Chus Mateo, sobre Sergio de Larrea: «Está en la dirección idónea para ser un fenómeno del baloncesto»
El nuevo seleccionador, que apunta a Great Osobor como posible novedad en su primera lista, pide «paciencia» con los jóvenes
En unos días, última semana de noviembre, se estrenará en el banquillo de la selección, asumiendo el relevo, también el techo, que ha dejado Sergio ... Scariolo tras una de las etapas más gloriosas del baloncesto español.
Chus Mateo (Madrid, 1969), protagonista de una entrega más de los Desayunos de la Asociación de la Prensa Deportiva Vallisoletana (APDV) conducida por Carlos Raúl Martínez, ha repasado la actualidad que rodea a su nuevo cargo, a las puertas de su debut. «Ahora tengo que ganar con tres entrenamientos. No voy a enseñarles nada, ya vienen enseñados de sus clubes. Es una manera distinta de trabajar y estoy delante de un reto, pero estoy con tanta ilusión y optimismo que es lo que pretendo transmitir», ha arrrancado, en una transición que le va a llevar de dirigir 90 partidos al año a hacerlo en apenas una docena en la selección. «Siempre he pensado que un entrenador es bueno, no solo por dar soluciones, sino también por tener una capacidad grande de responder a lo que toca. Y ahora toca un número de partidos más reducido», ha señalado en un acto al que han acudido, entre otros, entrenadores como Paco García o Gustavo Aranzana, el presidente honorífico el CB Ciudad de Valladolid Mike Hansen, o el jugador Fares Ochi.
En un repaso a su trayectoria se ha remontado a sus comienzos, donde aprendió la profesión de entrenador muy pegado a Ángel Pardo, «aprendí cosas que aún ahora permanecen y que, treinta años, se pueden utilizar», y se ha acordado de otros seleccionadores que vivieron por lo que él está pasando ahora. También, como no podía ser de otra manera, de la primera lista que calienta en el horno para afrontar la ventana de finales de noviembre -la ofrecerá el próximo martes sin presencia de jugadores NBA-. «Los que van a ir son los mejores jugadores españoles que pueden ir en este momento. El abanico es más grande cuando tienes posibilidad de que vaya todo el undo. Gracias a los clubes, el nivel del baloncesto actual en España es muy alto. Vaya quien vaya, va a ser una muy buena selección. Se avecinan tiempo de lucha pero seguro que va a salir bien», ha admitido, abriendo el abanico a jugadores, cerca de treinta en la actualidad, que se forman y hacen camino al otro lado del charco.
«El nivel que hay en Europa, caso de la propia Euroliga, es muy grande. Igual es más exigente que la propia NBA. Los contratos que les están dando allí es muy potente», ha apuntado en relación a la fuga de talentos a Estados Unidos. «Ojalá que tengan la posibilidad de demostrar con el paso de los años que puedan demostrar el nivel que tienen», señala, citando ejemplos como los de Aday Mara o Mario Saint-Súpery. «Estoy tranquilo siempre que les vea jugar, y si en ACB no van a jugar... Cuando ves un partido de ACB y ves que solo hay un español, y juega cuatro minutos, pues prefiero que jueguen allí. Prefiero que los jugadores se vayan a Estados Unidos y jueguen, a que se queden aquí y no tengan minutos», ha reconocido, confirmando que «se están dando pasos, entre la federación y ACB , para que llegar a un buen puerto».
«Prefiero que los jugadores se vayan a Estados Unidos y jueguen, a que se queden aquí y no tengan minutos»
Chus Mateo
Seleccionador nacional de baloncesto
En este punto ha repasado algunos nombres que están en el aire, y que suenan para su primera lista y sucesivas. Es el caso de Great Osobor, navarro de nacimiento y despuntando ahora en la Bundesliga tras formarse en universidad americana. «Tiene posibilidades de entrar, he hablado con él y es uno de los jugadores que pueden entrar porque está a un buen nivel. Jugadores de su talla y su calidad no sobran», ha analizado, antes de reconocer que incluye en sus oraciones a Tyson Pérez, «es un cuatro de primerísimo nivel y está dentro de mis planes», y también de otro más desconocido como Álvaro Cárdenas, actualmente en Grecia. «Es otro jugador de los que seguramente ha tenido que pelear mucho porque nunca ha formado parte deun club importante ni de ninguna selección, ni autonómica ni española, y está haciendose un hueco en Peristeri (Grecia), y ha tenido la genial idea de mostrar su mejor baloncesto cuando el seleccionador estaba allí viéndole. Da gusto ver a los jóvenes que quieren romper moldes sin pedir permiso».
Tampoco ha perdido oportunidad de hablar de otro joven que ya ha descollado como Sergio de Larrea (Valladolid, 2005). «Está a un nivel excepcional y eso es porque ha dado los pasos seguros. Se fue allí [Valencia], y ha tenido la paciencia y la suerte de tener a un entrenador como Pedro Martínez, teniendo la posibilidad de equivocarse. Está en la dirección idónea para ser un fenómeno del baloncesto», ha comentado, matizando que «hay que tener paciencia y dejar que las cosas se cocinen a fuego lento».
Chus Mateo asume un reto en un momento de curva descendente del baloncesto español tras disfrutar de la mejor generación de su historia. Y en ese proceso que ahora comienza, afronta el reto de clasificar a España para el próximo Mundial de Catar-2027. «Vamos a tratar de hacer un equipo competitivo desde esta primera ventana». En ese camino tendrá la selección una primera fase, en la que comparte grupo con Dinamarca, Georgia y Ucrania con tres billetes para la siguiente ronda, y una segunda, más exigente, en la que se cruzará con Grecia, Montenegro, Portugal y Rumanía.
Con la cita de Ricky Rubio como gancho, Chus Mateo ha tratado también sobre la salud mental y la presión a la que somete hoy en día el deporte profesional. «Tú no puedes pretender gustar a todo el mundo. Siempre vas a tener detractores y gente que no está alineada con lo que piensas. Debes pensar que tienes que irte a la cama con la ciencia tranquila».
Por último, el seleccionador ha señalado a Luka Doncic, como «el jugador con más talento» que ha entrenado, y se ha remontado a la eliminatoria con Partizán en su primer año como primer entrenador del Real Madrid como la más difícil que ha debido afrontar en un banquillo. «Tuvimos un 'play-off' que se uso difícil (0-2 con Partizán), hubo una pelea que nos hizo recapacitar mucho, y volviendo a mi casa, en un pueblo de Toledo, le di muchas vuelta as la cabeza y me dije: 'tierra, trágame'. Tuvimos la fortuna de tener un vestuario muy unido que entendió el mensaje de que había que hacer las cosas bien allí en Belgrado, haciendo nuestro baloncesto. Fuimos perdiendo hasta por dieciocho en el Palacio y levantamos algo que no se había hecho nunca», ha recordado.
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