Un Mario con rasgos del amigo de Miguel

«Mario se pasó de rosca, se mostró un marido radical ante un problema baladí... La postura de Menchu, su lenguaje automático, mechado de tópicos, resulta más cómico que agresivo... Fueron suficientes unos años para que las cosas empezaran cambiar; Mario no era el bueno ni Menchu la mala... Más una evidencia se impone. Si Mario yMenchu hubieran estado en la misma línea de pensamiento no hubiera habido novela», decía Delibes.

Esa obra se la dedicó a su amigo José Jiménez Lozano, su compañero en este diario entonces, y como Mario, un intelectual defensor de la libertad de pensamiento y credo que había cubierto el Concilio Vaticano IIy al que la Iglesia vetaba en algunos foros. El extremo opuesto de la pequeña burguesía triunfante y rampante lo encarna Carmen Sotillo. Idealismo humanista frente a pragmatismo arribista.

Delibes empezó escribiendo la novela con los dos vivos y acabó matando a Mario para que fuera su viuda quien a través de su incontenible verborrea henchida de reproches contara todo.

En 1970 José Sámano adapta con el escritor la novela al teatro. El papel le llegó a Herrera tras cuatro intentos fallidos con otras tantas actrices. Y fue la vallisoletana la que convirtió el monólogo en un fenómeno dramático que dura 43 años.

Ella escribe a Miguel en plena gira inicia: «El público llena los teatros y recibe el texto encantado. Una vez más gracias por Carmen».

Habla Delibes:«Lola Herrera demostró en la interpretación de Menchu un talento de actriz poco común... 'Era' la Menchu que yo había creado. Con su quehacer inteligente y firme contribuyó a sostener el mito (¿o no había tal mito?) de las dosEspañas».