Feliz cumplesiglo, Don Miguel
Mis horas con Delibes ·
«Felizmente ha dado a luz un niño la esposa del abogado y director de la Escuela de Comercio, don Adolfo Delibes». Así anunciaba El Norte de Castilla, en su 'Crónica local' y en su sección 'Natalicio', el del niño Miguel Delibes Setién«Felizmente ha dado a luz un niño la esposa del abogado y director de la Escuela de Comercio, don Adolfo Delibes». Así anunciaba El ... Norte de Castilla, en su 'Crónica local' y en su sección 'Natalicio', el del niño Miguel Delibes Setién. La esposa de don Adolfo Delibes se llamaba María del Milagro Setién Echánove y el recién nacido el día anterior, 17 de octubre de 1920, domingo por más señas, era el tercero de los ocho hijos del matrimonio, cinco varones y tres hembras.
Publicidad
El natalicio había tenido lugar en el número 12 de la calle Alfonso XIII (hoy Acera de Recoletos), y el bautizo se celebraría el 25 de octubre, en la cercana parroquia de San Ildefonso. Miguel Manuel Mariano. Con estos tres nombres fue cristianado el niño, según consta en la partida de bautismo, firmada por el oficiante P. Francisco Morillo, y en la que destaca una curiosa inexactitud: consta como fecha de nacimiento el día 22 y no el 17.
Al nacimiento del novelista y protagonista de estas cincuenta crónicas dominicales que hoy clausuro, reinaba en España Alfonso XIII; Unamuno era condenado a ocho años de cárcel y 500 pesetas de multa, acusado precisamente de injurias al rey; Ramón María del Valle Inclán había publicado ese mismo año 'Divinas palabras' y 'Luces de Bohemia'; había muerto, en enero, el novelista Pérez Galdós, y España participaba por primera vez en unos Juegos Olímpicos (Amberes), consiguiendo una medalla de plata en fútbol. Allende nuestras fronteras, James Joyce publicaba su 'Ulises', paradigma de la novela moderna.
Desabastecimiento y viruela
En lo que a Valladolid se refiere, 1920 fue un año de escasez de abastecimientos, de pan principalmente. El 17 de mayo, cinco mese antes del nacimiento del futuro escritor, estalla un conflicto ciudadano, con manifestaciones callejeras y saqueos del mercado del Val, protestando por el precio del pan, su escasez y su mala calidad.
Publicidad
El 24 de junio, el célebre teatro Pradera, sito casi frente por frente de la casa donde en breve nacería el novelista, es pasto de las llamas, quemándose rollos de películas y los decorados y figurines de 'La Reina Amazona', con estreno anunciado para esa misma noche.
En los postreros meses de 1920, la viruela castiga violentamente la ciudad, extremándose la medidas de higiene, como la prohibición de 'fumar o escupir en los tranvías', o ser necesario el certificado de vacunación para acceder a los mercados. (¿Nos suena de algo, un siglo justo después?)
Publicidad
Por descontado que el novelista Delibes no podía guardar memoria de las efemérides que acabo de desgranar, pero sí la tenía de lo que él mismo calificó en cierta ocasión como su 'primer recuerdo'. «Yo tengo una memoria cálida de mi infancia, pero corta –escribe en 'Pegar la hebra' (1990)–. No obstante, desde mi juventud me he obstinado en considerar como recuerdo propio y primero el día en que me arranqué a andar (...) Y el móvil de mis primeros pasos fue una afectuosa inclinación hacia un muñeco de peluche, unido a la voluntad de reivindicarlo al verlo en manos ajenas».
Este muñeco sí que salió a relucir alguna que otra vez, entre bromas y veras, en nuestras chácharas andariegas por los alrededores de la casa natal del novelista. Chácharas y recuerdos a los que hoy, ya mismo, pongo punto final, no sin cierta melancolía.
Publicidad
Aunque dejando antes constancia de un dato que me ha facilitado el catedrático Celso Almuiña, conocedor como nadie de la historia y entresijos de El Norte de Castilla, del periódico que tienes entre manos, lector, y que fue el periódico de Miguel Delibes. Pues resulta que El Norte de Castilla como tal, con esta misma cabecera, sale, 'nace' también, un 17 de octubre. Aunque... de 1856.
(De nada)
3€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión