Lecturas para bajarse del presente continuo

Solo apto para quien disponga de diez minutos, el artículo de fondo promete un paréntesis en el presente continuo, una parada en la oferta de últimas noticias que son los medios de comunicación. La renuncia a media docena de urgentes puede verse recompensada con alguna sabrosa consideración. Agustín García Simón lleva quince años abundando en el género y ha recopilado en Cuestión de palabras un centenar largo de artículos publicados en diarios como El Norte de Castilla y Cuartopoder.es.

Periodista de formación, editor de oficio, la vocación de García Simón fue la que le ha llevado a ser «un diletante de la historia, mi verdadera pasión». Yesa Historia transe la reflexión que ha ido vertiendo en sus artículos. «Como dijo el gran humanista Jacob Burckhardt: la ruptura con el pasado produce necesariamente una forma de barbarie», afirma Simón. «Cualquier presente que no recurre a su historia, que no entiende sus causas y no sabe de donde procede, es un presente continuo idiotizado, sin referentes, que produce una cultura de consumo y empobrece espiritualmente a esa sociedad». Por eso el libro es una «vindicación del pasado y de la historia, del legado que nos debe alumbrar. En las últimas décadas del siglo XX acontece la ruptura más brusca, la de la posmodernidad. Se pone en duda la razón y se rompe el vínculo con el humanismo y con la Ilustración».

El eco de la historia

Vindicación del pasado y de «la historia del presente, una disciplina defendida por Julio Aróstegui, que aspira a propiciar con rigor el conocimiento del presente, a analizar el eco del pasado inmediato en las generaciones vivas. Esa historia palpitante se estudia desde la sociología, el periodismo de investigación, la crítica filológica, etc...».

Por eso en los artículos recogidos en Cuestión de palabras conviven Marco Aurelio, Erasmo, Maquiavelo, Azaña o Carlos V con Elliott, Ortega, Braudel, Sánchez Ron, Fontana, Compagnon o el llorado Tony Judt. En ellos García Simón busca al «lector inteligente» al que plantea Luces y sombras del pasado, Puro siglo XX, Historia del presente y memoria, El alba del siglo, Estepaís, La edición y algunos libros y El estado de la cultura.

Indexadas y ordenadas se suceden las obsesiones de este escritor que, entre ensayos como El ocaso del emperador. Carlos V en Yuste (Nerea) o Retrato de un hombre libre (Renacimiento), dejó volar la pluma por los cuentos de Cuando leas esta carta, yo habré muerto (Siruela). Anda García Simón echando de menos la «gente peligrosa» de los salones prerrevolucionarios (como el de DHolbach), el espíritu regeneracionista de Luis Bello y compañía, el esquinazo a los colores que supuso Chaves Nogales, la bondad machadiana de Santiago de los Mozos, el rigor de tantos académicos poco conocidos que él glosa. Especial énfasis pone en su revisión de la izquierda y la trágica nómina de desencantados por el totalitarismo comunista. Desmenuza el «terror existencial» de Eugenia Ginzburg, de Shostakovich, de Koestler, Grossmann, Camus, Arendt o Primo Levi.

En definitiva, el libro que este jueves presenta en la librería Margen es un ensayo de ensayos (diseminados por los periódicos citados, pero también La Vanguardia, El país y Hojas Libres) y una bibliografía más que interesante para cualquiera que busque las raíces a tantos urgentes que nos atan a este inmisericorde presente continuo.