Inmobiliaria

Casi la mitad de las viviendas ya se compran sin hipoteca en Castilla y León

Los datos están extraídos de la estadística que elabora trimestralmente el Colegio de Registradores de la Propiedad de España, que acaba de publicar la correspondiente al segundo trimestre de 2024. La comparación con el mismo periodo de 2022 refleja una caída de casi veinte puntos en el porcentaje de adquirientes de un piso o un chalet en la región que recurren al endeudamiento para financiarlo, un descenso mucho más abultado que el que anotó el conjunto de España.

Basta echar un vistazo a los números para comprobarlo. Hace dos ejercicios los compradores que optaban por la financiación hipotecaria eran el 72,7% de media nacional, prácticamente los mismos que en el territorio autonómico. Desde entonces y hasta la actualidad esa proporción ha bajado al 63,8% en el país, un descenso que, aunque importante, se ha producido de manera mucho más acentuada en la comunidad. De hecho, Castilla y León es la tercera región donde más han disminuido, solo por detrás de La Rioja y Extremadura.

Las reticencias de los dueños de las viviendas a la hora de endeudarse sin duda tienen mucho que ver con la escalada que han experimentado los tipos de interés en los últimos tiempos. Cabe recordar que en menos de un año el Banco Central Europeo (BCE) elevó el precio oficial del dinero del 0% al 4,5%, el más alto desde 2001, y lo mantuvo congelado nueve meses hasta que la institución que preside Christine Lagarde tomó la determinación de rebajarlo en un cuarto de punto el pasado junio.

Esta decisión de política monetaria se trasladó casi de manera automática al euríbor. El principal indicador de referencia a un año marcó en agosto un mínimo del 3,166%, la mayor caída en una década, lo que supone un importante respiro para quienes tienen un préstamo a tipo variable. Se trata del 42,6% del total, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que equivale a en torno a 94.000 hogares en la región (23.000 de ellos en Valladolid) si se aplica ese porcentaje a los datos que maneja la Asociación Hipotecaria Española (AHE) con base en la Encuesta de Características Esenciales de la Población y Viviendas del INE. En dinero contante y sonante, se traducirá en un ahorro de alrededor de 900 euros anuales para quienes tengan prevista la revisión en septiembre.

Desde el Colegio de Registradores se indica que «en las zonas en las que el precio de la vivienda es superior normalmente se recurre en mayor medida a la financiación hipotecaria y viceversa». Esto explica que en los primeros puestos figuren, por este orden, el País Vasco –donde el 99,2% de las operaciones optan por ella–, Madrid (84,2%), Cataluña (74,6%), Navarra (68,2%) y Baleares (65,9%), las únicas cinco autonomías que se encuentran por encima de la media.

El organismo también ofrece información sobre las características de los nuevos préstamos, que fueron 93.301 en el segundo trimestre, 3.619 de ellos en Castilla y León. Aquí el importe estándar asciende a 103.066 euros, lo que supone que son casi el 30% menos cuantiosos que el promedio del país (145.339 euros) y la mitad que allí donde adquirir un hogar obliga a rascarse más el bolsillo. Es el caso una vez más del archipiélago balear, donde la inversión necesaria sube hasta los 229.582 euros, o Madrid, donde es de 224.424 euros, más del doble que en la meseta.

El desembolso por metro cuadrado de casa es de 948 euros, lo que posiciona a la región como una de las cuatro que están por debajo de la barrera psicológica de los mil euros. Las otras tres son Murcia (841 euros), Castilla-La Mancha (828 euros) y sobre todo Extremadura (769 euros), el farolillo rojo de la clasificación. En el extremo opuesto figuran una vez más Madrid (que está en cabeza con 2.256 euros por metro cuadrado), Baleares (2.087 euros) y el País Vasco (1.896 euros). El cómputo general son 1.451 euros.

En su inmensa mayoría (85,76%) las hipotecas se firman con bancos, que al igual que en esta autonomía mantienen su liderazgo en el resto e incluso han mejorado su cuota de mercado entre abril y junio, hasta colocarla en el 91,27%. En cuanto a la duración, no cabe duda de que implican un compromiso a muy largo plazo: nada más y nada menos que 24,33 años (24,75 en España), casi uno más que en 2022, cuando se suscribían por un tiempo de 23,42 (24,25 años de media nacional en aquel momento).

El tipo de interés al que se contratan los créditos con garantía inmobiliaria en el territorio castellano y leonés es el 3,37%, (el 3,14% si es variable y el 3,49% si es fijo, modalidad esta última por la que optan casi seis de cada diez). Están en línea con las cifras nacionales (que son del 3,41%, 3,29% y 3,49%, respectivamente), lo que refleja que la diferencia entre una y otra variante cada vez es más exigua. «Con estos resultados se alcanzan ocho trimestres consecutivos con incrementos interanuales aunque todo parece indicar que llegan a su fin, dando paso a un escenario distinto, previsiblemente de ligeros descensos, favoreciendo la dinámica del mercado inmobiliario», augura el Colegio de Registradores.