Un 45% de la población de Castilla y León ya cuenta con algún tipo de inmunidad frente a la covid

Ese 45,35% se refiere a algún tipo de inmunización, ya que según las cuentas de la Junta de Castilla y León un 32,6% «de la población diana» ha recibido al menos una dosis en lo que va de año. Hay que recordar que, según los estudios de seroprevalencia que se realizaron meses atrás, Soria mostraba un 14,4% de incidencia de la enfermedad en la población y Burgos, un 7,3%. Eso fue en el mes de julio del año pasado, cuando aún quedaban dos olas por arrasar el sistema hospitalario.

Toda esta retahíla de porcentajes y estadísticas son, en realidad, la constatación de una realidad que por primera vez en 13 meses y medio deja un resquicio al optimismo. La tasa de 203 casos por cien mil habitantes, en incidencia acumulada a 14 días, no se traduce en el espectacular incremento de ingresos en hospitales y en UCI que se vivió en enero, sin ir más lejos. De hecho, los ingresados en críticos se mantienen estables en torno a los 147, con pequeños altibajos. Una cifra que, con ser elevada -166 eran las camas UCI en toda la región antes de la aparición del Sars-Cov-2-, dista mucho de amenazar la estabilidad de la Sanidad.

«Parece que hemos tocado techo en la cuarta ola», dijo Verónica Casado.

«La bajada es más lenta que en la tercera ola, pero entonces teníamos en la semana de Navidades unos 60 de incidencia acumulada y la multiplicamos por 12 en cuatro semanas, y ahora ha sido por dos. Esta ola está mucho más contenida. Quiere decir que el comportamiento en cuanto a movilidad y contacto social nos ha permitido contener el contagio y la velocidad a la que vamos con la vacunación, sobre todo en edades con mayor vulnerabilidad, es importante», explicó la consejera de Sanidad.

Porque la velocidad de la vacunación, eso ya se intuía, ha aumentado conforme pasaban las semanas y empezaban a llegar los envíos de otros fármacos. A Pfizer y Moderna, los primeros en aparecer, le siguieron AstraZeneca y, ahora, Janssen. «La velocidad de inmunización se duplica mes a mes. En febrero pusimos 135.933 dosis. En marzo, 301.185. Y en 26 días de abril, 390.149».

Traducido a cifras más asequibles. «Estamos en una media de 18.132 dosis diarias». Y a eso se añade que la vacuna de Janssen es monodosis. Con una inyección basta para lograr la inmunización. Eso se ha dejado notar, por ejemplo, en Peñafiel, uno de los lugares donde se ha probado en primer lugar. «Se han administrado todas las que teníamos, en varios municipios, el más reciente por el éxito ha sido el de la zona básica de salud de Peñafiel, que ha conseguido casi un 100%. Eran pocas dosis, 7.000 para esta comunidad, pero vamos a empezar a recibir más, casi el doble esta semana y esto seguirá aumentando», señaló Casado. De hecho, las próximas 12.400 ya están en camino y servirán para proteger a otros tantos ciudadanos de entre 70 y 79 años.

Las vacunas marcan la salida de la pandemia. Y 277.533 personas de Castilla y León han recibido ya «la pauta completa» y, por lo tanto, están inmunizadas frente a la covid-19. Otras 680.639 han recibido una dosis. Queda la duda, en los casos de AstraZeneca, de saber qué va a ocurrir con la segunda, y eso es algo que no se resolverá solo en Castilla y León.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, presentó el pasado 19 de abril un estudio, Combivacs, que pretende averiguar la efectividad de una combinación de vacunas: poner una dosis de Pfizer -vacuna de ARN mensajero- a quienes hace ocho semanas recibieron una primera dosis de AstraZeneca -vacuna con adenovirus desactivado-, y evaluar el resultado. El Instituto de Salud Carlos III lo llevará a cabo en cinco hospitales, entre los que no figura ninguno de Castilla y León. Participarán 600 personas seleccionadas de forma aleatoria. El objetivo, explicó el Ministerio de Sanidad en un comunicado, es «evaluar la efectividad que puede tener esta vacunación si mezclamos la primera dosis de AstraZeneca con otras vacunas o con ella misma».

Verónica Casado explicó que este estudio prevé tener algunos resultados concluyentes a mediados de mayo. «A la espera de lo que pueda decir la Agencia Europea del Medicamento, se nos instó a esperar al resultado del estudio para administrar la segunda dosis», señaló. Sin embargo, el calendario de vacunación de Castilla y León marca que el día 5 de mayo debería comenzar a aplicarse la segunda dosis a quienes recibieron la primera de AstraZeneca. Razón que llevó a la consejera de Sanidad a desear que la decisión se tome unos días antes. Precisamente ese 5 de mayo se reúne el Consejo Interterritorial de Salud, en plena resaca de las elecciones madrileñas del día 4.

En todo caso, la consejera de Sanidad confirmó que no se han notificado «efectos adversos de AstraZeneca» en Castilla y León relacionados con trombos. «No ha habido ninguna nueva notificación que obligue a cambiar la ficha técnica. Los efectos secundarios estaban dentro de la ficha técnica -dolor en el lugar de la inyección, malestar, fatiga y febrícula son los más frecuentes- y en Castilla y León no tenemos ningún efecto adverso grave relacionado con esta vacunación».

Con todas estas buenas noticias, la comparecencia de Verónica Casado no renunció a los mensajes de prudencia habituales. Especialmente porque la variante predominante ya es la británica. Tanto, que roza la unanimidad. El 95% de los casos que se analizan pertenecen a esta variante del virus que destaca por su contagiosidad. Razón por la que Casado hizo un llamamiento a mantener las medidas de seguridad a rajatabla hasta que pase el peligro de verdad. «No podemos dar un paso atrás ahora mismo». La cuarta ola, insistió, ha tocado techo. Lo suyo es no levantar la quinta del suelo.