La pianista rusa Varvara sube el Everest de las 'Goldberg' en Medina

Varvara, que «no conocía ni a promotores ni a managers» y se abrió camino a base de concursos, ganó uno de Leipzig, la ciudad donde Bach fue cantor y le preparó otro experto en su música, Koroliov. «Mi relación con Bach viene desde que estudiaba en Moscú, con mi profesor Mikhail Vorskressensky que me empujó a aprender el 'Clave bien temperado', fue una escuela para oídos, cerebro y corazón».

Tocó como solitas con la Orquesta de Castilla y León y vuelve a la región con un recital en solitario. «Todas estas formas de interpretación tienen algo en común: cada una de ellas es una comunicación con la música y con el público. Los conciertos de orquesta y de música de cámara también son una comunicación entre los músicos. Para mí el recital es la forma de comunicación más cercana, íntima y libre». Solicitada para interpretar a Mozart, Beethoven o Liszt, ¿no le llaman sus compatriotas, Prokofiev o Rachmaninov?«Mis preferencias cambian. Antes prefería la música romántica, pero ahora me siento más cerca del barroco y el clásico. Depende de muchos factores, pero no del país de origen del compositor».