Ron Lalá cierra la XXIII edición de Olmedo Clásico con una sátira en la época del Descubrimiento
'La desconquista' cierra hoy el festival con el particular sentido del humor de la compañía
La XXIII edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Olmedo se clausura hoy con la representación en la Corrala del Palacio del Caballero. Bajo ... el título 'La desconquista', Ron Lalá clausurará esta edición entre risas y versos clásicos, marca de la casa de los autores del éxito 'La Cervantina' Yayo Cáceres dirige un libreto de Álvaro Tato ambientado en la época del Descubrimiento de América, donde tres hombres a la deriva de un naufragio esconden secretos y sorpresas en clave de sátira musical.
«Son personajes con sus sueños de conquista y desconquista, y terminan confesándose cosas de su vida que empiezan a salir a la luz en esa especie de orfandad donde se encuentran, en medio del mar», anticipa Cáceres. Paralelamente, dos cronistas relatan los hechos de manera objetiva a partir de las bitácoras que hallan con la historia de estos tres protagonistas: el misionero devoto fray Pío, el avaro marino Fulano y el ambicioso capitán Hernán Galán: «Es un espectáculo con un potente clima de principio a fin, que genera una atmósfera que traspasa al espectador y donde todo se vertebra en torno a esta gente profundamente perdedora».
Con esta obra, Ron Lalá rinde particular homenaje a las históricas 'crónicas de las Indias', «que recogían grandes temas de aquellos tiempos y que no dejan de ser una suerte de libros de aventuras narrados por las personas que contaban lo que vivían». A lo largo de un año de trabajo, composición, investigación y ensayo, la premisa pronto se moldea en las manos de la compañía hasta llegar a la esencia literaria misma de sus obsesiones; en este caso concreto, «el arquetipo del pasado que siempre vuelve a golpear a la puerta con la intención de pasarle a uno por encima», ríe Cáceres.
«Desarrollamos un sistema de trabajo exhaustivo donde evidentemente contamos con un altisimo nivel de flexibilidad como para renunciar a músicas, incorporar cosas nuevas o tirar hojas de dramaturgia hasta llegar al montaje definitivo», desgrana, a propósito del método de trabajo de la compañía. Algo que también se termina, trasladando, claro a la puesta en escena: «A nivel visual, esta obra busca transmitir ese clima de naufragio y esa atmósfera a la deriva para los espectadores», detalla. «En ese sentido, hemos despojado bastante el escenario, para contrastar la desolación con el humor: los tres hombres que no son quien dice ser resultan, en sí mismos, islas en ese ambiente desolado, y con los cronistas que sostienen la historia y la música en directo terminamos de construir nuestra identidad ronlalera».
Hablar del Descubrimiento y la Reconquista también supone, claro, que asome la polémica de la Leyenda Negra, tema histórico y uno de los puntales de la polarización que asola nuestra política contemporánea: «No es esta una obra con un sentido ideológico ni un color político concreto», advierte Cáceres a los navegantes. «Asumimos un riesgo con un tema peliagudo, pero trabajamos en libertad y con la firme intención de ser honestos y divertirnos». Con todo, a Cáceres no se le escapa que la actualidad asoma en este contexto histórico: «Hoy vivimos con dos guerras a la vuelta de la esquina y nos topamos con propuestas de gente que quiere expulsar a los migrantes... No hace falta mucho más para darse cuenta de que estamos en el mismo mundo».
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