El Caja Rural Aula da un paso gigante hacia el 'play off'

Las jugadoras blanquiazules salieron como un ciclón ante su público, con algo más de ambiente en la grada, cumpliendo con esa petición que se ha hecho desde la entidad local al aficionado y aficionada del balonmano en la ciudad. Se notó, sobre todo en los momentos de titubeo de las vallisoletanas, que llegaron a ver como las visitantes se colocaban a dos goles en la recta final (27-25, min. 47), cuando el partido había estado controlado desde el inicio. Ni una vez estuvieron las forales por delante en el marcador, en buena medida por el buen hacer de la guardameta local Carmen Sanz, a la que el regreso a la portería de su compañera Alicia Robles le ha sentado de fábula. Trece paradas y la sensación de muro para las navarras, que se encontraron con ella una y otra vez, hasta con doble parada en algunas jugadas del inicio, que propiciaron que el Aula se fuese con un 5-1 casi por inercia. Era el minuto 5, y las locales seguían con esa dinámica ofensiva del día del Bera Bera.

Velocidad y, sí, balón a los extremos, una rara avis esta temporada, con protagonismo para Inoa Lucio y, sobre todo, para Amaia de Garibay, que percutía por la izquierda. De hecho, su buen hacer se plasmó, en que la vallisoletana finalizó con siete dianas, siendo la máxima goleadora. El arranque pucelano obligó al banquillo navarro a pedir tiempo muerto para cortar la sangría. Delante no estaba María Prieto, la máxima artillera de la Liga, pero el Aula no la echaba de menos... Al menos durante los diez primero minutos, pero tras estos, a jugadoras con menos ritmo, como Angela Zürni o Savina Bergara, se les cuesta arriba.

El recambio –y aquí una de las claves–, volvió a elevar el nivel del equipo. Y es que si del banquillo te salen jugadoras como María Prieto o Jimena Laguna, pues lo normal es que la productividad ofensiva se eleve. Y así fue, los tres primeros lanzamientos de la lateral zamorana besaron la malla, y el partido se fue al descanso con un 18-13 claro, y que hacía justicia a lo visto en la pista.

En la segunda mitad, Salva, con Teresa Álvarez como técnico en el banquillo, repitió estrategia. Y el equipo volvió a salir como un ciclón, con hastsa siete goles de distancia (25-18, min. 40). Sin embargo, la relajación, el cambio en la portería navarra y un cambio de dibujo en la defensa visitante, propiciaron que el Beti-Onak se metiese en el choque con ese 27-25, con una defensa mixta sobre María Prieto. De hecho, las navarras, y tras un golpe duro a la lateral internacional, frenaron el tanteo de la zamorana, que se quedó con los cinco goles de la primera mitad.

Pese a que las navarras no se rindieron, el Aula reaccionó, recuperó los cuatro goles de ventaja y jugó los dos últimos minutos con el marcador para asegurarse el 'goal average' con las forales, y encarar con suficiencia los dos partidos de la próxima semana con el BM Elche y el Costa del Sol Málaga.