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Valladolid recibe a las 'Hijas de Eva': danza frente a la serpiente
El colectivo Fresas con Nata estrena su útlimo montaje en el Calderón, una mirada desde la danza a la representación femenina
«El verde es un color extraño», defiende Sara Vinagrero. No es solo la tonalidad con la que renace la primavera, sino que también se asocia con el mal olor, la vileza de la serpiente, la extrañeza que provoca el bicho raro, el perro verde.
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Así que no sorprende que sea este el color elegido para dominar la escena durante la representación de 'Hijas de Eva', el proyecto que el colectivo vallisoletano Fresas con Nata, junto con Andén 47, estrena este jueves (19:30 horas, 10 euros) en la sala principal del Teatro Calderón. Verdes son los monos de licra y gasa que visten las bailarinas Kira Kotova, Vicky Makovey, Ruth Martín y Sara Vinagrero, quienes convierten esa capa verdosa en una segunda piel que, pegada al cuerpo, reivindica la diversidad física en la danza y en la vida real.
La coreografía de Ruth y de Sara se completa con el texto de Víctor Campanero, la voz de Rocío Torío y las videoproyecciones de Lara de la Puente, en una producción que nació durante el confinamiento de unos lápices y un papel. Durante esos días de encierro, Vinagrero retrató a las mujeres de su familia en una serie de doce ilustraciones que exploraban cómo las vivencias te enriquecen o destruyen, suman alegrías o te despojan de ilusiones. Eso saltó del álbum familiar a la conciencia compartida.
«Queríamos reflexionar sobre cómo las mujeres han sido representadas a lo largo de la historia del arte, desde Eva hasta Afrodita, desde las brujas medievales hasta la actualidad. Y cómo esas representaciones (mitológicas, paganas, religiosas) siguen influyendo en nuestro carácter, de forma consciente o inconsicente», indica Vinagrero. «Desde el pecado original, la mácula o mancha de Eva nos ha impregnado a todas de un halo de misticismo, complejidad y otros adjetivos», apuntan las responsables de un proyecto que ha disfrutado de una residencia técnica en el Calderón, para afinar los elementos de un montaje que confía en emprender gira fuera de Valladolid.
«El espectáculo evidencia que no hay forma concreta de ser mujeres, que no valen los estereotipos, todas tenemos un poco de vírgenes, santas, y brujas. Las mujeres somos simplemente mujeres y debemos reivindicar esa libertad, sin estar expuestas al juicio divino ni a la constante regulación». EN UN LU
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