Cuando la revolución pendiente es más humana que tecnológica
Encuentros de Santa Cruz ·
Rosa Molina, Mariano Sigman y Mónica Kurtis debaten desde la neurociencia las transformaciones que afloran ante el avance de la IA y el impacto digitalCiertas evoluciones se están traduciendo en deshumanización. Es lo que detecta en el día a día de las consultas Rosa Molina, especialista en psiquiatría en ... el Hospital Universitario Clínico San Carlos de Madrid. «Tenemos una implosión tecnológica llena de burocracias, donde casi no hay tiempo para mirar al paciente, lo que se traduce en deshumanización de la medicina; necesitamos más presencia, más mirada y más contacto físico con nuestros pacientes».
Su reflexión sirvió de punto de partida de los Encuentros de Santa Cruz, organizados por la Universidad de Valladolid en colaboración con el Foro de la Cultura. Los jardines del Palacio de Santa Cruz se llenaron de público al hilo de la convocatoria en torno a la temática de la luz y la sombra. Una idea que para Rosa Molina, máster en Neurociencias y autora del ensayo 'Tus microtraumas', nos interpela como sociedad para «humanizar toda esta revolución que estamos viviendo».
El neurocientífico argentino Mariano Sigman apeló en su reflexión al vínculo cotididano con la tecnología. «Nos da progreso, pero también plantea desafíos respecto de cómo hemos construido nuestra manera de ser». Puso a Sócrates como ejemplo de temores ancestrales hacia lo novedoso diluidos a lo largo de la historia en otros beneficios. «Era un enorme crítico del medio escrito porque pensaba que con él se perdía la capacidad de la memoria y la improvisación oral, y dos mil y pico años después vemos que efectivamente el medio escrito tiene eso, pero también nos ha dado la posibilidad de perpetuar nuestras ideas, de hacer que fluyan de un lugar a otro».
Considera Sigman que hoy el desafío para que la tecnología exprese más luces y menos sombras pasa por implicar a legisladores, filósofos y científicos para entender «qué ocurre en el cerebro cuando afloran maneras tan nuevas y radicalmente distintas de conectarnos con los demás».
Preocupante facilidad de uso
Al parecer del autor de 'El poder de las palabras', la facilidad de asimilar las nuevas tecnologías por su facilidad de uso las hace «especialmente preocupantes en el caso de niños y niñas porque no ejercen ninguna fricción en el proceso de asimilación; uno de los retos es conocer cómo está cambiando físicamente nuestro cerebro por todo ese influjo de redes digitales e Inteligencia Artificial».
Frente al temor a que el empleo de dispositivos tecnológicos repercuta en pérdida de memoria porque esta se use menos, Mónica Kurtis, neuróloga del Hospital Ruber Internacional, ve una ventana abierta a «la flexibilidad mental; estamos yendo continauamente de un estímulo a otro, y eso ejercita otras zonas del cerebro; estamos intentando usar inteligencia artificial para comprender cómo funciona nuestro cerebro a la vez que lo usamos para desarrollar inteligencia artificial, hay una relación bidireccional». Legislar y promover el pensamiento crítico y un uso ético de la IA son el camino, apuntó, para que la luz gane terreno a la oscuridad.
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