Fernando Trueba: «Las películas me eligen»
El cineasta debate con su hermano David sobre realismo, humor y creación en el V Foro de la Cultura en Valladolid
La sala de cámara del auditorio Miguel Delibes fue el escenario para la conversación de Fernando y David Trueba dentro del V Foro de la ... Cultura. Con la interpelación de Angélica Tanarro y bajo el título de 'El color del cristal con el que se mira', abordaron la relación de su obra con la realidad y el humor.
Los dos pasaron por la facultad de Ciencias de la Información de la Complutense, los dos se dedicaron pronto al cine. Los 14 años que les separan sitúan los comienzos de Fernando en los ochenta, con la Movida aún en su apogeo, y los de David en los noventa. El mayor llegó al festival de Berlín con su segunda película ('El año de las luces', 1986), ganando el Oso de Oro, y seis años después, a Los Angeles ('Belle epoque', 1992). El pequeño comenzó trabajando con Emilio Martínez Lázaro y se bregó en la comedia, en las letras para cantantes, en la escritura periodística, estrenándose en la gran pantalla con 'La buena vida', en 1996. 'Vivir es fácil con los ojos cerrados' (2013) fue muy aplaudida y premiada y alterna con novelas su vida tras la cámara, la última, 'Queridos niños' (2021).
«La tradición cinematográfica en mi familia comenzó con mi padre, que era un actor y un director frustrado. Todo empezó en Villafrades de Campos», afirmó David, porque «él iba a dirigir allí una obra de teatro con niños que al final no se hizo». Cuando David era casi adolescente, Fernando ya triunfaba, «le veía más lejano, pero ahora que me he acercado a su edad, somos casi iguales». Yes que la convivencia intergeneracional, esa brecha es el lema del Foro, se diluye en cuanto se van cumpliendo años.
«Vivimos amenazados entre dos pinzas: la de los mayores que tienen una visión apocalíptica del mundo diciendo que todo se va a acabar cuando los que se acaban son ellos, y la de los adanistas, que creen que el mundo comienza con ellos, que todo es está por hacer. Ninguna de las dos visiones gana. La vida nos enseña experiencias nuevas que antes vivieron otros y que seguirán después de nosotros», dijo David.
Sea en el cine o en la literatura, David considera que siempre «parto de un elemento de la realidad: anécdotas, noticias, personas. Otra cosa es cómo decides contarlo. A veces un documental, otras una película o novela. Creo que necesitamos los cuentos, la ficción, porque si no, hay muchas situaciones que no tienen ningún sentido. Y esa construcción te permite tener una visión completa del cuadro, de las estaciones que vivimos».
Considera que toca «muchos palos y quizá por eso me he llevado unos cuantos. Intento no perder el entusiasmo en lo que hago y si sales de una película en la que hay que atender a tantas cosas, después me apetece quedarme solo escribiendo una novela. Y de fondo, el trabajo periodístico, otro oficio que me da cierta estabilidad».
Vida y humor
Por su parte, Fernando Trueba está inmerso en su segunda película de animación. «Las películas me eligen, no yo. Esta comenzó hace quince años siendo un documental. Yahora usé aquel guion para esta cinta, de nuevo con Mariscal». Hace dos años estrenó 'El olvido que seremos'. «Tuve la gran suerte de que la adaptación la hizo David, entonces al rodar me sentía muy libre, excluido de la servidumbre a las palabras». Su cine no busca contar su tiempo, de hecho «siempre me he intentado evadir de la realidad de mi vida, de mi país, del mundo. En mi infancia el cine era la evasión más barata y maravillosa». Y el tono de esa huida la marca «el humor, la única manera de soportar la vida».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión