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El Museo Nacional de Escultura de Valladolid presenta 'Grotescos verdugos'
Exposición de figuras de la Semana Santa hasta el 16 de mayo
El Museo Nacional de Escultura está acostumbrado a hacer de la necesidad virtud y lo ha conseguido de nuevo con 'Grotescos verdugos', un original proyecto ... expositivo que convierte la imposibilidad de procesionar las imágenes de Semana Santa, a causa de la pandemia, en la oportunidad para una relectura sobre la estatuaria relacionada con la Pasión. Puede que los pasos del museo no puedan salir a la calle, como acostumbran, pero algunas de sus figuras sí abandonarán su confinamiento habitual para encontrarse con el público, hasta el 16 de mayo, mezclados sorpresivamente con el resto de la colección.
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La nueva propuesta pone el foco sobre los secundarios de la estatuaria procesional -sayones, soldados y verdugos- para propiciar una mirada distinta y atípica sobre las figuras que encarnan a los malvados de la Pasión. «Son secundarios del drama, pero esenciales para la reflexión moral y para propiciar el aire de tremendismo que caracteriza la imaginería barroca», explica María Bolaños, la directora del museo. «Lo que más les caracteriza es esa fealdad exagerada, grotesca, casi patibularia, que responde a la simplicidad narrativa de un mensaje que asocia la fealdad con el mal moral». Fealdad, ciertamente, pero también tristeza, porque si hay algún rasgo que aflora de forma inesperada al contemplar estas figuras fuera de su contexto procesional habitual es justamente éste: son rostros con pena, sin luz, apagados, o incluso resignados, como si lamentaran el desagradable papel que les ha correspondido representar en la función sacramental. Lo cual tiene una explicación teológica también, pues en la concepción de la época se identifica el mal con la falta de luz interior, con la pesadumbre de una vida que no ha encontrado el recto sentido a la existencia.
Hoy, en cambio, esa tristeza de los sayones los humaniza, los aproxima a nosotros, los hace aparecer menos malvados, seres de barro frágiles y desorientados. Quizás como nosotros mismos, habitantes de uno de esos tiempos inciertos a los que alude la otra muestra del museo, la dedicada a la investigadora María Luisa Caturla.
La propuesta de 'Grotescos verdugos' saca a pasear a estos seres oscuros -algunos, como los soldados dormidos, no tan sombríos- y los coloca en lugares inesperados dentro de la permanente del museo. Allí se los encuentra el visitante, de improviso, por sorpresa, un poco a traición incluso, mezclados con las otras figuras y tallas, intencionadamente descontextualizados, y elevados por un pedestal mínimo, para realizar su vecindad con las figuras humanas que los contemplan. Es como si, después de un largo encierro, hubieran recibido el alta y permiso para, al fin, poder pasear y mezclarse con la gente.
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En cierto modo, la exposición permite contemplar estas figuras de un modo similar a como pudieron verlas los visitantes del museo cuando su colección se guardaba en el Colegio de Santa Cruz. Esa proximidad inmediata con las esculturas llevó al célebre escritor Edmundo D'Amicis a hablar de aquellas salas como de un «manicomio de gigantes», por el gran tamaño de las tallas, que también llamará la atención al visitante de hoy.
En total se trata de 13 tallas de madera que se reparten por las salas del Colegio de San Gregorio y la dependencia de la Casa del Sol. En este último espacio el contraste entre el blanco de las reproducciones históricas y la policromía de las figuras que se exponen acentúa la fuerza del contraste. La disposición también es intencionada, y así uno de los soldados dormidos de Alonso de Rojas reposa su sueño al lado de la imagen en reposo de Ariadna abandonada. Del mismo modo que otro de los durmientes acompañará al Cristo yacente de Gregorio Fernández en una de las salas principales del museo. En otros casos, la irrupción sorpresiva de la figura se refuerza por su colocación. A veces aparece de repente al entrar en la sala, y en otras se ve realzada por una ventana que la enmarca.
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La proximidad permite un estudio de las figuras más detallado y que muestra cómo los artistas recurrían a ciertos clichés para la caracterización: algunos sayones son bizcos, y muchos presentan narices prominentes y rostros duros, ásperos, de los que está ausente cualquier atisbo de armonía o serenidad. Seguramente, también, rostros más realistas, más próximos a lo que podría ser la apariencia de las clases populares de la época que los de aquellas figuras de tratamiento más idealizado -Cristo, la Virgen- que encarnan el bien moral y se ofrecen como modelos.
La inauguración de la exposición contó con el respaldo del subdelegado del Gobierno, Emilio Álvarez Villazán, que resaltó el valor de una propuesta que permite «vivir la Semana Santa de forma diferente», y del director general de Políticas Culturales de la Junta, José Ramón González, quien resaltó la capacidad del museo para generar miradas innovadoras sobre su patrimonio.
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Conciertos, proyecciones, conferencias
La exposición 'Grotescos verdugos' se ve acompañada por una serie de propuestas culturales complementarias –conciertos, conferencias, visitas guiadas y proyecciones– que buscan propiciar una vivencia diferente de la Semana Santa.
Así, el cuarteto Ribera interpretará los días 1, 2 y 3 de abril una intimista versión del oratorio de Haydn 'Las siete últimas palabras de Cristo', en la Capilla del Colegio de San Gregorio, a las 19 horas. El mismo espacio acogerá breves representaciones de la compañía Serrucho entre el 17 y el 28 de marzo con su propuesta 'Archivo'. Asimismo, El Niño de Elche presentará el 19 de abril, en conferencia, uno de sus últimos proyectos artísticos 'Auto sacramental invisible. Una representación sonora a partir de Val de Omar', autor de 'Fuego en Castilla', rodada en el propio museo.
Entre las actividades están previstas también dos proyecciones: 'L'ultima salita. La Vía Crucis di Beniamino Simoni a Cerveno', de Elisabetta Sgarbi y Giovanni Reale, un poema visual de gran belleza estética que no elude la reflexión sobre el sentimiento religioso y que podrá verse en la Casa del Sol en bucle durante su horario de apertura, y 'Lejos de los árboles', de Jacinto Esteva, que se proyectará el 24 de abril a las 19 horas en el salón de actos del Palacio de Villena.
Además, el programa 'Pasiones vivas' permitirá ofrecer una nueva perspectiva sobre la Semana Santa. Las visitas serán los días 23, 25 y 30 de marzo y 6 de abril, a las 12 horas, y será necesario inscribirse previamente. Finalmente, el 10 de abril el musicólogo Luis Gago impartirá un encuentro de iniciación a la ópera.
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