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El Foro de la Cultura da voz a mujeres que retan al islamismo radical, a Putin y a la atadura ideológicaAllá por donde se mueve la activista turca Seyran Ates (1963) la acompañan escoltas a los que llama sus «ángeles». Varias unidades de la Policía ... Nacional acordonan los accesos al Teatro Calderón reforzando la seguridad de esta mujer turca, defensora de un islam liberal, impulsora en Berlín de una mezquita donde rezan juntos hombres y mujeres y ofrece su apoyo a la comunidad LGTBIQ+. «El miedo me controlaba durante un tiempo, pero ahora mi asesor principal es la libertad», proclama en el Foro de la Cultura esta activista que sobrevivió a un atentado y vive con protección policial.
Bajo la idea 'Libres frente a la amenaza' se abría este viernes la sesión de esta octava edición del Foro con los diálogos convergiendo en la idea del miedo. Una sensación que le calaba a Daria Serenko (1993) cada vez que la policía rusa llamaba a la puerta de la casa de esta periodista crítica con el régimen de Putin. Abandonó Rusia una noche de forma urgente. «No sentía nada y eso me asustaba por todo el vacío que sentía por dentro. Me ayudó la sensación de que también otras personas intentaban conjurar ese terror; el trabajo colectivo contra el miedo es la forma más constructiva de superarlo», relató la autora de 'Deseo cenizas para mi casa', testimonio de su paso por prisión y ahora refugiada en España.
Seyran Ates
Abogada y activista
En Albania asistió la filósofa Lea Ypi (1979) a la caída del régimen comunista dirigido durante 41 años por Enver Hoxha. Autora de 'Libre. El desafío de crecer en el fin de la historia', reflexionó sobre las consecuencias de adoptar ciertas decisiones morales. «Si no existiera la libertad, no tendríamos esa sensación de miedo». Vive en la paradoja de que en Albania se acojan con reticencia sus reservas hacia el capitalismo mientras en Occidente la izquierda idealiza la dictadura comunista en la que su país vivió oprimido. «Para la gente de Albania el comunismo significa pobreza, represión, colas y escasez porque así lo sufrieron, mientras para mis amigos izquierdistas occidentales el marxismo es una teoría que no se ha ejecutado; en fin, la historia real frente a la filosofía de las ideas. Nunca me van a perdonar ni en un lado ni en otro».
El debate se abrió a la corriente de polarización ideológica que recorre el mundo. «En mi juventud éramos más plurales, podíamos tener debates, pero ahora he tenido como abogada experiencias de divorcios provocados por estar a favor o en contra del presidente turco Erdogan», expuso Seyran Ates. «Tenemos que reeducarnos y aprender a aceptar otras almas». Su activismo se centra también en educar en la democracia conectando con el islam y la mezquita. «Muchos jóvenes no saben qué es la democracia, piensan que es una religión de los países de Occidente y ellos no se sienten creyentes en ella. Por eso hay que enseñar a entender que los derechos humanos están por encima y por debajo de las instituciones, ese es el desafío en toda Europa».
Daria Serenko
Periodista rusa
Alarmada por la deriva de Trump con Ucrania y el blanqueamiento de la imagen de Putin, Daria Serenko confesó su miedo a todo lo que viene detrás. «Mi pronóstico es que va a haber más encarcelamientos políticos en Rusia, Putin no va a devolver los más de 20.000 niños ucranianos que mantiene secuestrados para someterlos a una rusificación, la dictadura va a ser más estable. No se puede pactar con el régimen, pero será como clamar en el desierto. No tengo recetas para parar las dictaduras, soy migrante, únicamente tengo la palabra y la utilizo».
Buena parte de las intervenciones eran aplaudidas por un público que prácticamente llenaba el coliseo vallisoletano. Las historias de desafío al terror y a ataduras políticas o religosas alimentaron la sesión. Animosa, la activista Seyran Ates advirtió: «No nos rendimos, que es lo que quieren los atacantes. Si nos callamos, ellos ganan», arengó la abogada, apasionada confesa del combate de ideas. «Hay que actuar, aunque solo lo hagas en tu entorno. Quienes intentan que tengamos miedo es porque ellos lo tienen».
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