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Suárez-Quiñones (de traje) a su llegada a las Cortes regionales. M. chacón/ Ical
Campaña forestal

Suárez-Quiñones no contempla «un futuro sin fuegos catastróficos»

El titular de Medio Ambiente rechaza dimitir mientras la Fiscalía investigará la gestión del incendio de la Sierra de La Culebra

Antonio Corbillón

Valladolid

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Lunes, 25 de julio 2022

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«No voy a dimitir. Estoy aquí para trabajar». El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, zanjó cualquier duda en sus primeras palabras a la entrada de las Cortes regionales, donde compareció ayer para explicar la gestión de la oleada de incendios que sufre Castilla y León. Se presumía una sesión tensa y, tal vez por eso, en la puerta le esperaba un inusual apoyo de parlamentarios de la coalición de gobierno (PP y Vox) para arroparle. Un auténtico 'cortafuegos' político.

En realidad, Suárez-Quiñones debía explicar la actuación de la Junta en el fuego de la Sierra de la Culebra de hace un mes. Pero la realidad se impuso y, durante más de hora y media, resumió la pavorosa ola de focos que, incluso mientras hablaba, siguen devorando la comunidad.

Ochenta mil hectáreas quemadas después, el titular de Medio Ambiente y, ante la previsible beligerancia en la sesión, optó por socializar esta lacra. Recordó que estos seis meses de 2022 «han calcinado el 0,4% de la superficie española». Y usó el siniestro de junio en La Culebra para explicar por qué se repite una y otra vez el mismo patrón y que resumió en que «la realidad de los datos meteorológicos está muy por encima de las previsiones».

Eso significa que, en la lucha contra estos nuevos incendios, «la virulencia y comportamiento explosivo quedan fuera de la capacidad de extinción». De ahí que centrarán todas las fuerzas en evitar la pérdida de vidas (murieron dos personas en el último siniestro en Losacio, Zamora).

Suárez-Quiñones insistió en que este es «un problema global que exige soluciones globales». Y advirtió contra un futuro en el que «no es contemplable un escenario sin fuegos catastróficos». Y en el que solo queda «trabajar para reducir su frecuencia y acotar su gravedad».

Para lograrlo desgranó hasta siete líneas de trabajo que van desde la transformación del operativo de lucha contra el fuego (ya hay un compromiso de mayor estabilidad laboral y mejores medios), más cooperación entre las administraciones, apoyo a la ganadería extensiva, planes de defensa de los municipios en zonas de alto riesgo y un modelo de gestión forestal. Respecto a este último, reconoció que hay limitaciones insalvables. Con 5,1 millones de hectáreas verdes, Castilla y León necesitaría unos 10.200 millones de euros periódicos (2.000 euros por hectárea) para tratamientos silvícolas.

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Más allá del apoyo cerrado de Vox, que volvió a hablar de «fanatismo climático» de la oposición, pocas veces se habrá escuchado en las Cortes una petición tan vehemente de dimisión o cese por parte del resto de grupos. El portavoz del PSOE, José Luis Vázquez, habló de «farsa, indecencia, indignidad y provocación». Acusó al Gobierno regional de «generar un relato para dar cobertura a alguien que no debería estar y que anuncia ahora que va a revisar un modelo que no ha tocado en 20 años».

Desde el Grupo Mixto, Francisco Igea, aseguró que «el único incendio que les preocupa es del propio PP» y que «el futuro fue el año pasado (por el fuego de Ávila). ¿Qué han hecho en este tiempo? Nada porque estaban a otras cosas», se respondió a sí mismo.

Vídeo.

La comparecencia en las Cortes coincidió con el anuncio de la Fiscalía de Castilla y León de abrir «diligencias de investigación sobre la posible comisión de hechos constitutivos de delito» de Suárez-Quiñones, tras el incendio de La Culebra (Zamora).

La admisión la confirmó la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO que presentó una denuncia el 4 de julio contra el consejero y «otros eventuales funcionarios» por no haber declarado el periodo de peligro alto a mediados de junio. Esta información 'sobrevoló' la sesión parlamentaria, hasta el punto de que Igea confió en que «antes de que le lleve por delante la Fiscalía, debería llevarle la vergüenza».

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