Un mes clave y de vértigo

Coja aire y respire con calma. Hágalo varias veces ya que si usted es aficionado de la Gimnástica Segoviana, del Club Deportivo La Granja o de cualquiera de los otros dieciocho equipos que compiten en el grupo VIII de Tercera División va a necesitar estar relajado y en plenitud de condiciones físicas para no marearse en la montaña rusa a la que se va a ver arrastrado durante el próximo mes.

El campeonato en el grupo castellano y leonés comienza a afrontar su recta final (restan diez jornadas por delante) y ha preparado un mes de abril sin respiro. Hasta siete encuentros disputarán durante el mismo algunos equipos en una vorágine que se amplía si también se incluyen la jornada de este fin de semana (la última de marzo) y la primera que se celebrará en mayo (sábado 2 y domingo 3).

En total, 35 días en los que los equipos tendrán que afinar al máximo sus planes de entrenamiento y recuperación. Este calendario sin descanso se explica a partir de varios factores. El primero, que a principio de temporada ya se aprobó que en el día de la Comunidad (jueves 23 de abril) se ubicase una jornada, sin que fuera un obstáculo que tanto el fin de semana inmediatamente anterior (18 y 19 de abril) como el posterior (25 y 26 de abril) también hubiese fijadas jornadas. Con lo que no contaban la Federación de Castilla y León de Fútbol ni los clubes es con que se iba a producir un paro en el fútbol de la región a mediados de febrero que iba a obligar a trasladar los partidos previstos para esa fecha a una posterior.

El ente federativo eligió el jueves 30 de abril (víspera del festivo 1 de mayo) para recuperar la jornada aplazada, pero lo que para algunos equipos era un pequeño contratiempo, para otros era la gota que rebasaba el vaso de un calendario ya de por sí muy saturado. Este último es el caso de La Granja, que aparte tenía pendiente otros dos partidos que tuvo que posponer durante el mes de enero por los efectos del tiempo. Suerte que llegó a un acuerdo con el Atlético Tordesillas para adelantar uno de ellos al mes de marzo porque, de lo contrario, le podrían haber dibujado un abril para encerrarse en casa y no salir para nada.

Un desafío

A pesar de esa sabia decisión de quitarse cuanto antes el encuentro ante el conjunto vallisoletano, el próximo mes va a ser de vértigo para el conjunto granjeño. Entre este domingo y el domingo 3 de mayo (35 días separan ambas fechas), le esperan nueve partidos en los que, además, se va a jugar la permanencia en Tercera. Todo un desafío para una plantilla que al menos puede presumir de llevar cuatro jornadas consecutivas sin conocer la derrota (una victoria ante el Atlético Tordesillas y tres empates ante el Real Ávila, La Bañeza y el Atlético Tordesillas).

Parece haber recuperado sensaciones cuando llega el tramo decisivo del curso (solo una derrota en los últimos seis partidos), pero el calendario le tiene reservada una trampa en la que será imprescindible el compromiso habitual de sus jugadores, acierto y dosis de buena suerte. Lo empezará a necesitar este mismo domingo en el trascendental choque que afrontará en el campo de la Cebrereña, uno de sus principales rivales en la lucha por eludir el descenso. Los técnicos de La Granja, David Samaniego y Enrique Casas, no han dudado en calificar este partido como una final, lógico teniendo en cuenta que el conjunto abulense, que marca la zona de salvación, les aventaja en seis puntos (aunque ha disputado una jornada más).

Suceda lo que suceda este domingo en Cebreros, el equipo granjeño no podrá bajar la guardia ya que el próximo jueves (Jueves Santo) disputará en El Hospital el partido aplazado el pasado 25 de enero contra el Becerril. Y casi sin tiempo para recuperarse se medirá ese domingo también en casa al Villaralbo.

Después, durante dos semanas recuperará el ritmo normal (visitará al Numancia B el sábado 11 o el domingo 12 de abril y recibirá al Burgos Promesas 2000 el sábado 18 o el domingo 19), pero acto seguido volverá a tener que disputar una jornada entre semana. Será la fijada para el 23 de abril, en la que visitará al Burgos Beroil Bupolsa. Mientras, apenas unas horas después (probablemente el domingo 26), recibirá al Mirandés B. Y la semana siguiente repetirá la jugada: jugará jueves (ante el Villa de Simancas fuera) y domingo (frente a la Arandina también lejos de El Hospital).

Este maratón de partidos pondrá a prueba la capacidad de resistencia de la plantilla de La Granja, que tampoco anda, por otra parte, sobrada de efectivos. Se antoja fundamental que le respeten las lesiones, aunque de momento este fin de semana no podrá contar ante la Cebrereña con Jero, que cumplirá sanción por su expulsión del pasado sábado contra La Virgen del Camino.

Más liberado anda en este sentido, en cambio, la Segoviana, que en principio tendrá a casi todos sus efectivos disponibles para el duelo del domingo ante el Atlético Tordesillas. También se avecinan días fundamentales para el equipo gimnástico, que, en lugar de nueve partidos como La Granja, tendrá que disputar ocho en los próximos 35 días.

Su calendario es un poco más desahogado. Incluso sus jugadores tendrán libres viernes, sábado y domingo la próxima semana, ya que el partido que tenían que afrontar ese fin de semana en el campo del Almazán se ha adelantado al jueves. Les tocará esprintar en la parte final de abril, pues entre el día 23 y el domingo 5 de mayo tendrán que hacer frente a cuatro jornadas. Una montaña rusa de la que nadie puede apearse, tras la cual solo quedarán dos jornadas más de campeonato.