El fin del estado de alarma provoca una bajada del desempleo nunca vista en Castilla y León

Para encontrar una caída del paro similar en un mes de mayo hay que remontarse a 2006, cuando bajó el 5,49%. En cifras absolutas, el descenso de este año es el más abultado de la historia.

Algo similiar, incluso más ilusionante es lo que sucede con el empleo. Según el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, la cifra de afiliados escaló en Castilla y León hasta 910.989 personas, lo que significa una ganancia mensual de 7.536, equivalente al 0,83%. Si nos atenemos a la evolución interanual, los empleos recuperados ascienden a 26.128, que suponen el 2,95% más. En esta ocasión la media nacional fue superior en ambas tasas: del 1,11% mensual y el 3,83% anual.

Desde la óptica de la afiliación, la comunidad se aproxima más a las cifras pre-covid, con unas 4.000 personas menos empleadas que entonces (914.824 en febrero de 2020).

El desempleo se redujo en todos los sectores económicos, en concreto en 1.033 personas en la agricultura, en 739 en la industria, 451 en la construcción y 5.656 en el sector servicios; mientras que el colectivo sin empleo anterior tuvo una bajada de 407 personas inscritas en el SEPE.

Castilla y León registró, con el 4,9% de bajada mensual del paro en mayo, el sexto mejor dato autonómico en una tabla en la que mejoraron esa tasa Baleares, Navarra, La Rioja, Extremadura y Aragón.

De forma paralela, el número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo (ERTE) sigue descendiendo, aunque por el momento la bajada no resulta tan significativa como sería de desear. En el mes de abril estuvieron en dicha situación una media de 24.413 personas y la bajada en mayo (el estado de alarma decayó el día 9) fue de menos de 1.000, hasta una media de 23.627. Eso sí, el descenso sigue produciéndose ya que esa cifra es la media, mientras que el último día de mes eran otros 1.500 menos, en concreto, 22.079.

Las prestaciones extraordinarias habilitadas para paliar los ceses de actividad de los autónomos se mantuvieron en la línea del mes anterior: el 3 de mayo contaban con resolución favorable 21.566 y el día 24 de ese mes eran algunos más, en concreto 21.841.

Por provincias, el mayor descenso se registró en Segovia, con una caída del 7,87% (en cifra absoluta, 681 personas), hasta los 7.969 desempleados, seguida de Burgos, con un 6,21% (1.411), lo deja la cifra total de desempleados en 21.298. En Zamora, la caída fue del 5,97%, por lo que el número total de parados baja hasta los 12.371; en Ávila, del 5,46% (12.537); en Valladolid, del 4,95% (34.961); en Soria, del 4,56% (4.371); en Salamanca, del 4,17% (24.900); en Palencia, del 4,04% (10.149) y en León, del 3,46% (31.878).

En tasa anual también se registraron caídas en todas las provincias. El descenso más acusado correspondió también a Segovia con un 8,85%, lo que supone 774 parados menos que hace un año, por delante de Palencia, con un 7,77 por ciento (855); Burgos, con un 7,74% (1.786) y Zamora, con un 6,68% (886). Las menores caídas se dieron en Ávila, con un 2,87% (371), Valladolid, con un 3,76% (1.366); Soria, con un 3,93% (179), y León, con un 5,65% (1.909).

La creación de empleo se extendió por la práctica totalidad de actividades. Puede decirse que solo una, la que tiene que ver con el sector financiero (con la banca, un mes más, inmersa en su incesante proceso de adelgazamiento de plantillas), destruyó puestos de trabajo. La que más empleo generó fue la hostelería, que ganó 1.492 afiliados en mayo (3,59% de alza). Se trata de nuevos trabajadores, no empleados retornados de un ERTE, quienes no dejan de figurar como afiliados a la Seguridad Social mientras están imposibilitados para desempeñar sus labores.

También tuvieron ganancias notables la Administración, Defensa y Seguridad Social (1.345); la industria manufacturera (806); y la agricultura y ganadería (780). El comercio vio incrementada su cifra de afiliados en 414 personas, cuatro menos que las actividades administrativas y servicios auxiliares; la construcción recuperó 366; las actividades sociosanitarias, 350; y la educación, 286.

La excepción fueron las actividades financieras y de seguros, con 54 empleos menos en mayo con respecto a abril y el transporte y almacenamiento, que tras las anteriores ganancias al calor del auge del reparto a domicilio, en mayo parecieron haber tocado techo y perdieron un afiliado.

Si se coteja la situación actual con respecto a la que había en febrero de 2020 se vislumbran con claridad los 'ganadores' y 'perdedores' de la pandemia. Entre los segundos, por supuesto la hostelería, con 7.334 afiliados menos en estos 15 meses, pero no el comercio (164 más); también los servicios auxiliares arrastran una gran merma (2.153) al igual que las actividades artísticas, recreativas y de ocio (2.072).

Tienen ahora más afiliados que cuando la covid era solo algo que parecía lejano sobre todo el sector sociosanitario (3.203 afiliados más) y la construcción (2.282). También la administración (2.184) y la educación (2.021).