La tercera semana de coronavirus en Castilla y León se inicia con la vida al ralentí y el foco en las urgencias sanitarias
La situación ha pasado de la curiosidad social por los primeros casos localizados en Valladolid y Segovia al confinamiento de las personas en sus hogares
Pocos –por no decir nadie– podía aventurar que aquellos curiosos que miraban por las ventanas el precinto de la Guardia Civil en el parque tecnológico de Boecillo, en Valladolid, estarían hoy, apenas tres semanas después, observando de nuevo por la ventanas, pero esta vez de sus hogares.
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Mucho ha cambiado en poco tiempo desde la confirmación del primer caso del coronavirus en Castilla y León. Fueron dos en una misma jornada, en la tarde del jueves 27 de febrero, cuando la curva infectiva del Covid-19 inició su ascenso hasta los casi trescientos casos confirmados hoy en la comunidad.
Del caso concreto de un ingeniero iraní –de paso– en la provincia vallisoletana, al «descuidado» alumno italiano, de regreso a la capital segoviana tras visitar a su familia en Milán. Los dos sucesos primigenios en la comunidad no dejaban entrever el camino que seguiría la trayectoria ascendente en la propagación del virus, hasta obligar ayer a que la Unidad Militar de Emergencia (UME) comenzará a realizar «reconocimientos previos» en León, junto a otras ciudades como Madrid, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria.
La situación también ha variado en las últimas horas en las distintas provincias. Burgos ha dejado de ser el foco más infeccioso en detrimento de Valladolid y Salamanca, en una realidad, que no por esperada, «preocupa» a las autoridades sanitarias, que ya han dispuesto los hospitales de campaña con la comunidad declarada zona de transmisión comunitaria, con nueve fallecidos, y una avalancha de contagiados para la que los sanitarios se preparan «como buenamente pueden», aseguran fuentes del Hospital Río Hortega de Valladolid, en una declaración extrapolable a todos los centros de salud del territorio.
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Es por esta situación que este domingo el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea –para más inri médico–, hiciese un llamamiento a toda la población, a particulares y empresas, a individuos y grupos, para colaborar con equipos de protección, mascarillas y otro tipo de material sanitario que ayude a paliar la situación «delicada» de los hospitales.
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Una muestra más del cambio experimentado en apenas unos días, en los que las miradas curiosas hacia esos primeros trajes de aislamiento plastificados y amarillos –de los mil y uno 'memes' en las redes sociales– a los aplausos y la reverencia social hacia los servicios sanitarios, reconocidos con emotivos aplausos desde esas ventanas desde las que ahora la población ya no mira con curiosidad, sino con cierto anhelo por la libertad perdida en pro de un bien común.
La Unidad Militar de Emergencia se desplegó ayer en León, al igual que en otras seis ciudades del país
El primer día de confinamiento tras el decreto de estado de alarma por el Gobierno, estuvo acompañado por el himno de la alegría o el de España, en muchas comunidades de vecinos, los pasodobles de Manolo Escobar, en una clara semejanza a esa forma de ponerle la mejor cara –o banda– a una reclusión que comenzó en Italia, país al que ayer España ya superó en la famosa curva infectiva, al duplicar en una jornada las víctimas mortales, con casi trescientos muertos y dos mil nuevos contagios en apenas 24 horas.
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El drama de los fallecidos y sus familias, con diez víctimas en Castilla y León –todos de avanzada edad y con patologías previas– es esa realidad a la que se alude desde las autoridades para pedir «responsabilidad individual» a cada persona para quedarse en casa.
Los agentes de Policía fueron ayer los testigos del confinamiento mayoritario de la sociedad. Sin embargo, eso no evitó para que denunciasen que seguía habiendo ciudadanos, ajenos a la normativa actual, que pretendían seguir con su vida sin confinamiento. La primera detención se realizó en Zamora, mientras que también se aplicaron sanciones en Valladolid, con viandantes en el parque de Las Moreras o ciclistas que pretendían mantener su paseo dominical, incluso con enfrentamiento con los agentes, que también desplegaron controles en todas las ciudades.
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La Policía informa de que el primer detenido por saltarse el estado de alerta se produjo en Zamora
Para evitar la tentación, se cerraron recintos como el Campo Grande o los parques infantiles en Valladolid; o el Monte El Viejo, en Palencia. La imagen del despliegue policial en la comunidad distó mucho de otras, como la del mercado de París, con miles de personas en las calles, pese que el Gobierno francés decretase también el estado de alerta máxima.
Forman parte de esa parte de población «que existe», según los representantes de las agencias de viajes, que todavía llaman para preguntar «si se podrá volar en Semana Santa» a sus reservas vacacionales; o los cientos de españoles que «volaron» a Italia con el brote iniciado para disfrutar «de sus vacaciones de Carnaval», y que ahora contemplan como más de 70 países no les dejarían ya entrar.
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Actos vándalicos en Candelario contra turistas
«Hay una calma tensa», describe un joven vecino de Candelario, que ayer, como el resto del pueblo salmantino, se enteraba de que varios coches vinculados a turistas «o personas foráneas» al pueblo habían amanecido con las ruedas rajadas.
Uno de los fallecidos por coronavirus de la provincia charra era de Candelario, y las habitantes del pueblo de la sierra de Béjar están «especialmente afectados», añade este vecino, quien también ha vuelto a casa «de fuera», con la crisis del coronavirus. «Ahora mismo, todo el mismo tiene miedo, y la forma de reaccionar ha sido esta», señala este vecino, que guarda el confinamiento en su casa, aunque admite que «tiene suerte», al poder disfrutar al menos de su jardín.
Poco después de conocerse los hechos, el Ayuntamiento de la localidad salmantina hizo un llamamiento para pedir «la reflexión y el comportamiento responsable y cívico». Según el comunicado del Consistorio, «este tipo de comportamientos no tienen ningún tipo de justificación y degradan la convivencia» en el municipio, por lo que volvieron a hacer «un llamamiento a la tranquilidad y el sosiego» como sucedió el jueves, tras la confirmación de un caso de coronavirus Covid-19 en la localidad salmantina.
En ese sentido, desde el Consistorio afirman que «no vale escudarse en la supuesta irresponsabilidad de otros para cometer actos delictivos contra los bienes», estableciendo una posible relación entre los actos vandálicos y la presencia desde el viernes de turistas y visitantes.
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