Óscar Puente

Francisco de Cossío vuelve a la Casa Revilla, que estrena salón con su nombre

El alcalde glosa la figura del periodista y escritor, director de El Norte entre 1931 y 1943

Victoria M. Niño

Miércoles, 20 de abril 2016, 12:18

Su nombre en el dintel de la puerta de acceso al salón de actos de la Casa Revilla recuerda desde ayer a uno de los moradores de ese palacio, al periodista, escritor y académico Francisco de Cossío. El que fuera director de El Norte de Castilla y del Museo Nacional de Escultura concitó ayer a familiares, autoridades y jóvenes estudiantes de periodismo, que acudían al Congreso de Columnismo en el que se enmarcaba el acto. El alcalde Óscar Puente descubrió la placa con el nombre del escritor.

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Puente glosó la figura del sepulvedano que perdió pronto a sus padres y vino con su abuela a vivir en la Casa Revilla. Primero acudió al Colegio Santo Tomás, en Torrecilla, después al San José. «Fue allí donde comenzó a escribir un periódico que se pasaba de carpeta en carpeta», explicó el alcalde, que recomendó de entre todos los libros de Cossío sus Confesiones. Lector y escritor en esa casa, estudió Derecho con desgana y se apasionó por el periodismo. Su amigo Federico Santander le abrió el camino a El Norte de Castilla. El alcalde subrayó una de las sentencias que dejan vislumbrar el alma del referido: «Siempre he sido fiel y a mis ideas y a mis amigos, y así no se hace carrera». Puente destacó que la placa salda una deuda «con uno de nuestros vecinos más ilustres».

Carlos Aganzo, director de El Norte de Castilla, recordó la faceta periodística de Cossío, que amanece en un diario con anteriores responsables como «César Silió y Santiago Alba, quienes además fueron ministros. Era un momento en el que Valladolid influía en Madrid». Aganzo definió a Cossío como el primero de la «tríada capitolina de los directores escritores de El Norte, seguido de Delibes y Jiménez Lozano». Las ideas políticas «le costaron persecución y destierro a Chafarinas, durante la dictadura de Primo de Rivera». Francisco de Cossío dirigió El Norte entre 1931 y 1943, «le toca ponerse al frente en los años más duros, hasta que nombran al sacerdote Herrero para sustituirle». Aganzo considera que el albismo, las ideas liberales que defiende Cossío, son las que retomará Delibes. «Publicó 20.000 artículos, por eso quiero reivindicar su condición de articulista, que se ha estudiado poco». Lola Pérez de Cossío, la única nieta del periodista que vive en Valladolid, agradeció «conmovida e ilusionada» en nombre de la familia el gesto de la ciudad que tanto quiso su abuelo.

Tras estas intervenciones, el congreso Valladolid capital del columnismo retomó su actividad en una mesa redonda titulada Escribir de urgencia.

Rubén Amón, periodista de El País, explicó que siempre ha trabajado «en periódicos bajo la presión de la hora del cierre. El reloj es para mí un estímulo, agradezco tener una buena historia y poco tiempo para contarla. Ambos son estímulos. Un análisis frío de las cosas requiere otro plazo, pero yo trabajo bajo presión».

Por su parte Ignacio Ruiz-Quintano, de ABC, es columnista «porque, como en el fútbol, me pusieron allí y luego me fueron dejando. Ahora todos quieren ser columnistas, entonces nadie porque los que había eran tan buenos. Hoy no existe el sentido del ridículo». El veterano de la mesa reconocía que «solo tuve un lío con Pedro Ruiz pero Guillermo Luca de Tena me defendió, aunque estaba de prácticas, porque sus periodistas eran lo primero. Hoy si armas jaleo te echan». Emilia Landaluce, columnista en ABC y ahora en El Mundo, tiene en cuenta «los condicionantes de cada medio. No puedes escribir lo mismo en un diario que en otro».

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