Los directos de Serrat en Valladolid: del Carrión y la pérgola a vender todo en menos de una hora
El cantante, que ha anunciado para 2022 su retirada de los escenarios, fue un clásico de las fistas de San Mateo durante los años 80
«Por fin una canción española en el número uno», celebraba la crónica discográfica de El Norte de Castilla (la sección musical se llamaba 'El ... mundo que gira, gira...')el 1 de marzo de 1968. «Juan Manuel Serrat, en vísperas de acudir a Eurovisión, lo consigue». Lo hizo con 'El titiritero' y se situó por delante de 'Wild honey', de The Beach Boys y 'Holiday', de The Bee Gees. Y en un momento en el que todavía se pensaba en él como representante de Eurovisión (finalmente iría y ganaría Massiel con el La, la, la). Fue una de las primeras veces que el nombre de Serrat se asomaba a las páginas de El Norte... aunque el periódico (con la firma de J. A. Rodero) lo eligió a finales de 1967 como el mejor intérprete masculino nacional, imponiéndose a Luis Eduardo Aute y Raphael.
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El 9 de junio de 1971, Serrat actuó en el Teatro Carrión. Ofreció dos recitales. Seguidos. En una misma jornada. A las 19:45 y 23:00 horas. Doble pase. Algo impensable entre los cantantes de hoy. «Un ídolo de la canción que acapara todos los éxitos», se anunciaba en prensa. Aunque, al final, no llenó. El periodista Julián Lago le hizo, durante esa visita a Valladolid, una entrevista para la mítica sección 'Tres minutos', de El Norte.
«¿Por qué no Juan, en vez de Joan?, fue la primera pregunta. Serrat contesto: «¿Y por qué sí? Canto en castellano y en catalán. No es cuestión de cantar en una lengua u otra. Supongo a Xavier Cugat nadie le habrá exigido y menos preguntado que por qué no se anuncia Javier Cugat».
Yseguía la entrevista (año 1971): «Desde diciembre del año 70 hasta parte de febrero del 71 se me ha prohibido cantar en España. Pero no soy el único, en mi situación hay otros. No entiendo al cantante que no está politizado, cuando de gente politizada estamos ta necesitados», aseguraba, cuando en la cartelera vallisoletana se proyectaba su película 'Palabras de amor'.
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Un año después, Serrat actuó en las fiestas de la ciudad, el lunes 18 de septiembre en la pérgola del Campo Grande (ese mismo año actuaron allí Los Mismos y Luis Aguilé). Y en julio de 1973 volvió a actuar en Valladolid, con entrevista para el periódico.
«¿Cómo arreglarías tú el mundo?», le preguntan. Y responde: «Con escuelas, muchas escuelas. La enseñanza es la base de toda colectividad moderna. Es la ignorancia la que facilita el triunfo de unos pocos». Cumplía por aquel entonces nueve años de carrera y aseguraba estar en uno de sus «mejores momentos». «No solo por cuestión artística, sino porque me doy perfecta cuenta de que estoy contento con lo que hago. Por fuerza uno se da cuenta que cuando se llega a una edad y tienes algo tangible detrás de ti, piensas de una manera muy distinta a la que cuando se empezaba».
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El viernes 10 de julio de 1981, en plena campaña antiOTAN, Serrat actuaba, a las 23:00 horas, en el polideportivo Huerta del Rey dentro de la gira por la publicación de su álbum 'Tránsito'. Las entradas costaban 375 pesetas (2,25 euros) en la venta anticipada de La Luna, 1900, la librería Villalar y la tienda de discos Goher Shops. En taquilla valía 425 pesetas (2,55 euros). «Prácticamente es la primera vez que el cantante catalán actuará en Valladolid», decía el periódico, que se hacía eco del enorme paréntesis ocurrido desde sus anteriores recitales.
Volvió Serrat a ese mismo escenario un año después, el 16 de septiembre de 1982, esta vez sí en un concierto organizado por el Ayuntamiento a través de la Fundación Municipal de Cultura. La puntualización es importante porque el Consistorio tuvo que salir al paso en la prensa en 1981 para aclarar que él no formaba parte de la organización del recital. Presentaba en esta ocasión, dentro de las fiestas de San Mateo, su espectáculo 'Canciones de 18 cosechas: 1965-1982'.
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«No habrá grandes sorpresas. Serrat, en los últimos tiempos, hace recitales muy estudiados, en los que no caben las improvisaciones ni novedades», indicaba El Norte la jornada previa al recital. «Como en la ocasión anterior, Serrat viene con Francesc Rabassa, batería y percusión;Jordi Clua, bajo;Jose María Bardagí, guitarra;y Ricard Miralles (teclados).Sin duda, se trata de una buena formación para permitirnos escuchar de forma idónea las canciones de Serrat». Al final, congregó a 7.000 personas.
«El recital no deparó ninguna sorpresa. Y esto es lamentable», decía el cronista (firmaba V.). «Volvió a cantar las mismas canciones que la otra vez, en el mismo orden, a restringir al máximo los temas en catalán...». «Sí hubo novedades, pero estas fueron en el plano estético, que podríamos decir», continuaba la crónica. «Así, Joan Manuel Serrat compareció en plan más deportivo que la vez anterior y con un montaje escénico tan simple como es una imitación de carpa de circo». El concierto se abrió con 'Para la libertad' y sonaron 'Tu nombre me sabe a hierba', 'Aquellas pequeñas cosas', 'Esos locos bajitos', 'La saeta', 'Hoy puede ser un gran día', 'Mediterráneo', 'No hago otra cosa que pensar en ti', 'Cambalache'...
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No debía ser el autor de la reseña muy fan del cantante, porque seguía su artículo. «Serrat recordó viejos temas, con otros más recientes, pero todos ellos con ese toque costumbrista, popular, de rimas fáciles... que el público aplaudió y coreó, no importándole nada de lo anterior ni las deficiencias vocales del artista».
Yvolvió Serrat en el San Mateo de 1983, de nuevo en el Huerta delRey. Yotra vez en 1984, en la plaza de toros, con una novedad entre las 6.000 personas de público, como destacó El Norte. «Una gran parte de ellos encendieron en varias ocasiones sus mecheros de gas y alguna que otra bengala», en lugar del flamear de pañuelos, «para mostrar su identificación con un Serrat que no defraudó». Inició su actuación con 'Cantares' y logró ovaciones con 'Mediterráneo'.
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Eran esos años en los que la visita de Serrat era casi una liturgia. Regresó en las fiestas de 1986, con el polideportivo abarrotado». «Serrat es el de siempre, aunque esté ahora mejor que nunca», firmaba su crónica Fernando Herrero. «Todo sencillo y natural. De las veces que le he visto, la de ayer fue sin duda la mejor», concluía.
En las fiestas de 1988, Serrat saltó al escenario de la Plaza Mayor. No se llenó (como ocurrió el año anterior con la Orquesta Mondragón), pero el cantante «supo quemar sus mejores balas tras la primera hora de concierto». Serrat cantó «contento», según sus palabras. Reconocía desde el escenario que el sitio no era «muy cómodo», con tanta gente entrando y saliendo, con el bullicio de las fiestas, «pero la gente lo hizo muy agradable». «Las canciones nuevas solo necesitan tiempo para hacerse viejas. Lo que pasa es que la gente se integra más con canciones que son patrimonio personal, que le llevan a una época determinada. Es algo normal, que a mí también me pasa», dijo Serrat. En esas mismas fiestas de 1988 actuaron en la Plaza Mayor Martes y Trece (que repetían), Vicky Larraz y Sara Montiel, además de Gabinete Caligari y Radio Futura.
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Regresó Serrat a las fiestas de San Mateo en 1994, después de muchos años de ausencia. Fue en el polideportivo Huerta del Rey, «prácticamente completo», según destacó Roberto Terne. «Hubo tiempo para todo, para esos locos bajitos y para los que van con su tema, para el beso en la boca de la vida o para la patada de esta al culo de Benito», continuaba la reseña de un recital en el que Serrat presentaba su elepé 'Nadie es perfecto'.
Otra cita en directo tuvo lugar el 28 de octubre de 1998. De nuevo en el Huerta del Rey, con sus 'Sombras de la China'. «Corren buenos tiempos para Serrat», escribía en su crítica musical J. Alberto Vacas. «A la calidad de las letras de sus nuevas canciones se une el sonido más jazzístico y de percusión que aporta Joseph Mas Kitflus, pero el triunfo de Serrat viene dado por la conjunción de estilos entre lo nuevo y lo añejo y que el público supo agradecer con entusiásticos aplausos tanto del nuevo disco (sobre todo en 'Princesa' y 'Buenos tiempos') como en su repertorio antiguo (soberbia la versión de 'Cantares' y 'Mediterráneo'; aprovechando la interpretación de 'No hago otra cosa que pensar en ti' nos presentó a la banda que le acompaña en esta gira, (todos soberbios), aprovechando para intercalar con sabiduría los nuevos temas de 'Sombras de la China', y consiguiendo emocionar a muchos con los recuerdos de 'Penelope', 'Esos locos bajitos', 'Fiesta' y regalándonos tres bises (dos de ellos preparados) que incluían dos pequeñas maravillas: Su primer gran éxito de los sesenta 'Palabras de amor' (en catalán, por supuesto) y una sobrecogedora 'Saeta' con la gente entregada, demostrando que no necesita comparsas para ponerse de gira y darnos todo el amor y vida que lleva dentro».
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En febrero de 2001, Serrat «se reinventa» con un recital en el Calderón. «Aspiro a no seguir nunca los dictados de la moda, porque fuera de la moda es donde tengo menos posibilidades de equivocarme», aseguró desde el escenario, a sus entonces 57 años y con disco nuevo bajo el brazo, 'Cansiones'. Las entradas se agotaron en menos de una hora.
En 2002 regresó al polideportivo Huerta del Rey, con 'Versos en la boca'. «Respaldado por su antiguo compañero Ricard Miralles, a quien el público dirigió una gran ovación», contaba Roberto Terne en su crónica.
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El Calderón fue de nuevo escenario de un concierto, el 6 de mayo de 2005. Un recital muy especial, ya que suponía el inicio de la gira internacional '100x100'. «Me gustaría inventarme algo bonito para hablar de porqué he comenzado aquí la gira, pero esta tierra me merece un gran respeto. Así que no voy a inventarme nada y os diré que empiezo aquí porque así ha surgido», indicó. Regresaba a los escenarios, además, después de superar un cáncer de vejiga, con un formato sencillo, «ligero», de solo guitarra y piano.
Su siguiente hito en la hemeroteca de El Norte es del 3 de septiembre de 2007 cuando, junto a Joaquín Sabina, abarrotó la plaza de toros. «Dos pájaros de cuidado», titulaba Sonia Quintana. 33 canciones sonaron esa noche de lunes. Entre otras, 'No hago otra cosa que pensar en ti', '¿Quién me ha robado el mes de abril', 'Princesa', 'Contigo', 'Tu nombre me sabe a hierba', 'Señora', 'Aquellas pequeñas cosas', 'Noches de boda', Mediterráneo', 'Lucía', 'Calle Melancolía', 'Para la libertad'. Un conciertazo con gradas y albero a reventar.
En marzo de 2009 saltó Serrat al escenario del Calderón. En 2012 cantó en el patio central de la Feria de Valladolid. En 2018 ofreció un concierto en el auditorio Miguel Delibes. El 15 de septiembre. Dos horas sin pausa para una velada dentro de la gira 'Mediterráneo di Capo'.
Dice Serrat que se despide ahora de los escenarios.Ojalá no lo haga sin haberse despedido antes en directo de Valladolid.
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