
Mario Pérez Antolín, escritor
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Mario Pérez Antolín, escritor
«La reflexión moral es necesaria en una sociedad desarticulada como la nuestra»Sus quince años de aforismos están recogidos en siete libros. El último, 'Idear lo insólito', le ha valido al abulense Mario Pérez Antolín el I Premio Juan Gil-Albert de Escritura Aforística y del Yo que ganó el pasado diciembre. La Diputación de Alicante ... lo publicará este año. Durante los tres lustros, Antolín ha cambiado el cuaderno y la pluma por las notas en el móvil para registrar los «relámpagos» que luego transforma, esculpe, perfecciona. Admirador de Montaigne, su pensamiento tiene vuelos sociológicos y políticos que prefiere exponer en su forma más sintética.
–¿En qué consiste la escritura del yo?
–A veces las fronteras son difusas. Hace referencia a ese tipo de escritura que se vincula más al diario, donde el escritor de forma directa y personal recoge vivencias, experiencias, vinculadas a la subjetividad. También se ve en la filosofía, desde el Renacimiento, con un autor muy querido para mí, Montaigne. Su gran aportación es hacer filosofía desde la experiencia personal, aquello supuso un cambio importante. Por no hablar de la posmodernidad cuando se rompe esa filosofía del sistema y se hace un pensamiento más fragmentario. Por eso ha revivido el género aforístico, más directo, emotivo y, por tanto, más subjetivo. Personalmente defiendo la escritura transversal, donde se fusionan todos los géneros literarios desde 2010 con 'Profanación del poder', mi primer libro fragmentario. En mis textos hay toques narrativos, reflexión filosófica, componente poético, así entiendo la escritura de la brevedad.
–¿Hay huella de los moralistas modernos en el aforismo de hoy?
–En el aforismo que se practica hoy esa tradición moral se ha perdido en gran parte. El de hoy es fundamentalmente poético y lírico. Reivindico la traición de los moralistas que ha dado grandes obras y ha tenido una continuación con Cioran, Nietzsche o Schopenhauer. Creo que esa tradición, actualizada con nuevas ideas, nueva estética y planteamiento, es necesaria en una sociedad desarticulada como la que tenemos, empobrecida y con bastantes enemigos a que se mantenga abierta. Las reflexiones morales son necesarias.
–Cabía la posibilidad de que las redes fueran manantial de buenos aforistas, pero no es así.
–Ese es un gran problema debatido en varios congresos universitarios en Madrid y Sevilla en los que he participado. La brevedad no entraña simplicidad, no son sinónimos. Desgraciadamente algunos tipos de literatura que vemos en las redes van en esa línea de la simplicidad. La literatura breve de calidad debe tener calado de pensamiento y literario, profundidad. Tengo un aforismo que dice así: «El aforismo es como esos peces abisales que son capaces de lucir con luz propia en las simas más profundas del océano». El aforismo tiene que tener brillo, agudeza, chispa, no puede quedarse en ocurrencia ingeniosa.
–¿Cómo es el libro ganador?
–'Idear lo insólito' es mi séptimo libro de aforismos. Mi escritura tiene continuidad, constituye una especie de diario intelectual que discurre en paralelo a mi vida. Ha ganado terreno lo narrativo, el microrrelato. El tema de la naturaleza está muy presente. Insiste en temas del poder, que ese tema es el leitmotiv en toda mi obra, el análisis del poder siguiendo la tradición de Nietzsche, Foucault, Agamben. La reflexión del poder me interesa para ver hasta dónde llegamos en esta nueva época que algunos sociólogos han calificado de 'capitalismo de vigilancia', por las redes, la inteligencia artificial, y cuales son las alternativas para evitar el desmembramiento social.
–¿Qué lleva una idea a ser verso o sentencia?
–Tengo una idea estructural del poema, una visión de conjunto desde el principio. No es una técnica habitual, los poetas empiezan con una palabra. Soy más estructural, eso hace que mis poemas en prosa y en verso sean más realistas, con reflexión y una imaginería expresionista.
–¿De dónde nace el aforismo?
–El detonante de arranque está cerca de la poesía, parte de una iluminación, una inspiración que no sabes cómo te viene. Aveces, viviendo, otras, de un sueño, una experiencia, a veces, de una lectura. Viene en cualquier momento, siempre hay una idea primigenia y luego viene el trabajo y puede cambiar las cosas, la escritura, depurar, corregir, revisar, la literatura es una lucha con el leguaje y las ideas. En el aforismo y la poesía no te pones a escribir si antes no tienes el fogonazo. Pueden pasar días sin ninguno y en 24 horas venir tres. Por qué surgen las ideas creativas es un misterio. Las musas siguen teniendo relevancia.
–¿Nos el más reciente?
–Llevo unos cuantos días que desarrollo ideas políticas. Dice así: «Algunos ingenuos consideran que la democracia les traerá de forma automática prosperidad económica. Cuando se dan cuenta de su error caen en tal grado de frustración cívica que se convierten en presa fácil de cualquier tipo de autoritarismo. Las políticas liberales liberan del poder despótico, pero no necesariamente de la miseria». Es una idea de plena actualidad, sobre el tecnopopulismo. Es un riesgo preocupante de las sociedades democráticas en las que crecen las ideas extremas con elementos racistas, una forma de ver la contradicción entre los aspectos formales (democracia)y los socieconómicos. Nuestro reto es, como decía Dragendorff, la cuadratura del círculo: cómo conseguir una sociedad próspera, en la que haya justicia social y se respeten las libertades.
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