RICARDO RODÓÑEZ

«El Berlioz compositor eclipsó al escritor»

Enrique García Revilla publica un libro sobre los textos del artista galo

victoria m. niño

Sábado, 7 de junio 2014, 20:45

«De Berlioz me gustan hasta los andares», dice Enrique García Revilla, fascinado por el compositor francés que comenzó a escribir en los periódicos para ganarse la vida y dejó tras de sí cuatro libros. De las miles de páginas en diarios, memorias y otros textos, el violista burgalés ha entresacado las ideas musicales de este «personaje monumental, cuya condición de escritor quedó eclipsada por la de compositor pero que Flaubert lo comparó con Balzac». El resultado es su libro La estética de Berlioz a través de sus textos (Publicaciones Universitat de Valencia).

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Hector Berlioz hizo de la escritura una forma de vida y una parte más de su lenguaje musical, escribió hasta los libretos de sus óperas. «Cuando comienza a publicar en periódicos se da cuenta del arma que tiene para luchar contra la mediocridad que veía en los teatro y no se mordió la lengua. Criticaba lo que triunfaba en París, la feria de las vanidades que relegaba el arte y la música a un segundo plano porque lo importante era la reunión social, echar la tarde. Berlioz carga contra todo eso y se ganó muchos enemigos».

Adelantado a su tiempo

Pero como cronista, debía acudir a todos esos espectáculos así que «cuando tenía que reseñar algo que le desagradaba mucho, se inventaba un relato y lo enviaba al periódico. Era un iconoclasta». Arte frente a pasatiempo, «carga contra esas soires en las que la gente charla mientras suena algo, contra la frivolidad». García Revilla ha abordado sus textos periodísticos, teóricos y personales. «Escribió mucho, hay una correspondencia amplia, en la que habla de sus composiciones. Por ejemplo, se queja en una de que ha terminado su ópera Las Troyanas y como es muy larga le piden que la divida en dos. No se estrenó tal y como estaba escrita hasta 2003, en París dirigida por Gardiner».

Musicalmente «es un compositor del romanticismo que hereda una orquesta de dimensiones no muy grandes y él amplía descomunalmente. Incorpora letra a las obras, también a las sinfónicas y cuando hace ópera, él mismo escribe el libreto. Propone el concepto de la fidelidad a la partitura, mofándose del divismo, cuando los cantantes cambian las obras en pro de su lucimiento».

Como intérprete García Revilla reconoce que Berlioz dio muchas importancia a instrumentos que eran secundarios hasta él. «Es el caso de la viola, de la que dirá que ya está bien de que sea considerada el tercer violín, o el contrabajo y el arpa. Se esfuerza por conocerlos, investiga, les otorga protagonismo, fue un paladín de los instrumentos de Adolphe Sax (creador del saxofón)». Pero este inquieto compositor no fue demasiado bien acogido en París, aunque mantuvo su fidelidad a su ciudad «a pesar del maltrato, siempre buscando un apartamento más pequeño que pudiera pagar, soportando el retraso o negativa a estrenar su obra y aunque le llegaban invitaciones para trabajar en Alemania». Revilla prepara ahora la traducción de Les soires para Akal. Se llamará Las tertulias de la orquesta.

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