Castilla y León

Recomponer el grupo parlamentario del PSOE, el gran reto para un Carlos Martínez sin escaño

«El día después pasa por el 21 y 22 de febrero», dijo, recordando las fechas del congreso autonómico socialista. «Vamos a ver cómo está la configuración, qué personas plantean cada uno de los trabajos y armar un proyecto desde lo consolidado», añadió.

Pero para llegar a esa fecha queda mucho que dirimir aún. Lo primero, qué papel tendrá que jugar Luis Tudanca. El calendario de sesiones de las Cortes de Castilla y León se reanuda en febrero. Habrá dos plenos antes de que se celebre el congreso autonómico socialista. Y Luis Tudanca seguirá siendo el portavoz, como Ana Sánchez, su mano derecha, seguirá como vicepresidenta de la Mesa de las Cortes. Solo pueden acometerse cambios en el grupo parlamentario cuando esté conformada la nueva Ejecutiva, que es la que los aprueba. Un grupo que en los últimos tiempos ha vivido bastantes modificaciones de calado, algunas como consecuencia de las tensiones entre Ferraz y el PSOE de Castilla y León.

Serán dos plenos de calvario, con los socialistas en plena espera y Mañueco con la pista despejada. Tudanca tiene varias opciones. La primera es quedarse como portavoz, tal y como está, en una bicefalia extraña con un nuevo secretario autonómico que se mantendrá como alcalde, pero que debe empezar a marcar el rumbo de la oposición con la vista puesta, como muy lejos, en la primavera de 2026, cuando se pondrán las urnas autonómicas. La segunda opción es dejar la Portavocía y quedarse como un procurador raso o con dedicación exclusiva, pero con menor protagonismo. Un papel muy raro para alguien que ha sido la cabeza de la oposición durante una década. Y la tercera, salir del hemiciclo. Para eso hay una posibilidad: ocupar el puesto de senador autonómico por designación de las Cortes que le corresponde al PSOE. EL 10 de mayo de 2022, las Cortes eligieron a los populares Javier Maroto y David Galicia y al socialista Fran Díaz. Se vota la terna en bloque y resultaron elegidos con los votos favorables de PP y Vox. El PSOE votó en contra, y por tanto también contra su propio candidato, como protesta por la inclusión del vitoriano Javier Maroto, empadronado en Sotosalbos (Segovia). Ese trío de representantes se mantiene hasta que acabe la legislatura en el Senado. Salvo que se produzca algún relevo.

La 'senadoría' por designación de las Cortes ya la utilizó el predecesor de Tudanca, Óscar López, en 2014. No consiguió que le votaran todos los suyos: recibió 27 síes cuando el PSOE contaba con 29 escaños. También entonces, Luis Tudanca debió esperar a constituir su comisión ejecutiva. Tras salir López, ocupó la portavocía Ana Redondo. Un mes más tarde se celebró el congreso, se eligió Ejecutiva y se reformó la dirección del grupo parlamentario. Mantuvo a Ana Redondo y a JF Martín como secretario general del grupo, pero colocó como viceportavoces a David Jurado y Ángela Marqués.

Y no solo eso. Tudanca, que aún no se sentaba en el hemiciclo como procurador, sino que era diputado nacional, decidió que su nueva secretaria de Organización, Ana Sánchez, ocupara un puesto en la Mesa de las Cortes. Y para eso desplazó a un 'villarrubista', Julián Simón, de la Mesa.

Tampoco era casual. Los tres últimos secretarios de Organización del PSOE ocuparon un puesto en la Mesa de las Cortes: Fernando Benito (con Ángel Villalba), Julián Simón (Julio Villarrubio) y Ana Sánchez (Luis Tudanca). Carlos Martínez, para seguir con la senda, debería elegir a un número 2 que ya tenga asiento en el grupo parlamentario actual, compuesto por 30 procuradores además del propio Tudanca.

Tudanca no ha hecho mención a qué opción elegirá para su futuro. Y nadie tiene pistas de qué querrá hacer Carlos Martínez, más allá de su voluntad de continuar como alcalde de Soria. Sin embargo, Martínez afrontará la primera gran prueba cuando tome la iniciativa a la hora de recolocar el grupo parlamentario. Más allá de la Ejecutiva y de sus cargos orgánicos de confianza, la acción de oposición se dirime en el hemiciclo. Y con él ausente -al menos hasta después de las próximas elecciones- será clave que la organización del grupo responda fielmente a sus directrices. Hay que recordar que 2025, sobre todo a partir de mitad de año, es ya una recta de campaña preelectoral.