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Josep Pons dirige a la OSCyL en un ensayo.
Un Barba Azul que abría puertas y sellaba su boca

Un Barba Azul que abría puertas y sellaba su boca

Josep Pons dirige el jueves y el sábado a la OSCyL en la única ópera de Béla Bartók, con las voces de Sara Fulgoni y Robert Bork

Victoria M. Niño

Miércoles, 17 de diciembre 2014, 17:40

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Es un Barba Azul sin sangre, quizá por eso más intrigante y profundo. Béla Bartók convirtió en ópera para dos cantantes una versión sofisticada del cuento de Perrault. En esencia «dos formas de entender el amor», dice el director Josep Pons. Él confía y ella necesita saber. A medida que Judit entorna puertas, crece su amor de forma inversamente proporcional a los menguantes sentimientos de él.

La Orquesta Sinfónica de Castilla yLeón, en manos de Pons, hace por primera vez esta ópera corta (apenas una hora) con dos voces, la de Sara Fulgoni y la de Robert Bork. Sara será una Judit hipnotizada por Barba Azul a pesar de su fama de cruel. Él la invita al castillo, incluso le da las llaves de las siete puertas pero le advierte de que no pregunte. «Cuánto más descubre ella, más se enganchada. En cambio a él le ocurre lo contrario. Cuando ella abre la séptima puerta creyendo que estarán sus antiguas esposas asesinadas, resulta que están vivas, vagan como fantasmas y Judit se convierte en una más. Bartók no se decanta por ninguna de las dos maneras de entender el amor, lo dibuja a lo Ingmar Bergman». Pons destaca «la profundidad reflexiva de esta ópera, un camino que abrió Wagner, y en la línea de Schönberg o Strauss intenta desmontar el género estandarizado. Entre otras cosas, deciden adelgazar el reparto».

En diciembre de 2013 dirigió la Novena, de Mahler, «recuerdo que el primer día tenía fiebre». Vuelve con la OSCyL, «siempre es más fácil cuando ya te conoces», dice el titular de la orquesta del Teatro Liceo. Con dos años de retraso, pero ha logrado sacar catorce nuevas plazas de su orquesta a concurso y cubrirlas.

«El próximo año serán siete más, y el siguiente otras siete. Es una gran noticia porque significa que dentro de una institución que está en proceso de reestructuración por la crisis, no ha cambiado la prioridad artística. Sobre esto no hay discusión. la orquesta es el pulmón de la casa y se invierte en mejorarla. Es un drama de algunas orquestas españolas la cantidad de eventuales que tienen, gente que se contrata por programa. Así es muy difícil crear un sonido propio, no se puede con tanta movilidad».

Patrocinio penalizado

Acaban de presentar las cuentas del Teatro Real, la RAE dirime su futuro como Academia o empresa, ¿cómo cambiar el modelo? «Sin ley de mecenazgo es imposible. No puede ser que te digan te recorto pero no puedes pedir. No hay ningún incentivo fiscal. En países donde hay financiación privada se fomenta desgravando. Aquí quien quiera invertir acaba desanimado, prefiere pagar al fisco directamente. Una ley del mecenazgo permitiría que el inversor decida cómo quiere pagar, qué destino quiere dar a sus impuestos». Pons considera que hay un obstáculo importante. «Los políticos no disciernen entre entretenimiento y cultura. Me parece muy bien que el espectador pague por entretenerse. Ahora, si hablamos de cultura y educación debiera tener una protección similar al libro. No se puede cargar con un 21% de IVA. La cultura y la educación son elementos indispensables para el crecimiento de un país, ahí no se puede escatimar. Hay que ayudar exigiendo calidad y hoy en día se penaliza a quien patrocina».

Los conciertos son este jueves y el sábado, a las 20:00, sala sinfónica del Auditorio Miguel Delibes. Entradas entre 6 y 27 euros.

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