Raquel Álvarez, autora de '101 monumentos que tus hijos, tal vez, ya no verán'. JESÚS SÁNCHEZ SIGNES
Autora de la Guía '101 monumentos que tus hijos, tal vez, no verán

Raquel Álvarez: «Si la gente no conoce su patrimonio, difícilmente va a defenderlo»

Volcada en la protección del patrimonio, anima al trabajo común de toda la sociedad para evitar que desaparezca lo que ahora está ya en ruinas

J. I. Foces

Valladolid

Sábado, 17 de diciembre 2022, 00:10

He aquí una mujer con las ideas claras sobre el futuro del patrimonio que han heredado las actuales generaciones de sus antepasados. Raquel Álvarez (Madrid, ... 48 años), historiadora del Arte, delegada de Hispania Nostra en la Comunidad Valenciana y cofundadora de Alva Cultural, entidad dedicada al desarrollo de actividades que buscan generar bienestar y fomentar calidad de vida. La más reciente, con enfermos de Alzheimer. Acaba de publicar '101 monumentos que tus hijos, tal vez, ya no verán', en la colección Simply Travellers con el fin de ayudar a recorrer España a través del patrimonio en peligro de extinción. Es una firme defensora de la unión de esfuerzos, públicos y privados, para evitar lo que en muchos sitios y ocasiones parece ya irremediable, la desaparición de los pocos restos que quedan de inmuebles que, en su momento, constituyeron una referencia y que el paso de los siglos, y ahora la despoblación, han abocado a su máximo deterioro. De ahí que con la guía que ha elaborado pretenda mostrar, enseñar, divulgar y, si se puede, concienciar par, de esa manera, contribuir a proteger y a luchar por la conservación de nuestra historia.

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–¿Desde cuándo llevaba dando vueltas a un proyecto editorial de esta envergadura?

–Soy historiadora del Arte especializada en conservación y gestión del patrimonio. He estado quince años trabajando en la Administración Pública, en la Dirección General de Patrimonio. Llevo desarrollando toda mi vida profesional en este ámbito y este proyecto fue la editorial la que me lo propuso. Me pareció una idea preciosa y una muy buena manera de hacer difusión del patrimonio que está abandonado.

–¿Con qué criterio ha trabajado para, de la larga lista roja de Hispania Nostra de 1.182 monumentos en peligro haya incluido en el libro 101?

–La colección de guías en la que se publica, 'Simply Travellers', se hace con 101 elementos: 101 pueblos más bonitos de España, 101 bosques... Por eso 101 monumentos en peligro. Me lo pusieron muy difícil, para qué lo voy a negar: la selección ha sido la parte más difícil del proyecto.

–¿Cuánto han pesado sus aficiones, sus gustos, sus pasiones y sus orígenes a la hora de hacer la selección?

–Yo planteé poner de mi cosecha lo que ejecutamos siempre en Alba Cultural: hacerlo todo didáctico y accesible y que la cultura y el patrimonio la gente los entienda como algo propio. Me dejaron trasladar esa filosofía a la guía y, de hecho, me planteé varios criterios para hacer la selección, en la que me ayudó el equipo de Alba Cultural.

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Criterios que fueron...

–Primero, que tenían que estar todas las comunidades autónomas contempladas y, segundo, que quería que estuviese el mayor número de tipologías patrimoniales representadas, que no nos ciñésemos solo a patrimonio religioso o a patrimonio militar.

«Cuando he visitado un monumento, al final he compartido una experiencia»

RAQUEL ÁLVAREZ

–Más que iglesias y castillos, ¿no?

–Por eso hemos incluido también patrimonio arqueológico, patrimonio industrial, patrimonio natural, patrimonio civil...

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–¿Con qué objetivo?

–Que la gente también entienda que si hay muchísimos elementos, dentro de cada uno confluyen distintas tipologías. Que conozca que patrimonio no son solo las iglesias y los castillos, que hay mucho más. Un tercer criterio que también ha sido muy importante ya que estamos hablando de patrimonio en estado de claro deterioro, que los 101 no fuesen especialmente peligrosos para ser visitados por los viajeros y que , por otro lado, los viajeros no fuesen especialmente 'peligrosos', para los monumentos.

–¿Y eso?

–Pues porque hay monumentos que en su estado de deterioro el recibir visitas puede ser más perjudicial aún. De ahí luego que, fijados estos tres criterios, me basara mucho en el número de elementos de la lista roja y si una comunidad tiene más elementos en ella, que en el libro estuviese más representada.

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Raquel Álvarez. JESÚS SÁNCHEZ SIGNES

–De Castilla y León ha incluido en esta guía cuatro conventos, un monasterio, dos iglesias, una ermita, un pueblo, un edificio industrial y un castillo. Dado el ingente patrimonio de esta región, a alguien le pueden llamar más la atención las ausencias...

–Puesto que lo que he buscado es acercar el patrimonio a la gente de otra manera, también quería que se conociese que hay una Ley de Patrimonio que protege los bienes. Por eso están plasmados en la obra los ámbitos de protección de cada elemento incluidos.

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–Como en un semáforo.

–Escudo verde, si tienen máxima protección; escudo amarillo, si su protección es intermedia, y escudo rojo, si carecen de protección. De hecho, las páginas van por colores, según esa protección. He querido que sea lo más visual y lo más manejable posible para que el lector que vaya a utilizar la guía para viajar si tiene interés, por ejemplo, de conocer cosas que no están protegidas va a poder ir directamente a las páginas rojas. Busco que la gente comprenda el valor patrimonial de los 101 monumentos incluidos, que puede ser no solo artístico o arquitectónico, sino histórica e incluso tener un valor inmaterial.

–Valor inmaterial es...

–Muchas ermitas, por ejemplo, están vinculadas a devociones con romerías o a fiestas locales. Y en el ámbito industrial, la vinculación a la economía del municipio o de la zona. He buscado que la gente contextualice el elemento por su momento, su creación y el porqué que inspiró esta. He buscado que la guía sea fácil de manejar por parte del lector.

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–¿Conoce los 101 monumentos de la guía?

–Sí. Muchos, de viajes anteriores a esta lista y de algunos tenía otras referencias. De otros en los que he tenido ciertas dudas y que no me era fácil ir a verlos 'in situ' he consultado, para saber el estado actual, a compañeros delegados de Hispania Nostra en las distintas comunidades. Me han aportado el detalle actual y la problemática que los rodea. Esos mismos compañeros me han hecho llegar que la selección de los 101 monumentos les parece correcta.

«No necesariamente el deterioro del patrimonio va unido a la despoblación»

raquel álvarez

–Incluye en el título un 'tal vez' que tiene un aire de inevitable, de que seguro que la siguiente generación no los va a ver nunca. ¿Le parezco tremendista?

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–A ver. Me resistí a que el título no incluyera ese 'tal vez'. Yo quería un título esperanzador. De hecho, la función de la lista roja de Hispania Nostra es llegar a la gente y mi objetivo con esta guía es que la gente aprenda a ver el patrimonio con otros ojos, que no piensen que porque sean cuatro piedras abandonadas han perdido su valor patrimonial, sino que se puede pelear por consolidar esos cuatro restos y que cuenten su historia porque esas cuatro piedras siempre van a contar una historia.

–Vamos, evitar lo inevitable.

–Es verdad que hay algunos que están en muy mal estado y que por los avatares del tiempo se ha perdido mucho, pero lo que conservamos vamos a intentar mantenerlo. No todo tiene que estar perfecto y rehabilitado en su máxima expresión sino muchas veces consolidar ruinas y darles una interpretación es garantizar que perduren en el tiempo.

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–Invita en el libro «a ser participes, como sociedad, de la recuperación del patrimonio». Como objetivo, plausible. Pero de ejecución casi imposible: trabas burocráticas, propiedades privadas...

–Hay muchos pasos, sí. Pero si la gente no conoce su patrimonio, difícilmente va a querer recuperar o defenderlo. El desconocimiento hace que la gente no pelee ni luche por lo que le pertenece. Claro que hay trabas burocráticas y administraciones que se resisten; otras están por la labor pero no consiguen recibir apoyos; propiedades particulares que llegan a herederos que no saben cómo resolver el problema o se encuentran con un coste muy alto... Yo creo que la solución, y por eso invito a que la gente partícipe, está en que la unión hace la fuerza.

–Y hay que poner de acuerdo a intenciones dispares.

–Tanto la propiedad privada como la administración pública deben ir de la mano, no ponerse la zancadilla la una a la otra, sino aunar esfuerzos. Y si la administración sabe que tiene un bien en su localidad que es de una propiedad privada pero que merece una restauración pues que hable con los propietarios, que les conciencie y que les informe de que hay subvenciones y protecciones legales. Y de que ellos también han de poner de su parte. Porque claro, si esa propiedad privada tiene la catalogación de bien de interés cultural, los titulares del mismo tienen la obligación de enseñarlo por lo menos una vez al mes. Todo tiene su contrapartida y su parte positiva, pero todos tienen que poner de su parte.

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Raquel Ánraez, autora de la guía '101 monumentos que tus hijos, tal vez, no verán'

–Ya, pero en la calle está extendido que si se trata de restaurar un templo, que lo arregle la Iglesia Católica; si es un convento, allá la Orden de la que sea; que su es un bien privado, allá los propietarios o sus herederos...

–Precisamente por eso yo quiero concienciar a la gente y que aprenda a ver los bienes con otros ojos. Porque, claro, de un templo la propiedad es de la iglesia, pero si tú como vecino de una comunidad no eres partícipe de ese monumento, incluso no presionas a la Iglesia para que haga la rehabilitación correspondiente es un monumentos que vamos a perder todos, nosotros como comunidad y ellos como Iglesia. Y con las administraciones públicas, lo mismo.

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–También llama la atención en su guía respecto a que «el patrimonio transmite valores y emociones de una gran importancia para la sociedad». Pero estamos en una época en la que determinados valores y emociones no parece que coticen al alza.

–Y es una lástima. Eso dice mucho de nuestra sociedad. Yo pienso eso que digo en la guía porque cuando he participado en visitas a monumentos, al final he compartido una experiencia, la de descubrir ese monumento. Percibes unas sensaciones o recibes una historia que te cuentan que te hace exclamar de admiración porque no pensabas que detrás de ese edificio hubiera tal historia. O ante un inmueble industrial acabas adquiriendo conciencia de la trascendencia que tuvo para la economía de los habitantes del lugar.

«En España, la legislación del mecenazgo está en pañales»

RAQUEL ÁLVAREZ

–¿Y si a todo lo que pasa le añadimos en nuevo jinete del apocalipsis que es la despoblación del medio rural, ¿qué sale?

–Es verdad que muchos de los elementos van asociados a la España vaciada, pero llamo la atención sobre que hay capitales que tiene muchos elementos en la lista roja de Hispania Nostra. No necesariamente deterioro va vinculado a despoblación. En Madrid capital, por ejemplo, hay varios ejemplos. Y en las capitales de Barcelona y Valencia. Valladolid, también. Y me he encontrado algún caso haciendo la guía de que por ejemplo un pueblecito se ha convertido en lugar al que la gente va solo ya a veranear, pero están tan concienciados con su patrimonio que durante el año hacen acciones para recuperar ese patrimonio.

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–¿Hay alguien de fuera de España que nos pueda enseñar algo a la hora de proteger el patrimonio?

–Esto es un mal común, en general, pero sí que por ejemplo Francia funciona muy bien con la ley de Mecenazgo y hay empresarios que deciden invertir en recuperar patrimonio. En España, la legislación de mecenazgo está todavía bastante en pañales y sería necesario potenciar mucho más estas acciones.

–Si alguien le garantizase que los 5 monumentos, de los 101 de la guía, que eligiera en este mismo instante serían restaurados, ¿tendría claro cuáles?

–Es muy complicado elegir. Si seleccionar los 101 fue complicadísimo, decidir cinco es imposible. Hay cosas muy espectaculares, auténticas maravillas, que se han quedado en el tintero precisamente porque no era factible que los viajeros fuesen a verlos.

–¿Teme verse como voz que clama en el desierto?

–No, no. Somos bastantes personas, grupos, asociaciones y colectivos los que estamos peleando por clamar por estos monumentos. No me veo sola en el desierto.

–Con el tiempo que lleva estudiando el patrimonio, ¿se ha parado a pensar qué quiere ser de mayor?

–Estoy muy satisfecha con lo que hago y me encanta mi trabajo.

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