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Roberto González se dirige a uno de los árbitros con gesto y cara de incredulidad. Rodrigo Jiménez
Real Valladolid Baloncesto

Deserción incomprensible en un equipo roto sin alma ni ambición

El equipo de Roberto González baja los brazos y ofrece una imagen bochornosa, en una nueva derrota que acabó con desfile de aficionados a 5 minutos del final

Miércoles, 2 de febrero 2022

Había dado más de síntomas de reventar definitivamente que de explotar todas las virtudes que le adornaban cuando se configuró como equipo el pasado verano, ... y las sospechas se cumplieron ante el Leyma Coruña y en un simulacro de partido que devuelve al UEMC Real Valladolid al rincón de pensar después de tocar un nuevo fondo.

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Si hasta la fecha nos quedábamos en desconexiones, en mayor o menor medida, esta vez la deserción resultó tan radical como incomprensible en un equipo que saltó al campo ya desenchufado y sin energía, y que apenas dio señales de vida. La deserción arrastra al propio técnico, incapaz de encontrar algo de carácter en un vestuario sin ambición ninguna y desprovisto de alma.

El desfile de los aficionados a 5 minutos del final hasta dejar la grada en una radiografía que refleja la realidad que vive el baloncesto de elite a día de hoy en la ciudad, resulta de lo más elocuente.

UEMC Real Valladolid

Pantzar (2), Geks (14), Berg (8), Sergio de la Fuente (12), Raffington (8) -quinteto inicial-, Wintering (15), García-Abril (2), Puidet (2), Kuiper (9), y Kavion Pippen (6).

78

-

100

Leyma Coruña

Monaghan (5), Soluade (7), Hamilton (19), Javi Vega (16), Ward (14) -quinteto inicial-, Álex Hernández (7), Lofberg (10), Schaftenaar (6), Mikel Sanz (9), Gray Stathan (7) y Diagne.

  • Parciales: 19-28, 39-53 (descanso); 55-80 y 78-100 (final).

  • Árbitros: Asier Quintas, Jorge Baena y Andrea Alejo. Sin eliminados. Nuevo concierto de silbato sin ningún criterio, nada nuevo en el arbitraje que ofrece la LEB Oro. Esta vez fue Jorge Baena el que se creyó el más listo de los tres, convirtiéndose en protagonista en un deporte en el que los protagonistas visten de corto.

  • Incidencias: Jornada 19ª de la fase reegular, disputada en el polideportivo Pisuerga. A pie de pista siguieron las evoluciones del partido Ronaldo Nazário, Pacheta y Weissman, del Real Valladolid.

Sin dureza ni intensidad atrás, tampoco intención ni actitud, el partido empezó para el Leyma Coruña como si de un All Star se tratara. Los dos primeros tiros, liberados, los entendió el conjunto gallego como una declaración de intenciones y un guiño a la barra libre (2-5). Solo habían pasado dos minutos porque al tercero Ward ya se había sumado a la fiesta (4-9) y en el cuarto era Monaghan el invitado, 'obligado' a anotar un triple ante la ausencia de su par (6-12). No eran necesarios esos cuatro minutos para que algún despistado descubriera el talento que duerme en la plantilla que dirige Sergio García, pero por si había alguno en el pabellón, el UEMC los sacrificó para asistir como un espectador más al concurso de tiro en el que se convirtió la primera parte. Un concurso consentido, con huelga de brazos caidos por parte del anfitrión.

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No estaban los Suns en la pista, tampoco el Barça de Jasikevicius o el Madrid de Laso. Ni siquiera el Estudiantes o el Covirán de la última jornada. Visitaba Pisuerga el décimo clasificado de la LEB, con solo una victoria más que Valladolid. Y ese mismo equipo que encajó 95 puntos ante Almansa o 89 de manos de Juaristi ni sintió ni cosquillas del equipo de Roberto González, simple y llanamente porque la cita con las estrellas resultó unidireccional. Y cuando se acude a la estadística, el algodón no engaña.

Tres tiros fallados en el primer cuarto, 9/10 en triples al descanso, 70 puntos en 25 minutos,... Y todo, sin desgaste ninguno para Coruña que incluso se permitió el lujo de tener en Javi Vega a su americano (16 puntos con dos fallos en 17 minutos de juego).

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El problema, mayúsculo en este equipo débil de carácter y falto de ambición, no radica en su calidad ofensiva y sí en su nula disposición a apretar los dientes en defensa. De hecho, el UEMC se movió en sus números habituales en ataque. Pero atrás... En su pista..., ¡ay cuando la toca defender su tablero! La deserción es absoluta.

Ni siquiera los tímidos cambios a defensa zonal en busca de meter bajo la alfombra todas las carencias que arrastra este equipo surten el efecto esperado.

Si en Granada sobró un cuarto, esta vez fueron algo más de 20 minutos (35-51 al paso por el 19) los que se fueron al sumidero, dejando por el camino un sinfín de rotaciones y escenas tan estrambóticas como la de Pantzar ayudando a levantar a Ward... ¡en pleno contraataque local!

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Sin necesidad de apretar lo más mínimo el acelerador ni de explotar el dominio que demuestra su americano Ward en la liga, Coruña se fue hasta los 100 puntos y 130 de valoración.

La décima derrota pide catarsis o golpe de timón. Forma y fondo obligan a mirar hacia abajo y a salvar un año en el que vuelven a descender tres equipos. Los cuatro peores. Y ahora mismo la raya la marca el Girona de Marc Gasol...

Rodrigo Jiménez

Ronaldo Nazário presenció la derrota a pie de pista

El presidente del Real Valladolid aprovechó su estancia en la ciudad para pasarse por el polideportivo Pisuerga y presenciar el partido entre el UEMC y el Leyma Coruña. Ronaldo se sentó a pie de pista y estuvo acompañado por Pacheta, técnico del equipo de fútbol, y Shon Weissman. Pese a que el partido tuvo demasiados minutos de la basura, todos ellos aguantaron hasta el último segundo.

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