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El 'Bucle abierto', de Eva Lootz.
El Patio Herreriano muestra parte del fondo que dormía en el almacén

El Patio Herreriano muestra parte del fondo que dormía en el almacén

‘Los grupos del 57’, ‘Loozt, Miura y Schlosser’ y ‘El arte de los ochenta’ inauguran ExpoColección

Victoria M. Niño

Martes, 17 de febrero 2015, 18:54

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La colección permanente que guarda el Patio Herreriano es tan grande, 1.137 obras, que algunas de ellas han estado permanentemente en el almacén. Para que puedan tener un sitio en las salas frente al público, el museo de arte contemporáneo bautiza como ExpoColección a la rotación de obras, a sus nuevos proyectos expositivos tanto del fondo como en su conversación con las muestras temporales. Inaugura esta nueva etapa y denominación la formada por Los grupos del 57, Loozt, Miura y Schlosser y El arte de los ochenta.

Con el objetivo de dar más versatilidad al espacio y al tiempo en el museo, estas distintas maneras de exponer sus obras comenzarán en cuatro salas. En la primera planta puede verse una síntesis del arte español en torno a 1957, un momento de cambio que cristalizó en grupos artísticos como Parpalló, El Paso y Equipo 57.

Cambio de luz

Parpalló surgió en Valencia y la colección tiene obra de Sempere, Alfaro y Amadeo Gabino. La escultura de Alfaro El torso se muestra por primera vez. «Había algún problemilla técnico y el propio artista la ha repintado para la ocasión», explica Beatriz Pastrana, coordinadora de la colección del Patio Herreriano. «Hay obras comodín de El Paso que siempre pide el público como las de Millares, Feito, Rivera. La colección tiene muchas referencias de ellos como puede verse en los lienzos de Chririno, Guinovart, Saura, un Tàpies de su primera etapa que también hace tiempo que no se expone». Del Equipo 57 hay un lienzo CO-57 que «es raro que salga, no se puede prestar porque se hizo sobre otro lienzo anterior y es de delicada conservación.Aquí hay una escultura de Oteiza porque de él bebe este grupo». Al término de esta sala, el lienzo con arpillera metálica de Rivera Me duele España.

El tornasolado gris descubre sus matices a la luz de la nueva instalación eléctrica del museo. El ahorro energético impulsó un cambio al LED que proyecta una luz más neutra y mejora la percepción cromática. La segunda sala está dedicada a tres artistas extranjeros que llegaron a Madrid en los sesenta y decidieron quedarse, Eva Lootz, Schlosser y Miura. «Es un montaje más poético, más conceptual. Hay un trabajo centrado en los materiales orgánicos», explica Pastrana. Del bambú de Villèia, referente de Schlosser, a la fibra de vidrio y la parafina de Loozt, pasando por la madera y el betún de Miura, con granito, arpillera o fieltros de por medio.

Dos pisos más arriba, la primera ExpoColección sigue en las salas 6 y 7, centradas en El arte de los ochenta, con doble entrecomillado porque no es cronológicamente exacto, la referencia es estética y abarca los setenta que preconizaron los temas y las técnicas de la siguiente década y las huellas de esta en los noventa. «Aquí ya hay una vuelta a la pintura, a los colores, a la narratividad, pero interpretados en una gran variedad de registros. Tras la omnipresencia de los maestros Oteiza yChillida en la escultura, se vuelve a ella de otra manera, hay una renovación». El turismo, la televisión, el mundo del cómic, los grafitti, son algunos de los vectores que convergen en una estética diferente. Prensa, Baldeweg y Barceló abren este espacio. Obras tan personales como la de Zush, en concreto The island man no había sido nunca expuesta «porque es muy difícil de casar».

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