Mónica Sanz y Nerea Feijóo, pediatra y enfermera pediátrica centinelas

«Los padres suelen estar encantados de que hagas estudios más amplios a sus hijos»

Ahora están trabajando en el proyecto de salud mental y el año pasado lo hicieron en el estudio que evaluaba el riesgo cardiovascular en menores. «Teníamos un listado de pacientes y hacíamos captación activa, llamábamos a los padres y les decíamos si querían participar. Se les citaba, hacíamos una analítica de control y un electro y se medía peso, talla, cintura...», explica Nerea Feijóo desde el centro de salud que da servicio a la localidad del alfoz de Valladolid.

La forma de trabajo en el estudio de salud mental este año es algo diferente. «Debemos notificar todos aquellos niños que acuden a nuestra consulta con algún problema de salud mental, ya sea porque es la primera vez que vienen o porque tienen algún problema de base y vienen por cualquier otro motivo. Lo registramos en cuestionarios y, dependiendo de si detectamos que pueden tener algún problema de ansiedad, de depresión y de somatización, completamos el estudio con preguntas más específicas y luego la enfermera les pasa otro cuestionario», precisa Mónica Sanz. El primer contacto de esta profesional con la Red Centinela fue a través de una sustitución de un médico que lo era. Ahora lleva cinco años en un equipo al que se ha sumado hace dos la enfermera pediátrica que tiene de compañera en Arroyo de la Encomienda.

«Nos suelen hacer una encuesta para ver los temas que más nos interesan. Cuando te metes en el proyecto y vas viendo las cosas, vas profundizando y dándote cuenta de cuánta parte de tu consulta y tu tiempo dedicas a esa patología que, a lo mejor de otra manera, no serías consciente», apunta la doctora Sanz sobre la vertiente de pediatra centinela.

Las profesionales sanitarias destacan el beneficio general que habitualmente suponen los estudios para el conjunto de la población, pero también el que implican para los pacientes propios, porque se pone la lupa sobre cuestiones de salud de esos niños que ellas atienden. Se hacen analíticas o electros que, aunque suelen coincidir con la revisión habitual del niño sano, forman parte de exploraciones más extensas. «Los padres de muchos pacientes están encantados de que les hagas un estudio más amplio a su hijo, más exhaustivo. Hay cosas que se hacen en el día a día y otras pruebas que de entrada no se pedirían y al trabajar en el estudio se piden», comenta Nerea Feijóo, al recordar el trabajo sobre riesgo cardiovascular. Luego, según resultados, ya en otros estamentos organizativos pueden decidir incorporar exploraciones de rutina o cribados si se considera positivo para detectar patologías.

Dentro de la labor de los médicos centinelas, Mónica Sanz destaca el interés de las infecciones respiratorias. «A raíz del covid se creó el sistema Vigira (Vigilancia de Infecciones Respiratorias Agudas) en el que se hace un registro de todas las infecciones respiratorias, gripe A o B, covid, virus respiratorio sincitial, y eso se envía luego tratado en un informe semanal a todos los médicos con unas gráficas en las que podemos ver la incidencia de todos los virus», subraya la pediatra.