

Jesucristo en Todd-AO
SEMINCI ·
Norman Jewison firmó en 'Jesucristo Superstar' una versión cinematográfica de una ópera rock en la pantalla gigante de los setentaEl director y su época. Muchos de los directores que debutaron en Hollywood en torno a 1960 provenían de la misma escuela artística y ... profesional que Norman Jewison: la televisión. La anterior generación, la de los cineastas clásicos, no tuvo apenas relación con ese medio, pero sí sufrió su competencia y la consiguiente restricción de producciones. Los jóvenes que se acercaban a la pantalla encontraban más y mejores oportunidades en los estudios televisivos, y de ahí surgió un grupo unido casi en exclusiva por ese nicho profesional. Martin Ritt, John Frankenheimer, Sidney Lumet, Arthur Penn, Robert Mulligan o George Roy Hill, entre otros, pueden representar a la llamada 'generación de la televisión', en la que se detecta el declive de los grandes proyectos de estudio para dar paso a otros con sello más personal.

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'Jesucristo Superstar' Estados Unidos, 1973.
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Director: Norman Jewison.
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Intérpretes: Ted Neeley, Carl Anderson
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Cines Broadway: Jueves, 3 de julio, 20:00 horas. 6 euros.
Norman Jewison (1926-2024), canadiense de Toronto, trabajó en la década de los cincuenta en la cadena BBC de Nueva York en programas dedicados a músicos y actores. Allí conoció a Tony Curtis, que le contrató para dirigir su primer largo en 1962, la olvidada 'Soltero en apuros'. El olfato comercial de Jewison le llevó hacia títulos de gran éxito, como 'En el calor de la noche' o 'El caso de Thomas Crown' en los que además de dirigir se ocupó de la producción. A comienzos de los setenta su experiencia en los platós le llevó a rodar sus dos éxitos definitivos: 'El violinista en el tejado' y 'Jesucristo Superstar', adaptaciones de musicales que triunfaban en Broadway.
La película. Acababa la Seminci de desprenderse de la larga cola de su nombre, 'cine religioso y de valores humanos', cuando se metió en la aventura de cerrar su edición de 1974 con 'Jesucristo Superstar'. Con el franquismo todavía vivito y fusilando llegaba una producción estadounidense que había suscitado fuertes protestas en círculos cristianos por rebajar la divinidad del protagonista, mientras que los poderes judíos la tachaban de antisionista por el supuesto maltrato que daba a las autoridades locales. Pero el empuje de la película era imparable desde que triunfó primero como disco, y luego como ópera rock creada por Andrew Lloyd Webber y Tim Rice.
'Jesucristo Superstar' recoge fielmente la partitura de la ópera original, con su fuerza rockera y su alternancia de lirismo con griterío de coros. Norman Jewison traslada la acción a un paraje desértico de Palestina en el que erige un escenario de ruinas clásicas que vale para casi todo. Un sabio juego de distanciamiento permite la desnudez de los espacios, la dramaturgia del binomio Jesús-Judas e incluso la ironía de un rechoncho Herodes cercano al cabaret queer. El ambiente hippie de pantalones de campana, pelo afro y barbas desordenadas es otro acierto del que se aprovecha Carl Anderson, un actor negro que desborda las costuras de Judas Iscariote. Por el contrario, Ted Neeley compone un Jesús encorsetado en una túnica de representación escolar. Lástima también que ciertas coreografías queden dañadas por el paso del tiempo, y que algunas audacias de esta ópera juvenil tengan fecha de caducidad.
La marca de autor. Cuando se rueda esta producción en los años setenta el mundo de la escena, desde el teatro hasta la ópera, se estaba atreviendo a derribar las convenciones de la cuarta pared. La película refleja esas influencias y libertades, contándose a sí mismo como una obra en marcha: los actores llegan al escenario de rodaje en un autobús de farándula, sacan equipajes y utillaje escénico y comienzan una representación en la que los guiños al espectador son constantes. Más allá de la fidelidad bíblica, lo que importa e impulsa la producción de la película es la búsqueda de una forma abierta en la que los anacronismos (tanques, tenderetes de postales) son una constante creativa, cuando no irónica. Una buena fórmula para mezclar el rock guitarrero de la partitura con la fuente bíblica que se vislumbra al fondo de la trama. La década en que se rueda 'Jesucristo Superstar' se cierra con 'La vida de Brian', de los Monty Python, una feliz confirmación de las promesas.
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