Pasión por el teclado tras un ictus en Mojados y Megeces

Santiago Ignacio Pérez acude de oyente a la Academia Internacional de Órgano en Castilla por segundo año. Es el organista litúrgico de Mojados y Megeces, que carecen de instrumento de tubos.

Toca los fines de semana uno eléctrico, aunque dispone de las llaves de la iglesia de Matapozuelos para estudiar en el histórico de dicha localidad.

«Este verano haré seis cursos. Estuve en uno en Montserrat con Juan de la Rubia, en el de Organaria en los Filipinos de Valladolid, en el de música sacra de León, en la Semana de Música Antigua de Cuenca y, tras este, iré al Valle de los Caídos, a uno de canto gregoriano», explica Santiago.

Cuando comenzó en el mundo del órgano «apenas sabía el nombre y las figuras de las notas. A raíz de un ictus en 2014, me jubilaron y empecé a estudiar en la Escuela Municipal de Música de Valladolid, hasta hoy».

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