Excelente recital
La soprano Sabina Puértolas y el pianista Fernández Aguirre ponen en pie al público del Auditorio Miguel Delibes
La soprano Sabina Puértolas venía precedida de éxitos notables desde su lanzamiento en la Scala de Milán. Nada más empezar, en el homenaje a Arrieta ... con canciones italianas, nos fijamos en su fuerza y su capacidad para conjugar estilos, más aún cuando atacó 'Se'l mio dupla non e si forte', De Rodelinda de Haendel, que exige modulaciones y cambio de registro. La soprano salió airosa y atacó el aria 'Giunse alfin il momento' de 'Las bodas de Fígaro'. El programa, bien planteado, hizo a la Puértolas subir los peldaños necesarios para mostrar una fuerza que llegó al zenit en la cavatina 'Ah forse è lui', que concluye con 'Sempre libera', uno de los momentos sublimes en la ópera verdiana. La pujanza en los medios la rubricó con un final extraordinario agudo que puso al público en pie.
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Ciclo de Cámara y Recitales Soprano.Sabina Puertolas
Piano, Rubén Fernández Aguirre.Obras de Arrieta, Haendel, Mozart, Guridi y Amadeo VivesSala de cámara del Auditorio Miguel Delibes.
La segunda parte venía a corroborar las virtudes que adornan a esta soprano que se mueve con facilidad en el verismo y pasa ligera por el manantial mozartiano. Después Guridi con pinceladas de 'El caserío', su obra maestra, para llegar a la 'Canción del arlequín' en el papel de Berta de 'La generala' de Amadeo Vives. Otra demostración de versatilidad con su fácil emisión de una voz envidiable.
Pero el recital no hubiera sido un éxito total sin la presencia de un pianista modelo como Rubén Fernández Aguirre. Dio una lección magistral con su pulsación, siempre exacta y su manera de rodear a la cantante, poniendo énfasis en los fraseos, hechos con un gusto exquisito. Solo los pianistas crecidos en una educación musical global son capaces de conseguir ese estado de gracia en cada recital. La carrera de Fernández Aguirre ha logrado las cotas más altas en las más famosas salas del mundo, Musikverein, sala Chaikovski o el Carnegie Hall. Rubén Fernández Aguirre puede presumir de haber conseguido en el acompañamiento un 'pianismo' en el que los cantantes se refugian o suben al cielo desde su propio estilo. El recital del domingo fue excelente y el triunfo muy merecido.
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