El espectáculo de la Copa

En una temporada tan turbulenta, con aplazamientos y problemas por positivos en plantillas y cuerpos técnicos, en algún día del calendario había que situar la raya que delimitara los resultados para la clasificación. Dos partidos definían las últimas plazas en la noche del domingo, especialmente el Lenovo Tenerife-Valencia Basket. Con las victoria de los taronjas in extremis por 78-80 se cumplían las premisas para que Tenerife se clasificara (podía perder hasta por 8 puntos de diferencia) y para que los valencianos fueran cabezas de serie. Joventut perdió en el Palau pero certificó que sería cabeza de serie.

La cara amarga de los resultados de la tarde dejaban fuera de la Copa a Baskonia, sumando pésimas noticias para aficionados vitorianos, que ven como la temporada lleva camino de ser histórica por quedarse sin objetivos meses antes de su finalización. Neven Spahija, a quien puso Querejeta al frente tras deshacerse -una vez más- de Ivanovic, parecía enderezar el rumbo, pero están fuera de la Copa, sin opciones en la Euroliga y aferrándose a meterse en play offs de la ACB como síntoma de alegría o, al menos, de ilusión para sus sufridores seguidores.

La Copa del Rey de este año será pura, sin ningún equipo clasificado 'a dedo' por acoger la competición en su sede o comunidad autónoma, como sucediera temporadas atrás cuando se celebraba, por ejemplo en Madrid, con Estudiantes o Fuenlabrada, siendo invitados sin méritos. Granada acogerá los 7 partidos entre el 17 y el 20 de febrero. Madrid, Barcelona, Valencia y Joventut son los cabezas de serie, mientras que sus rivales clasificados han sido Manresa, Murcia, Breogán y Tenerife.

Siempre que llegaba la Copa del Rey solía ser habitual que se metiera algún equipo sorpresa o inesperado. Esta temporada han sido tres los clasificados de tapadillo con quienes nadie contaba a priori: Manresa, Breogán y Murcia, que han realizado una excelente primera vuelta que les otorga el premio de la copa y casi la salvación matemática evitando el descenso a LEB Oro. Tenerife acumula seis presencias consecutivas, motivo por el que ya no tiene a categoría de equipo sorpresa, al tratarse de un habitual.

Hay que echar la vista muchos años atrás para ver al equipo de Valladolid en la Copa del Rey. De la mano de Porfi Fisac llegó la última presencia en el Wizink Center de Madrid de aquel fantástico fin de semana. Entonces el equipo se llamaba Blancos de Rueda Valladolid. Hablamos de la temporada 2010-2011. Los vallisoletanos cayeron en cuartos, a punto de dar la sorpresa, frente a Valencia por 73-76. Antes se celebraron dos fases finales en Valladolid, como anfitriones, con Pisuerga como perfecto escenario: la del triple de Solozábal con el Barcelona al Madrid y la de Pamesa Valencia de Nacho Rodilla a Badalona, equipos campeones en Valladolid.

El fin de semana de la Copa del Rey es un gran escaparate para la competición española. El producto se trata con mimo y cuidado y el formato es el ideal, con dos días para los cuartos de final, las semifinales el sábado y la final en la noche del domingo. Tanto quienes tienen la suerte de asistir a los partidos en directo como los telespectadores disfrutan al máximo de buen baloncesto, partidos intensos a cara de perro, en los que no hay lugar al más mínimo fallo y con jugadores de alto nivel. Un espectáculo puro con un jugoso título en juego.

En la edición de este año faltan equipos habituales como el referido Baskonia o Unicaja Málaga, los grandes ausentes. Otros menos habituales, pero también asiduos, son Zaragoza, Gran Canaria o Betis (antes Caja San Fernando), además de los descendidos Estudiantes, Valladolid, o Granada, que hubiera sido invitado de no militar en la LEB Oro.

El sorteo celebrado a mediodía de ayer ha deparado que los emparejamientos de cuartos de final enfrenten a Real Madrid y Breogán y Joventut-Tenerife el jueves, dejando para la tarde del viernes los duelos Barcelona-Manresa y Valencia-UCAM Murcia.