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Elena Santiago, en el homenaje que le hicieron en la Casa Zorrilla de Valladolid en octubre de 2019. ALBERTO MINGUEZA
Muere a los 84 años la escritora leonesa afincada en Valladolid Elena Santiago

Muere a los 84 años la escritora leonesa afincada en Valladolid Elena Santiago

Entre otros galardones, logró el Premio de Castilla y León en 2002

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Domingo, 3 de enero 2021, 21:13

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La escritoria leonesa afincada en Valladolid Elena Santiago falleció este domingo en la ciudad del Pisuerga a los 84 años, según anunció su propio hijo Pablo García Fernández en redes sociales. La autora había presentado en 2019 en la propia localidad de Veguellina de Órbigo'Los delirios de Andrea', su decimoquinta y última obra, editada por Eolas, y en el que, según ella misma confesó, dejó entrar a don Quijote y Sancho Panza.

Con 'Los delirios de Andrea', en 2019, volvió a las constantes de su literatura, a esas atmósferas donde lo aparentemente banal y cotidiano está tocado por una suerte de hechizo que ahoga o libera, que adormece o lleva a dimensiones distintas de eso que llamamos «realidad». Antes, en 2015, había interrumpido con 'Nunca el olvido' una etapa de silencio que había durado seis años y lo hizo abordando el tema de la violencia contra la mujer de fondo, atravesado por su particular forma de escritura.

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Elena Santiago estudió para maestra pero acabaría dedicándose por completo a la escritura y al arte, cultivando una literatura repleta de magia y ensueño y dando a la imprenta una obra narrativa fascinante por levantar universos ficticios pero profundamente reales, vistos a través de personajes llenos de humanidad. Leonesa nacida en 1936 en la localidad de Veguellina de Órbigo, Elena Santiago vivía en Valladolid desde 1965. Hasta los nueve años asistió a la escuela de Veguellina, continuando luego en el Colegio de la Asunción de León.

Cursó la carrera de Magisterio y se trasladó a Madrid para continuar estudios de Letras. Fue entonces cuando decidió dedicarse exclusivamente a pintar y a escribir y, muy pronto, sólo a escribir. Su obra comprende quince novelas y varios libros de poemas y cuentos. Sus primeros dos relatos, 'El Hijo' (1969) e 'Historia sobre el terremoto de Perú' (1970), fueron seleccionados por la revista 'Temas'. Su estilo se caracteriza por el cuidado, la exquisita pulcritud, sencillez y naturalidad del lenguaje, desde un perfecto dominio del diálogo.

Después de 'Un camino amarillo', 'La última puerta', 'Las horas quietas' y 'Cada invierno', cuentos publicados entre 1973 y 1975, dio a la imprenta 'La oscuridad somos nosotros' (1976), primera novela que presentaba una historia familiar en un contexto rural y cotidiano durante la Guerra Civil y la postguerra, y que le valió el Premio Ciudad de Irún. Pero su salto al primer plano de la narrativa española lo dio con 'Ácidos días' (1979), que obtuvo el Premio Novelas y Cuentos 1980.

Ese mismo año se haría con el Ateneo de Sevilla con 'Gente oscura', novela que resume la lucha por romper el cerco de la soledad; luego vendrían 'Una mujer malva' (1981), que fue Premio Ciudad de Barbastro, 'Manuela y el mundo', Premio Felipe Trigo en 1983, 'Alguien sube' (1985), galardonada con el Ateneo de Valladolid, 'Veva' (1988), 'El amante asombrado' (1994), 'Amor quieto' (1997), 'Ángeles oscuros' (1988), 'Asomada al invierno' (2001), 'La muerte y las cerezas' (2009), una historia de amor, ausencia y aprendizaje, 'Nunca el olvido' (2015), donde aborda la terrible huella de la violencia doméstica, y 'Los delirios de Andrea', su última novela (2019), de inspiración cervantina.

La atmósfera envolvente de sus cuentos aparece en obras como 'Un mundo detrás de la puerta, El ruido y Antes de cerrar la puerta', que se hizo con el Premio Jauja de la Caja de Ahorros Provincial en 1977, 'Relato con lluvia y otros cuentos' (1986), las varias ediciones reunidas en 'Cuentos' (1997), 'Un susto azul' (1998), 'Olas bajo la ciudad' (2003), y 'Lo tuyo soy yo' (2004), 17 relatos sobre el amor, el desamor, la memoria y la soledad con ilustraciones de Pablo Ransa.

Elena Santiago tampoco desatendió la poesía, como demuestran, por ejemplo, 'No estás' (2001), poemario que profundiza en su tono íntimo, capaz de expresar con palabras sencillas los sentimientos más elementales, 'Después, el silencio' (1978), 'Ventanas y palabras' (1986), 'Hombres de viento' (2005), y 'Sostenida luz' (2014). Para el público infantil destaca su cuento 'Sueño de mariposa negra' (2003), en el que aborda temáticas como la aceptación, la autoestima y la integración, y los poemas de 'Mat y Pat. Vuelos de niños' (2018).

Colaboró asiduamente con varios periódicos, entre ellos El Norte de Castilla, y formó parte del consejo de redacción de diferentes revistas literarias. Además del Premio Castilla y León de las Letras 2002 recibió, entre otros galardones, el Premio Ciudad de León (1973), el Ignacio Aldecoa (1974), el Premio Lena (1976), el Calderón Escalada (1977), el premio La Felguera (1980), el Hucha de Plata y Hucha de Oro (1981), el Rosa Chacel por el conjunto de su obra (1998), y el Premio a la Trayectoria Literaria concedido por la Diputación Provincial de Valladolid en 2001.

La leonesa también se sintió tributaria de la obra y de la manera de encarar la vida de Miguel Delibes, como acredita su colaboración en el tomo 'El Siglo de Delibes' que este periódico publicó el pasado 17 de octubre con motivo del centenario del nacimiento del escritor: «Excelente referente su narrativa acogiendo existencias, pasos de niños y Naturaleza, deteniendo la belleza de valles, sujetando paisajes verdes esmeralda o algunas tristezas. La vida de sus páginas en mundo rural o mundos propios para periodismo o novelas, contemplado en sus pronunciamientos, ilusiones, sueños, sentimientos… Cuánta presencia, cuántas miles de páginas con dignidad. Considerado personal en suelo o cielo, días de sol y luna, sonrisa y dolor con nombres», escribió entonces Elena Santiago, que en 2003, su Veguellina natal la nombró Hija Predilecta.

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