La Fundación Casas Históricas y Singulares premia la restauración de un molino de Tudela

«Esta obra ejemplar aúna vieja arquitectura, de origen medieval, con un concepto contemporáneo. Y además ayuda a mantener la imagen tradicional del lugar donde se ubica», se señala en el fallo. Destaca que el complejo forma parte de un conjunto con el puente de piedra de 1852 y su valor se ve realzado al ser considerado ejemplo de un patrimonio industrial hoy casi desaparecido en esta zona del río Duero. «Arquitectónicamente es también un edificio de gran interés –arguye Roberto Valle–, pues dentro de su sencillez constructiva encierra una gran sabiduría en las soluciones adoptadas en el aprovechamiento de la energía hidráulica para poder estar sobre el agua y por su adaptación al uso para el que se construyó, con piezas de piedra en sus fábricas y soluciones constructivas que encierran un saber, un ingenio y un conocimiento producto de muchos años de experiencia».

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Los trabajos de recuperación, restauración y adaptación al nuevo uso como vivienda se iniciaron en 1990 y se han prolongado durante doce años en diferentes etapas. «El proyecto era muy complicado, porque el molino estaba en ruina, sin uso y abandonado;suponía una inversión importantante, lo que obligó a plantearse un plan de etapas».

El arquitecto refiere también que la rehabilitación ha permitido «recuperar un lugar muy presente en la memoria de la gente de la localidad, que desde generaciones recuerdan haber tenido alguna vivencia vinculada al molino, al molinero y a la evolución del edificio a lo largo de siglos».