Segovia Futsal clausura con éxito su campus

La llegada de los meses de verano trae consigo muchas tradiciones y costumbres: las vacaciones en la playa, tomar el fresco a la puerta de casa cuando cae la noche, dormir la siesta con Perico retransmitiendo el Tour de Francia... Pero los meses de julio y agosto también conllevan la necesidad de buscar actividades para los más pequeños de la casa, repletos de tiempo libre al no tener clases por la mañana.

Desde hace años una de la alternativas que manejan con más frecuencia los padres es mandar a los niños a campus deportivos. Campamentos como el que ha celebrado durante la última semana el Naturpellet Segovia, con la participación de más de una treintena de asistentes. Durante ocho días, los niños y niñas apuntados al campus de verano del club segoviano han podido divertirse haciendo deporte, hacer nuevos amigos e incluso mejorar su nivel de inglés.

El primer día suele estar caracterizado por la timidez de los niños ante un evento nuevo. Una circunstancia que tan solo dura unos minutos, el tiempo que necesitan para soltarse, hablar con los compañeros y hacer del campamento algo suyo. Tras instalarse en el albergue Puerta del Campo y recoger sus equipaciones, las ganas por empezar a jugar al fútbol sala y disfrutar de una de las mejores semanas del año sustituyen cualquier atisbo de timidez.

La segunda jornada del campus tuvo su epicentro en el Pedro Delgado. La catedral del fútbol sala fue el escenario elegido para que los 33 niños inscritos en el campus realizarán los primeros ejercicios propuestos por los monitores, entre los que se encontraba el jugador de la primera plantilla Chus. El salmantino una de las renovaciones confirmadas para la próxima temporada, también tuvo tiempo para explicar a los niños los valores que ha aprendido a lo largo de su carrera deportiva. Y es que no solo es importante enseñar cuestiones técnicas y tácticas de este deporte, sino también otros aspectos relacionados que conlleva la práctica del fútbol sala.

Pero Chus no fue el único integrante de la primera plantilla en participar en el campus. El técnico de Segovia Futsal, Diego Gacimartín, y el delegado, Juan Carlos Casado, también se pasaron por la cancha del Pedro Delgado para ofrecer a los niños unas interesantes charlas de la que no dejaron de prestar atención. Tampoco se aburrieron con las visitas de Cidao o Carlos Muñoz, dos de los jugadores más queridos por la afición segoviana. El portero brasileño transmitió a los participantes consejos y trucos que seguro serán tenidos muy en cuenta por los niños.

Durante los ocho días que ha durado el campamento, el fútbol sala ha sido el principal protagonista pero no ha centrado todas las actividades. Los niños han podido refrescarse de las altas temperaturas con chapuzones en la piscina, poner a prueba su capacidad de superación con gymkanas organizadas por la ciudad e incluso correr sus propios encierros con motivo de la festividad de San Fermín.

El fin de semana llegó el turno de las actividades de despedida, como una mañana de senderismo a la orilla del río hasta una fiesta de la espuma que hizo olvidar a los niños que estaban ante sus última horas de campamento. El campus puso su broche final este domingo de nuevo con el balón como centro de atención, con los padres de los niños como invitados en los partidos con los que se cerró una semana llena de emociones. Para terminar, el presidente de Naturpellet Segovia, Javier Herrero, clausuró el campamento con un pequeño discurso y la entrega de diplomas. Acto seguido, llegó el momento de las despedidas. Tocaba poner fin a una semana que tardarán en olvidar. Al menos un año. Hasta la edición del año que viene.