Once peatones fallecen de media al año en Castilla y León al ser atropellados en pasos de cebra
Burgos, León y Valladolid concentran más de la mitad de las 109 víctimas mortales registradas en la última década
Lejos de ser zonas seguras para los peatones, los pasos de cebra continúan siendo en muchas ocasiones trampas mortales para los viandantes. Once personas mueren al año de media en las principales ciudades de Castilla y León al ser atropelladas mientras cruzan por un paso en el que tienen prioridad. Solo entre 2014 y 2023 un total de 109 personas han fallecido en las nueve capitales de provincia, Aranda de Duero, Ponferrada, San Andrés del Rabanedo, Miranda de Ebro, Medina del Campo, Arroyo de la Encomienda y Benavente.
No es fácil asumir que la movilidad de las personas siga provocando cada año miles de víctimas mortales y menos aún que los usuarios más vulnerables se conviertan en víctimas en lugares donde tienen derecho a circular de forma segura.
A nivel nacional, las cifras del Observatorio Nacional de la Seguridad Vial de la DGT sobre atropellos en pasos de peatones arrojan pistas sobre lo que hay detrás de estas tragedias: 1.047 muertos entre 2014 y 2023 y 8.353 personas heridas de gravedad. La gran mayoría de los fallecidos (el 87 por ciento) se produce en vías urbanas y en el 86,9 por ciento de los atropellos con fallecidos en estos pasos, el peatón no cometía infracción alguna, cruzaba correctamente. En cuanto a los factores concurrentes, al exceso de velocidad se suma la lacra de las distracciones (en una quinta parte de los atropellos urbanos). Los números también reflejan que las personas mayores de 65 años (siete de cada diez fallecidos en pasos de peatones) son las más afectadas.
En Castilla y León este drama se concentra especialmente en Burgos, León y Valladolid, que suman el 62,2 por ciento de los atropellos mortales. Llamativo es el caso de Burgos, que con 23 fallecidos se sitúa en cabeza. Después aparece León, con 22 muertos y Valladolid, con uno menos. En el extremo opuesto se encuentran Ávila y Soria, con cinco víctimas mortales, seguidas de Zamora (6) y de Segovia (7). En Salamanca se contabilizaron ocho muertos y uno más en Palencia.
En el mismo periodo (2014-2023), y entre las principales ciudades de la Comunidad, según los datos de la DGT a los que ha tenido acceso Ical, no hubo que lamentar fallecidos en Aranda, San Andrés del Rabanedo, Miranda, y Arroyo de la Encomienda, mientras que en Ponferrada, Benavente y Medina del Campo, se contabilizaron uno en cada caso.
El caso de Burgos
Burgos es la ciudad de Castilla y León que acumula más fallecidos con un total de 23, aunque más de la mitad (12) se han registrado entre 2021 y 2023. Especialmente dramático resultó 2022, cuando hubo que lamentar siete fallecidos. En lo que va de año, la ciudad suma 43 atropellos, de los que 34 se ha registrado en paso de peatones, con un balance de 16 heridos graves y un fallecido.
Desde el Ayuntamiento, el concejal de Seguridad Ciudadana, Ángel Manzanedo, reconoce el problema y asegura que, entre otras medidas, se han incrementado los controles de velocidad en calles de mayor siniestralidad. Además, resalta que se está denunciando a los conductores que no respetan prioridad en los pasos de peatones y apunta que «nos estamos encontrando que muchos conductores utilizan el móvil mientras conducen, lo que refuerza las causas de los atropellos: velocidad y distracción«.
Manzanedo resaltó la instalación de 46 pasos de peatones dotados de señalización dinámica y de otros doce con semáforos, cámaras de detección de peatones y detectores de velocidad. Al mismo tiempo, se ha reforzado la iluminación en 58 pasos, se está instalando una rotonda holandesa en el tramo 'Low cost' del Bulevar y se están eliminando plazas de aparcamiento ubicadas al lado de los pasos.
Mientras tanto, Félix Martínez, presidente de la asociación Andando Burgos, un colectivo creado en 2016 que aboga por ganar espacios peatonales y «calmar» el tráfico con menos coches que circulen más despacio, argumenta que más allá de las leyes, en la configuración de las urbes hay circunstancias que influyen en los atropellos y sobre las que puede actuarse.
Así, considera positiva medidas como la reducción a 30 kilómetros por hora de la velocidad máxima en las calles con un único carril por sentido de circulación, norma que entró en funcionamiento en mayo de 2011, dado que el «calmado» del tráfico es el mejor punto de partida para abordar los atropellos urbanos, tanto desde el punto de vista del número como por su lesividad, dado que si una persona es atropellada a 50 kilómetros por hora su probabilidad de fallecer es del 80 por ciento, pero si es atropellada a 30 kilómetros, la probabilidad se reduce al 10 por ciento.
Al mismo tiempo, considera necesario que además de mejorar la visibilidad, eliminando las plazas de aparcamientos situadas antes y después de los pasos de peatones, también es necesario estrechar lo carriles de circulación cuando se aproximan a un paso, ya que está demostrado que cuanto más estrecha es la calzada por donde se transita, más despacio se circula, apunta Martínez.
Otras medidas que Andando Burgos lleva tiempo proponiendo es la construcción de pasos de peatones sobreelevados, al mismo nivel que las aceras, así como la instalación de reductores de velocidad y cojines berlineses. No obstante, Martínez lamenta que el Ayuntamiento sea reacio a las mismas y se dedique exclusivamente a instalar semáforos y señales luminosas, «elementos que a veces pueden producir el efecto contrario, dado que el conductor no está pendiente de las personas que pueden estar cruzando», apuntó.
Nuevo Reglamento de Circulación
Por su parte, desde la Dirección General de Tráfico se está insistiendo en la importancia de la visibilidad en los pasos de peatones. La idea es impedir que el mobiliario urbano o los vehículos estacionados en las zonas contiguas a los pasos la reduzcan, tanto para los peatones como para los conductores. Lo que hoy es sólo una recomendación, muy pronto será ley, cuando culmine la tramitación del nuevo Reglamento General de Circulación. Según el mismo: «No se permitirá el aparcamiento de automóviles en al menos los seis metros anteriores al paso de peatones si la acera está alineada con el límite exterior -el más cercano a la acera- de la banda de estacionamiento, o en los tres metros anteriores si la acera -adelantada en ese tramo- está alineada con el límite interior de la banda de estacionamiento».
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