
Los nombres
Carta | Recordatorio para mis queridos Mery Maroto y Juan Antonio Quintana. Valladolid, octubre de 2022
Juan Ignacio Miralles, 'Licas'
Sábado, 25 de enero 2025, 14:12
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Juan Ignacio Miralles, 'Licas'
Sábado, 25 de enero 2025, 14:12
Queridos amigos, vuestra hija Lucía, convertida hoy en una notable actriz, me pide que le hable de mi relación con vosotros, para colaborar así en un libro documento que sea a la vez un archivo y un recuerdo de vuestra histórica relación con el teatro. ... Así que trataré, con las mínimas, expresivas y precisas palabras, de situar vuestra trabajada y extensa obra, no siempre bien valorada, incluso por colaboradores cercanos, entre los que me puedo citar yo mismo.
Nuestro primer contacto fue en Corral de Comedias, con una primera etapa junto a Carmelo Romero; luego siguieron el Aula de Teatro de la Universidad de Valladolid, el Teatro Estable y ya, al final, después de años sin trabajar juntos, aunque siempre manteniendo el afecto y la amistad, en dos textos dramáticos de Ramón García sobre las figuras de Cervantes y José Zorrilla.
Una larga lista de autores clásicos y contemporáneos, tanto españoles como de otros países, inspiran tus puestas en escena, Juan Antonio y tus escenografías y vestuarios, Mery. En estas escenificaciones pude dar vida a numerosas máscaras y personajes entre los que me permito citar a Gustavo (de 'Los Acreedores', de August Strindberg), a Hortigosa, Chanfalla y Sacristán (de algunos entremeses de Cervantes), a Martín de Villalba (de un paso de Lope de Rueda), a Don Mirlo (de 'La zapatera prodigiosa', de García Lorca), a Don Mario (de 'La Virgen Roja', de Adolfo Celdrán), el Comediante (de 'El hombre de las cien manos', de Luís Matilla), a Padilla (en 'Delaciones sobre la degollación de Villalar', de Santiago José Sáiz), el Perseguido (de 'La Piedad', de Fernando Herrero) y el Hombre Verde y Jeromo el Payaso, en obras infantiles del mismo autor. Y sobre todo a Pancha Fregoso (de 'Anacleto Morones', de Juan Rulfo, en versión de Alberto Castilla) y Boni y sus numerosas máscaras y personajes de sí mismo (en 'El desván de los machos y el sótano de las hembras', de Luís Riaza). Después llegaron Maese Pedro y José Zorrilla en los dos textos conmemorativos de Ramón García ya mencionados. Destaco otros proyectos con textos de Francisco Nieva, Witold Gombrowicz, Agustín Poveda o Tom Stoppard, algunos de los cuales pudisteis realizar tiempo después, ya sin mi participación.
De todo esto es fácil deducir que hayamos compartido muchos momentos felices, aunque no siempre fáciles (fueron años muy difíciles), pero siempre bien llevados por nuestro amor, devoción, dedicación y entrega al hecho teatral. Momentos vividos junto a actores amigos que debo mencionar: Enrique González (Yuyú), Margarita Santos, Agustín Gómez Acosta, Jesús Piquero o Fernando Urdiales. Muchas horas compartidas en el Aula de Teatro, en donde nació la vocación y la amistad de muchos nombres que luego seguirían otros recorridos, como yo mismo junto a Fernando Urdiales en Teatro Corsario.
Aquí no puedo dejar de mencionar a Rosa Manzano, Quico Vergara, Luismi García, mi muy querida Yolanda Diego, José Urbistondo, Pilar San José, Ramón Serrada, Rosa Marcos, Ángel Santaolaya y Marino García. También muchos compañeros en la parte técnica como Germán de Blas y Nacho Ruíz en la iluminación, Julio de Benito en la tramoya y muchos otros en la realización de escenografías, sonido, gestión, etc.
Y así, de este modo, mediante esta larga cadena de nombres, celebro una de las mayores virtudes que tiene el Arte del Teatro: la de facilitar el encuentro de personas que puedan a su vez consolidar otras relaciones. Aunque para algunos de los que lean esta carta no signifiquen nada, estos nombres, con sus defectos también, tuvieron participación en nuestras vidas y es justo que formen parte de este vuestro libro-documento.
Con esta semblanza queda claramente expuesta mi estrecha colaboración con vosotros, queridos Juan Antonio y Mery. ¿Cómo no recordar y valorar todos esos viajes por la península o aquella visita a los Estados Unidos? ¿Cómo olvidar nuestra devoción y valoración de otros creadores en las artes plásticas, el teatro, la danza, el cine y nuestros afines gustos, ideas y sentimientos en otras muchas facetas de la vida?
Muy bien sabéis, Mery y Juan Antonio, que han sido muchos los que descubrieron su vocación y su dedicación a las Artes Escénicas a través de vuestros numerosos montajes teatrales, nuestras clases de teatro, escenografía e interpretación, experiencias audiovisuales, amén de talleres con autores, directores y actores invitados. ¿Cómo no recordar a Carlos Domingo, por ejemplo, convertido en estrecho colaborador vuestro años más tarde, que descubrió su vocación por el Arte Dramático viendo a Jeromo el Payaso en su infancia escolar?
Así, a través de la experiencia, hemos respetado los logros y comprendido y excusado los errores de otras compañías, aficionadas o profesionales, sin por ello olvidar nuestro juicio crítico y ponderado, justificado simplemente por el rigor que siempre hemos tratado de aplicar a nuestro trabajo, procurando estar al margen de la hoguera de las vanidades.
No puedo olvidar mi interés hacia vuestros trabajos en épocas en que dejamos de compartir escenarios, ni dejar de agradecer vuestra valoración, admiración y entusiasmo hacia trabajos míos y de mi 'troupe', la Compañía La Ventanita.
Por todo ello, Mery, Juan Antonio / Juan Antonio, Mery, mi respeto, cariño, amor y amistad de AQUÍ para ALLÁ.
Y vale,
Licas.
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