Inclusión entre la excelencia

Adrián Parras, Jorge Pérez y Ander Olaso son la punta de lanza de este proyecto que da lustre también a este club modélico y ejemplar en el medio fondo español.

De ellos, Jorge, con quince años, es el primero que pasó a formar parte del club-escuela naranja (ahora también negro). «Lleva desde pequeño con nosotros —dice Isaac Viciosa—. Ahora, como sus compañeros, tiene la doble ficha federativa en deporte normalizado y deporte adaptado. Este año Jorge va a participar por vez primera en la competición para personas con discapacidad intelectual y está muy contento porque se le abren nuevos frentes como por ejemplo el poder acudir a campeonatos autonómicos y de España. Es un nuevo panorama».

«Prefiero la resistencia», señala Jorge que compagina los 1.500 con los 400 metros, pero al que también le gusta «el fútbol y el fútbol sala» que practica en el colegio donde estudia cuarto de la ESO. Mientras habla, Isaac, le apunta cariñosamente: «¡Tienes que entrenar más, entrenar más!». Jorge acudirá al Campeonato de España de futuras promesas en Gandía y a un control de la Federación regional de atletismo en Segovia en categoría normalizada como también Ánder. Ya están en capilla.

Ander Olaso es un abulense con una discapacidad visual que está entrenando en el Vicky Foods después de firmar un acuerdo con su club de procedencia, el Ecosport. Ander vive en la Residencia Río Esgueva y estudia primero de bachillerato en el Juan de Juni. Es atleta mediofondista y conserva algo de resto visual, si bien lo ha ido perdiendo desde su nacimiento. «Me vine a Valladolid y necesitaba a alguien con quien entrenarme. Aquí me he encontrado con Ángel con el que me he acoplado muy bien», dice Ander, tercero en 800 en el Campeonato de España absoluto y campeón 1500 y 400 de menores sub-18, además de internacional con la selección en el europeo sub-17 y en 2023 (también lo hará este año) en el World Para Athletics Grand Prix en Jesolo (Italia).

En la Escuela Isaac Viciosa de toda la vida, Ángel es Ángel Rodero, quien lo acompaña en todo momento dentro de la pista. Es el guía de Ánder en los entrenamientos: «Supone mi primera experiencia. Llevo cinco meses y estoy agradecido de poder compartir este proyecto con Ander». ¿Cómo funciona esta entente en la que el guía va a la derecha y el atleta siempre por dentro? «Se trata de adaptarme a su ritmo, a los movimientos del brazo. Nos hemos ido acostumbrando y vamos a toda mecha. El contacto es a través de una cuerda reglamentaria de 30 centímetros. Él agarra de un extremo y yo de otro», relata el cicerone. Ahora interviene Ánder: «Lo más importante es la coordinación y que yo tenga plena confianza en él». En una prueba de 800 hay rectas, pero también terrenos curvos. «El guía me va hablando toda la carrera. Ahora una curva; un rival a cinco metros…», señala Olaso que también corre con el equipo de la ONCE.

Adrián Parras es el mayor de los tres y también el que más entrena. Proveniente del club Campo Grande donde ya dejó claras muestras de lo que podía dar de sí, el vallisoletano sigue quemando etapas y progresando. Es el campeón de España actualmente de Campo a Través, de pista al aire libre de 1.500 y 5.000 y por clubes en 1.500, además de subcampeón de 800 en la modalidad de discapacidad intelectual. «Desde el primer momento he logrado el objetivo principal: la mínima para el Mundial de Reims en los 3.000 de Pista Cubierta ahora en febrero. Luego veremos el resto», indica. Y el resto es llegar a París con 23 años. «Espero mejorar mi trayectoria con los Juegos Paralímpicos de Paris. La mínima es complicada 3.52 o 3.54. Yo tengo 4.08 en los 1.500», indica.

Estos tres atletas no son más que los pioneros de un proyecto que, como dice Isaac Viciosa, nació «de forma fortuita». El club llevaba varios años organizando la Milla Urbana en la zona de Recoletos y allí, sí, se abría la prueba a atletas con discapacidad. «La idea es ampliar, crecer, pero no hacer un grupo aparte, sino entrenar todos juntos. Si es necesario formar a monitores en estos aspectos, sin duda que lo haremos. Prestaremos más atención, pero todos dentro del grupo y de la escuela».

Llega la hora de entrenar en un Módulo Río Esgueva en el que conviven amistosamente diferentes propuestas deportivas y colores. Los atletas de naranja pertenecen a la escuela de Isaac Viciosa. Se saludan. Bromean. Ya se conocen todos. Esta escuela integrada en el Vicky Foods, de por sí en la elite del fondo y medio fondo nacional, con atletas y ya campeones como los hermanos Viciosa, Pablo Sánchez, pero también Mario Palencia, Kuma Barrios, Paula Herrero, Jesús Olmos…, espera la llegada de más chicos y chicas con alguna discapacidad también para su escuela inclusiva.