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La obsesión por el paso del tiempo condujo a Iván Villapecellín a documentar la despoblación rural en Castilla y León en un archivo con más ... de 3.000 fotografías. En los últimos dos años, otras inquietudes del artista -paisaje castellano y duelo familiar– han encontrado cauce expresivo en la pintura. Así ha fraguado la exposición 'Texturas del tiempo', 24 lienzos creados en su estudio abuhardillado de Olmedo reunidos en la sala Teresa Ortega Coca del Palacio de Pimentel.
La muerte de su padre sumió a Villapecellín en un duelo recordatorio que halló réplica en una abstracción repleta de texturas, en composiciones creadas en su mayoría en acrílico y óleo combinando una variada paleta de marrones, negros y grises. También en ese contexto elaboró el diario de una pérdida que ha estructurado en la serie 'Luto', un mosaico en doce tablas a modo de calendario vital de tristezas. «Me pregunté cuánto dura el luto, me dijeron que un año, así que volqué mis sensaciones mes a mes», aduce el artista explicando la pieza mientras recorre la sala gestionada por la Diputación Provincial de Valladolid.
El paisaje es otra de las inquietudes que remueve al olmedano y le ha llevado a trasladar a sus cuadros composiciones creadas con serrín, arena, cáscaras de almendra, tierra, hierba, betún, paja e incluso vino: «Utilizo elementos de la naturaleza que tenemos a mano, nos rodean y nos suelen pasar desapercibidos». Restos que hallan acomodo expresivo en el imaginario de este artista vallisoletano que, valiéndose de ellos, fantasea levantando paisajes castellanos donde un palomar o un poste de la luz se abren paso entre sembrados y cielos infinitos; un campo arado o un 'amanecer/atardecer' que no acaba de llegar son imaginados en una gradación armónica de tonos berenjena y tierra.
El taller de carpintería ha dejado rastro pictórico en el uso de cola, serrín o barnices en algunos cuadros concebidos como homenaje al oficio de su padre, huella también de una ausencia que configura el universo simbólico de buena parte de la muestra. La materia combinada con la abstracción se sobrepone al vacío en lienzos que presentan marcas, grietas y arañazos que remiten a cicatrices vitales. Y también a la furia que muestra en un vídeo al artista arrojando en reiteradas ocasiones un cuadro contra el suelo de un descampado. 'Alma', 'Pena', 'Caminos', 'Campos', 'Óxidos', 'Arado'... títulos breves para estas punzadas pictóricas que invitan a visitar despoblados del alma acorralada por la pérdida.
La muestra se puede ver, con entrada gratuita, hasta el 22 de junio, de martes a domingo, de 12:00 a 14:00 horas, y de 19:00 a 21:00 horas.
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