Castilla y León rastrea 300 de sus tesoros expoliados o vendidos dispersos por el mundo
Un equipo de investigadores sigue la pista y documenta un catálogo digital para rescatar la memoria de piezas que en los siglos XIX y XX recalaron en museos y coleccionistas de otros países
La reja del coro de la Catedral de Valladolid (siglo XVIII) es una de las joyas del Metropolitan Museum of Art de Nueva York. Allí ... también recaló a mediados del pasado siglo el ábside de la iglesia de San Martín de Fuentidueña (Segovia), del siglo XII; de la misma época medieval, el monasterio de Santa María la Real de Sacramenia (Segovia) fue desmontado piedra a piedra –35.784 en total– en 1925 y hoy se exhibe reensamblado en un jardín de Miami; la tabla 'Adoración de los Magos' pintada por Juan de Flandes hacia 1508 para la iglesia de San Lázaro en Palencia se expone en la National Gallery de Washington; y el retrato de San Andrés pintado por Nicolás Francés en 1460 para la iglesia de San Félix en Villalobos (Zamora), luce en el Museo Prefectural de Nagasaki (Japón).
Estas piezas son parte de la punta de lanza del patrimonio de Castilla y León disperso por el mundo: arte expoliado o vendido a museos y coleccionistas de otros países que salió de alguna de las nueve provincias, principalmente durante los siglos XIX y XX, y cuya memoria intenta rescatar el proyecto Nostra et Mundi, emprendido por la Fundación Castilla yLeón.

Participan en esta iniciativa profesores de varias universidades de Castilla y León que han creado un catálogo en la web de Nostra et Mundi en el que cada día ingresan bienes culturales una vez documentado su lugar de procedencia, historia, la ubicación actual y las vicisitudes que llevaron a su salida al extranjero. Una parte de ellas ya estaban históricamente documentados por especialistas y se enriquecen con nuevas aportaciones; otras se incorporan por primera vez.
263 piezas descritas en las nueve provincias
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Ávila: 6 obras
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Burgos: 56 obras
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León: 16 obras
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Palencia: 44 obras
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Salamanca: 32 obras
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Segovia: 19 obras
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Soria: 27 obras
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Valladolid: 38 obras
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Zamora: 25 obras
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Se han descrito 263 piezas en las nueve provincias. En otras 15 obras del extranjero se está documentando su procedencia y el resto, hasta 300, están pendientes de publicar en la web nostraetmundi.com/
Este registro del patrimonio castellano y leonés disperso fuera de España se empezó a elaborar hace ahora un año y lleva contabilizadas 300 obras de arte. Incluye pinturas, esculturas, piezas de orfebrería y platería, paramentos y restos arquitectónicos, arqueológicos, manuscritos iluminados, libros de coro... «Abarcamos un contingente de obras de muy diverso signo, es un proyecto tan ambicioso como complicado», esgrime María José Martínez, coordinadora de Nostra et Mundi y profesora de Historia del Arte de la UVA.
El equipo de expertos se ocupa de rastrear colecciones de museos internacionales a partir de 'batidas' bibliográficas y documentales. «Esto va mucho más allá de hacer un muestrario de obras de la comunidad, supone contar por qué salieron de nuestra tierra, conceder importancia a su historia y conocer el motivo por el que han ido a parar a Nueva York, Los Ángeles o Berlín; por qué manos fueron pasando, cuándo y cómo se vendieron, qué coleccionistas las tuvieron, donde se ubican ahora...».

Las pesquisas se inician a partir de catálogos digitales y registros bibliográficos y documentales en los propios museos así como en otro tipo de instituciones a las que los investigadores solicitan información. Unas son más receptivas y generosas a la hora de responder, otras menos. «En algunos casos tienen las obras catalogadas como procedentes de la comunidad y en otros no se alude a su origen».
El Metropolitan neoyorquino es uno de los museos extranjeros con más obras de la región en sus salas. Las 300 piezas fuera de España localizadas hasta la fecha proceden de 68 ubicaciones de la comunidad y permanecen repartidas en noventa destinos diferentes de catorce países.
Museos y coleccionistas de Estados Unidos están a la cabeza en la posesion de piezas en la 'diáspora' con cerca de cuarenta. Solo el Metropolitan custodia catorce obras, entre ellas las pinturas murales del monasterio de San Pedro de Arlanza (Burgos) y de San Baudelio de Berlanga (Soria), ambas de los siglos XIII y XII, que salieron de España en 1931 y en 1961. Acceder al catálogo permite viajar de pieza en pieza expoliada o vendida siguiendo su trazabilidad a través de historias en pueblos y ciudades.

En esta iniciativa participan Miguel Ángel Zalama y Fernando Gutiérrez Baños, catedráticos de la UVA; de la Universidad de Burgos Cristina Borreguero Beltrán, catedrática de Historia Moderna, y Ana Diéguez Rodríguez, profesora de Historia del Arte; Miguel Hermoso Cuesta, de la Complutense; Gracia María Gil Martín, profesora asociada de la Universidad de Burgos; Isabel Escalera Fernández, de la UVA, y se acaban de sumar al equipo José Alberto Moráis Morán, profesor de la UVA, y David Sánchez, de la Católica de Ávila.

«Varias causas explican la pérdida de estos tesoros», observa Martínez. «Primero la ocupación francesa y la Guerra de la Independencia, con expolios y destrucción de arte;luego la Desamortización de Mendizábal que dejó en situación vulnerable el patrimonio de edificios religiosos, expuesto al mejor postor». A ello se añadió la gran demanda internacional de arte, sobre todo desde EE UU de la mano de coleccionistas como Hearst, el marchante Arthur Byne, Melon, Rockefeller... En aquel momento se estaba gestando el catálogo de importantes museos nacidos a finales del siglo XIX que se hacen con tesoros que en buena parte proceden de Europa y de manera singular de España, con especial incidencia en Castilla y León, donde el principal vendedor fue la Iglesia y particulares.
La frágil legislación –apunta Martínez– favoreció la salida de tesoros del país. La Ley del Tesoro Artístico, impulsada en 1933 por Ricardo de Orueta –creador del Museo Nacional de Escultura en Valladolid– junto a otras iniciativas legislativas intentaron frenar la salida de arte.
Entre tanto, el catálogo de Nostra et Mundi sigue creciendo. Las dos últimas incorporaciones de esta semana, unas esculturas de San Miguel y San Pablo del desaparecido monasterio de Sahagún que ahora se consevan en el Fog Museum de la Universidad de Harvad.
Carlos Pollán: «Ofrecimos colaborar a la Consejería de Cultura, pero no les pareció interesante»
El proyecto Nostra et Mundi nació, en palabras del presidente de las Cortes, Carlos Pollán, con el propósito de «reafirmar la idea de que ese patrimonio disperso hay que sentirlo como propio aunque no esté entre nosotros». Está satisfecho Carlos Pollán (Vox) con la repercusión que está teniendo el catálogo añadiendo piezas cada semana. Solo lamenta la «falta de implicación de la Consejería de Cultura», en manos de Gonzalo Santonja, el único consejero de Vox que tras la ruptura del partido de Abascal con el Gobierno de Fernández Mañueco permanece en el Ejecutivo del PP. «Hace más de un año les planteamos (a Cultura) la posibilidad de colaborar, pero no les pareció interesante; imagino que ahora puedan estar arrepentidos y recapaciten».
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