Del humor anglosajón de David Sedaris a las 'cosas' gallegas de Castelao
Las pista lectoras de esta semana animan a dejarse llevar por el fluir discursivo de 'Huesos de sol', novela publicada por Sexto Piso
'Vestido de domingo', David Sedaris, Blackie books. Hay un tipo de humor (anglosajón, norteamericano, neoyorquino) que gusta de exponerse hasta casi el ridículo, ... de desnudar miserias para reírse de ellas, de contar anécdotas en las que uno se ve inmerso como un personaje ajeno y de las que se suelen extraer consecuencias estrambóticas que terminan con un: así es la vida. Un humor que emparenta con 'Seinfeld', por ejemplo. Muy gracioso si te engancha, desconcertante si no le pillas el tono. Un tono frívolo para hablar de cosas serias. 'Vestido de domingo' es un libro de 22 relatos (casi monólogos) en los que David Sedaris repasa su vida. Desde los momentos tontos de felicidad de su infancia, como ese viaje familiar en coche en el que buscan nombre para la casa de vacaciones que su padre nunca comprará. A los más trágicos, cuando le expulsan de casa por ser homosexual. Entre los más divertidos:el 'strip poker' de su adolescencia y cuando lo confunden en un servicio sexual de limpieza.
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'Cosas', Castelao. Libros del Asteroide. Hay entre estas 'Cosas' de Castelao, escritor en el olimpo gallego, muchas 'meigas', la Santa Compaña, el miedo a la furia de un mar de pescadores, las ausencias de los que emigraron y la mirada altiva de quien regresó. Los ecos de Galicia recorren estas pequeñas historias (cuentos, chascarrillos que remiten a la tradición oral), acompañadas en esta edición por los propios dibujos del autor. El de portada ilustra uno de los relatos más tiernos:un niño cree ver a su padre en todo fornido marinero que regresa a casa tras una larga temporada en el alta mar... y en realidad el suyo es un tipo feúcho, triste, esmirriado, que nos recuerda que ya, desde la infancia, estamos expuestos a los sueños imposibles y las decepciones cotidianas. Conviene destacar ese cuento sobre el Alzhéimer: una viejecita desvela su deseo por ser madre y recibe, de quienes están a su alrededor, no emoción, sino una dura carcajada.
'Huesos de sol', Mike McCormack. Sexto piso. Todo comienza con unas campanas. El narrador está en casa, solo, con toda la mañana por delante, y escucha de fondo las campanas de una iglesia. A partir de ahí, se desencadena un fluir de pensamientos que le llevará a repasar su vida, mientras avanza una mañana perezosa en la que «la mente en reposo se desmadeja hasta el infinito y cae en cavilaciones que fácilmente se confunden con pensamientos» (162). Él, que es un ingeniero, que basa su trabajo (e intenta que también su vida) en la precisión y exactitud, se da cuenta de que no todo es medible, preciso, ajustado a criterios rigurosos, sino que, en ocasiones, las decisiones se toman por intereses (en la política ) o afectos (la familia). La vida es más precaria e inestable de lo que pensamos. Nos creemos ingenieros con todo calculado, pero llega un soplido financiero que lo desestabiliza todo, un amor que lo trastoca, un virus que lo contamina.
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