La chopera emparedada emerge en Las Cortes
'Rastros 27', de Ángel Marcos, vuelve restaurada al hall del Gobierno regional tras siete años retirada por desperfectos
El hall de las Cortes de Castilla y León recibe de nuevo al público con el fresco verdor de una chopera. La obra 'Rastros 27', ... de Ángel Marcos, luce de nuevo en la pared que la recibió en 2007. Retirada en 2018 por la aparición de unas manchas azules en las juntas de los tres paneles que conforman la pieza, ha sido restaurada y devuelta a su lugar original tras un largo periplo en el que su autor se ha ido reuniendo con los sucesivos presidentes de la casa.
El vacío de 10 metros de largo por tres de ancho ha vivido distintas etapas. Marcos tiene en mente rebautizar la obra tras sufrir dos «emparedamientos» en este lapso. «Es una obra que tiene vocación de emparedado, ya que además de estar escondida durante mucho tiempo, en una reciente exposición también fue tapada. Estoy considerando renombrarla y titularla 'El árbol emparedado'», dice el fotógrafo medinense que recuerda su gestación. «Es un árbol enorme, un nogal en medio de una chopera en la Ribera del Duero. Tiene algo de templo rodeado por los chopos, como si estos lo veneraran. Luego cuando talaron la chopera también cortaron el nogal».
Trasladó aquel bosque-templo a una película transparente, «como una diapositiva entre cristales», que también llevaba acero inoxidable y fluorescentes que generaban la luz. «Al cabo de diez años, en 2018, aparecieron unas manchas azules en la parte central de la pieza, donde estaba el árbol. Al ser tan grande está dividida en un tríptico», recuerda Ángel Marcos.
«Eran unas manchas extrañas pues habíamos utilizado un material muy resistente a la luz, a la filtración ultravioleta, preparado para durar muchos más años». En Las Cortes decidieron retirarla sin comunicárselo al autor.
Marcos habló sucesivamente con todos los presidentes de esta institución. «Les hice llegar dos informes sobre las posibles causas de ese deterioro y demostraban que no era mi responsabilidad. Ambos concluían que las manchas eran consecuencia de aplicar una silicona inapropiada para reforzar la unión de las juntas de los paneles del tríptico. La idea era buena pero el material elegido no, ya que usaron una silicona indicada para hormigón y edificios que tiene un alto contenido ácido. Eso provocó la mancha porque echó a perder el pigmento amarillo de la película y el azul se apoderó de todo». En 2018 las Cortes optaron por desmontar parte de la pieza y emparedar la parte que no podía extraerse pues dañaría la piedra de la pared. «Entonces no hubiera sido caro arreglarlo pero se optó por retirarla. He ido solicitando que lo arreglaran ya que había cierta demanda pública».
Posteriormente se restauró, «precisamente por Secrisa la misma empresa que la montó y conocía la pieza. Se ha arreglado y se han sustituido los fluorescentes por leds, más sostenibles y duraderos, además de rehacer la pieza central». De nuevo dispuesta como fondo de las fotografías de los visitantes.
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