y hay más polémica fuera que dentro.

Es que la confrontación vende más periódicos que la unión...

Yo siempre decía que el tiempo que más temía de la selección era el mes antes de empezar un campeonato. Esa concentración larguísima, en la que el periodista no tiene nada que contar, era peligrosísima. Estaba deseando que empezara a rodar el balón para que todo se centrara en eso.

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Vamos, que una fase clasificatoria tranquila es el mejor caldo de cultivo para la polémica...

España ha hecho una fase de clasificación sin demasiados sobresaltos y los periodistas buscan este tipo de temas. Esto era así antes y sigue siendo así ahora.

Usted ha narrado grandes gestas como aquel gol de Señor en el España-Malta. ¿Cómo lleva el hecho de ser un jubilado y ver los partidos de la selección por la tele?

He tenido la suerte de trabajar durante muchos años en algo que me gustaba y he disfrutado muchísimo la profesión. No soy nostálgico de lo que hice porque entiendo que esto es una rueda que no para. Tuve mi época, aproveché mi momento y después han venido otros.

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Han venido otros. ¿Cómo son esos otros que le han sustituido?

Normalmente, mejores que nosotros. Creo que todo mejora.

Vamos, que aquello de que los tiempos pasados siempre fueron mejores dista mucho de la realidad...

Todo el mundo siempre recuerda los momentos buenos, y por eso parece que lo de antes era mejor. Pero está claro que los periodistas de hoy están mejor preparados que los de hace 30 ó 40 años. Al periodismo le han afectado más las nuevas tecnologías que las crisis. Por poner un ejemplo, en el año 83, el partido de Malta que se jugó en La Valeta no se pudo retransmitir en directo porque no había enlaces desde la isla con el continente europeo. Tuvimos que grabar el partido, traer la cinta en un avión privado y emitirla cinco horas más tarde.

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Así que entre el periodismo deportivo de antes y el de ahora hay cinco horas de diferencia...

En el campo se siguen viendo las mismas cosas que se veían hace cincuenta años, pero cuando uno llega a casa, se sienta en el sillón y pone la televisión se ve un partido muy diferente. Empiezan a dar imágenes con veinte cámaras y te enseñan cosas que tú no has visto y de las que no se ha percatado casi nadie.

Nos estamos centrando tanto en los detalles de esas veinte cámaras que casi se nos olvida el fútbol. A veces uno siente que los tatuajes de Messi son tan importantes como sus goles...

Los goles importan, pero los futbolistas son los mitos de la juventud. Antes lo eran las grandes estrellas de Hollywood o los cantantes internacionales, pero hoy los jóvenes quieren ser como Cristiano, Ramos, Casillas o Messi, y quieren conocer los detalles de sus ídolos.

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¿Pero de verdad esos detalles son tan importantes?

Hace muchos años, me quedé alucinado cuando una mujer me dijo: «qué piernas tiene Arconada». Me pareció muy extraño que una mujer se fijara en esas cosas, porque antes las mujeres no iban al fútbol, pero ahora los iconos de la juventud son los deportistas y, por eso, el deporte ha pasado a ser el protagonista del mundo del corazón. En la época de la Quinta del Buitre pregunté al director de Hola lo que tenía que hacer un futbolista para ser portada de esta revista, y me dijo que eso solo se llegaría a ver si Butragueño se casaba con una infanta.

Pues a Cristina le hubiera ido mejor con el Buitre que con Urdangarín...

Pues seguramente. Pero el trasfondo de todo esto es que lo que antes era impensable en el mundo del corazón, ahora se ve a diario, y cualquier futbolista es portada día sí y día también.

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Una lucha de tú a tú contra un rival fuerte

La presencia de José Ángel de la Casa en Palencia respondió a la invitación que le hizo la Asociación Palentina contra el Párkinson, entidad que organizó una charla-coloquio en la que el periodista explicó sus vivencias con el párkinson, enfermedad con la que convive desde hace doce años.

De la Casa se mostró optimista y de sus palabras se desprende una dosis de esperanza para los enfermos de párkinson, para esos compañeros de planta en el hospital de la vida. «Es una enfermedad de momento incurable, pero, gracias a los tratamientos que tenemos en la actualidad, se puede tener una cierta calidad de vida», explicó .

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El periodista tiene claro que para mitigar los efectos del párkinson, el enfermo tiene que poner de su parte, aunque frenar el avance de la enfermedad sea labor de investigadores y médicos. «Te exige una cierta disciplina en la medicación y en lo físico, y, si lo combinas bien, puedes ir frenando la enfermedad. En cualquier caso, con el paso del tiempo, la investigación nos dará alguna solución mejor, aunque la que tenemos hasta ahora no está mal. Hay que tener confianza en los investigadores y en los médicos, y luego el enfermo tiene que poner su parte, física y mentalmente, para no dejarse ganar por la enfermedad», concluyó.

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