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La pandemia del coronavirus ha hecho mella en muchos hábitos de vida y de consumo. También los estanqueros han detectado, fundamentalmente en las primeras ... semanas de confinamiento, un cambio de tendencia en su negocio. La obligación de permanecer en casa el mayor tiempo posible, el cierre de la hostelería –con la consiguiente inutilización de las máquinas expendedoras y la eliminación total del ocio en la calle, en estrecha relación con el consumo de tabaco– y el temor al desabastecimiento hacen que los fumadores recurran a los estancos, pero también de un modo diferente.
Los datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos confirman el aumento de ventas en el mes de marzo –últimos datos oficiales publicados–, con 2.047.752 cajetillas vendidas en Valladolid frente a las 1.718.792 del mes anterior. Este aumento puede estar relacionado con un mayor consumo durante el confinamiento inicial, pero todo hace indicar que responde a que el tabaco se ha vendido en cartones, muy por encima de la cajetilla, porque los fumadores necesitaban hacer acopio de paquetes en casa.
La tendencia al alza también se ha dado en Castilla y León, y en España. Solo en marzo, cuando a mediados de mes se decretó el estado de alarma, las ventas de cigarrillos se incrementaron en la comunidad casi un 6,8%, pasando de 8.802.931 cajetillas en 2019 a 9.400.283 en este año.
En el primer trimestre, las ventas de cigarrillos ha aumentado en la comunidad un 5,5%, ya que hasta el 31 de marzo se despacharon en los estancos de Castilla y León 27,48 millones de cajetillas frente a las 26,04 del mismo periodo de 2019.
Todas las provincias registraron un comportamiento al alza. Palencia ocupa el primer lugar, con un aumento del 8%. Le sigue Salamanca (el 7,7%, de 3,39 a 3,36). Valladolid ocupa el tercer lugar (con un incremento del 6,8%, pasa de 5,51 millones de cajetillas en marzo de 2019 a 5,88 en el mismo mes de este año); Burgos (6,3%, de 3,96 a 4,21); Soria (5,8%, de 957.191 cajetillas a superar el millón); Segovia (5%, de 1,56 a 1,63); Ávila (4,6%, de 1,71 a 1,79); Zamora (3,4%, de 1,86 a 1,92); y León (2,3%, de 5,23 a 5,35).
Los estancos fueron considerados como actividad esencial al decretarse el estado de alarma, lo que les obligó a abrir un mínimo de 44 horas semanales. Al ser concesionarios del Estado, han defendido que ejercen un servicio público por vender además de tabaco otros productos, entre ellos abonos de transporte, tarjetas de recarga para el teléfono o prensa, fundamentalmente en el medio rural, ya que en algunos pueblos son el único punto de abastecimiento de alimentos y productos de primera necesidad. Todo ello para contrarrestar también las voces de asociaciones antitabaco que reclamaban que cerraran durante la pandemia, argumentando que no no es un un bien de primera necesidad y no se puede equiparar con alimentos y medicamentos.
El repunte se ha traducido en unas ganancias superiores a 145 millones en el primer trimestre, 7,6 más que un año antes, según se desprende de las estadísticas del Comisionado para el Mercado de Tabacos, organismo autónomo dependiente del Ministerio de Hacienda.
Aunque enero es un mes fuerte en el sector, el acumulado del primer trimestre de este 2020 arroja unas cifras de negocio muy por encima del mismo periodo del año anterior. Valladolid suma 30,93 millones de euros en ventas de tabaco en el primer trimestre del año (29,02 en 2019) de los 145,24 millones de euros que contabiliza Castilla y León (el año anterior fueron 137,64). En España, el tabaco facturó 2.735 millones de euros en el primer trimestre del año, y 2.664,5 millones el ejercicio anterior.
Son datos al alza en el contexto del coronavirus, pero que deben apreciarse dentro del progresivo descenso que el consumo de tabaco ha registrado desde la ley de 2005 y desde su endurecimiento en 2010, impulsado también por el alza de precios.
La adicción al tabaco ha descendido. Así lo demuestran las cifras de venta de cigarrillos, tabaco de liar y de pipa –solo los puros han experimentado un incremento que ya parece congelarse o descender– y también lo reflejan las diversas encuestas y estudios sobre el hábito. Es la cara buena de los logros de la ley antitabaco –pese a su consolidación y relajación posterior de inspecciones– que facilitó también el exponencial incremento de los precios.
El estudio realizado por Top Doctors entre especialistas médicos de la sanidad privada, en el marco de la próxima celebración el 31 de mayo del Día Mundial del Tabaco, revela que el 40% de los encuestados asegura haber fumado más desde que empezó la crisis del coronavirus.
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