Instalaciones de la UCI del Hospital Río Hortega.

La pandemia afecta en otoño a más pacientes varones, más jóvenes y más sanos

Ahora, una persona ingresada permanece unos nueve días en el hospital, cuando en la primera eran once

Ana Santiago

Valladolid

Lunes, 14 de diciembre 2020, 07:02

En la segunda ola han ingresado más personas pero de forma más paulatina y con unas estancias más cortas, lo que ha mejorado algo ... la rotación en las camas y liberado cierta tensión en unos hospitales que, en casos como los de Valladolid o Burgos, se han visto casi desbordados.

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En la segunda fase, las estancias han bajado una media de casi dos días. Ahora, una persona ingresada permanece unos nueve días en el hospital, cuando en la primera eran once. En UCI baja del mes a los 15 o 20 días. Por grupos de edad, las estancias más prolongadas se dan en personas de 65 a 74 años, con 11,18 días de media. Los mayores de 75 están hospitalizados unas 9,64 jornadas, por debajo de las 11,14 de la pasada primavera.

Además, el paciente crítico de esta segunda fase es de una edad ligeramente inferior. Actualmente hay una horquilla de entre 29 y 78 años y, principalmente, concentrada entre los 60 y los 70 años. Los factores de riesgo más relevantes son la hipertensión y la obesidad, en este caso no han variado a lo largo de la pandemia. La mortalidad sigue siendo elevada, de un 35% en UCI y del 85% en los mayores de 80 años.

En toda la pandemia es más frecuente una mala evolución en los más mayores, pero han ingresado también en UCI pacientes más jóvenes, con edades comprendidas entre los 18 y 30 años. Una foto fija sobre los ingresos hospitalarios en abril y septiembre arroja una caída en casi cuatro años de la edad de atención en planta, que pasa de los 70,9 a los 67,11, con mayor incidencia entre las mujeres, que ha evolucionado de 72,18 a 67,8 años, mientras que, en el caso de los hombres, pasa de 69,9 a 66,59, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad.

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En la UCI, el promedio de edad de los ingresados se mantiene igual en las dos olas, de casi 63 años, aunque en el caso de las mujeres ha bajado a los 57. Respecto a las cifras de pacientes que acaban ingresados, los porcentajes son similares: en abril el 56,37% eran varones y en septiembre subieron casi un punto. En cuanto a la unidad de críticos también ingresaron más hombres que mujeres. Los primeros pasan del 70,45% al 60,87% en la comparativa entre abril y septiembre y ellas, del 29,55% al 39,13%, respectivamente.

Con respecto a los pacientes que fallecieron en los hospitales por coronavirusse observa mayor letalidad entre los varones en toda la pandemia. En abril el 70,55% eran hombres y hace dos meses representaban el 80%. En planta, el sexo masculino pasó de suponer el 58,35% en abril al 61,48% cinco meses más tarde.

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Enfermedades previas

La comparativa también muestra un mayor porcentaje de ingresos en personas sanas, sin enfermedades previas de base. Fueron el 22,29% inicialmente y 26,64% en la segunda ola. De ellos, la mayoría (56%) entre los 15 y los 44 años, prácticamente igual en ambos periodos.

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