Un doloroso inicio de Liga

Tampoco en Palma del Río consiguió el Viveros Herol Nava romper su sequía de victorias en este comienzo de Liga. Volvió a caer (27-19, es su tercera derrota consecutiva) y después de cuatro jornadas (tiene pendiente de jugar la primera) continúa sin puntuar. Le pesó esta vez la decepción sufrida hace una semana ante sus aficionados. No poder brindarle una victoria en el día que comenzaban sus fiestas siguió revoloteando este sábado en las mentes de los jugadores de Álvaro Senovilla, que resistieron bien durante el primer tramo del partido pero que sucumbieron después frente a los contraataques de Palma del Río y las seis exclusiones con las que les obsequiaron los árbitros.

Recuperaban a Ismael Villagrán, ausente en las dos primeras jornadas, y este tuvo muchos minutos. Le tocó a Senovilla utilizarlo incluso de lateral derecho, donde aún anda buscando la fórmula del éxito tras la marcha de David Fernández. Isma Juárez es el que está asumiendo una mayor responsabilidad en esa tarea, pero tampoco se están librando de arrimar el hombro otros como el propio Ismael, Simón o Alberto Camino. Es tiempo de ajustarse para el Viveros Herol Nava, que pese a las tres derrotas con las que ha arrancado el campeonato sigue convencido de poder hacer un buen papel también esta temporada. «Poco a poco iremos mejorando porque la actitud es buena. La competición es muy larga. Pero eso sí, tenemos que estar unidos», señalaba este sábado Senovilla después del encuentro frente a los cordobeses.

De momento, sin embargo, la suerte le da la espalda. Arrancó con firmeza el choque contra Palma del Río, al que aguantó el pulso durante los primeros quince minutos. Sin embargo, las exclusiones que inauguraron la lista, por cuenta de Carlos Domínguez e Isma Juárez, permitieron a su rival adquirir la primera ventaja importante (9-6, minuto 20). Y antes del descanso, el portero de Palma del Río, Manu López, entró en acción y dejó vía libre para que sus compañeros se disparasen como cuchillos al contraataque.

Ese tramo final de la primera mitad le hizo mucho daño al equipo de Álvaro Senovilla, que se marchó al entreacto con una losa de cinco goles (15-10) que le obligaba a realizar un segundo tiempo perfecto. Giró a una defensa 5:1, pero en ese instante se chocó con la falta de acierto en el lanzamiento de sus jugadores, que aunque lo intentaron todo no consiguieron poner en apuros a un Palma del Río que a diferencia de ellos está viviendo un feliz inicio de curso.

No hubo discusión por el resultado (27-19 al final), pero sí un poco de enfado en el Viveros Herol Nava por el criterio de los árbitros con las exclusiones. Otras cuatro le cayeron en la segunda parte. La Copa del Rey (la semana que viene) puede ser un buen bálsamo para este difícil momento.