Dos hombres charlan a distancia en Ponferrada. Ical

El medio rural de Castilla y León se abrirá antes si se garantiza el control de los desplazamientos

Las capitales y su alfoz deberán entenderse como una única zona de salud, por lo que el regreso será más lento en las urbes

Antonio G. Encinas

Valladolid

Miércoles, 29 de abril 2020, 20:57

Si tiene usted la suerte de vivir en la zona básica de salud de Alta Sanabria será uno de esos ciudadanos que reside en un territorio libre de coronavirus desde hace más de 14 días. Un lujo en una comunidad que hoy registraba 19.851 casos confirmados. Suficiente, pensará, como para desconfinar de inmediato, ahora que el Gobierno ha puesto sobre la mesa fechas a las que aferrarse.

Publicidad

Pues tiene a favor un par de argumentos. El primero, el cero en el marcador vírico. El segundo, que es una zona rural y por tanto mucho más fácilmente aislable del resto, que además linda con otra que presume de salud, Truchas, en León, y es frontera con Portugal, que tiene al coronavirus más sometido. Así que Lubián (307 habitantes), Pías (113), Hermisende (228) y Porto (178) podrían comenzar a disfrutar, teóricamente, de esa fase 1 de la desescalada que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció para algunas islas.

Eso incluye «contacto social en grupos reducidos para personas no vulnerables», la «apertura general de locales y establecimientos comerciales» que no sean centros comerciales, con aforos limitados al 30% y horarios preferentes para mayores de 65 años. Terrazas, mercados al aire libre si se guardan las distancias y el Ayuntamiento lo decide así...

Pero.

O peros, más bien. Porque para que eso se haga realidad el 11 de mayo no basta con que el mapa de Castilla y León siga tiñéndose de verde. Habrá que cumplir una serie de requisitos imprescindibles. ¿Cuáles?Pues en eso está el Ministerio de Sanidad, que ayer se comprometió a publicar una orden en la que se explicitarán todos los parámetros imprescindibles para ir superando fases.

Para empezar, Castilla y León, Castilla La Mancha, Galicia, Cataluña y Extremadura han pedido que se obvie la acotación por provincias, en este caso. El argumento es contundente. Si se coge Valladolid, la capital y su alfoz agrupan a 400.000 de los 520.000 habitantes del territorio. La Junta estudia considerar a las grandes urbes y su alfoz como una única zona de salud. Si aplicara la división por zonas básicas, supondría que Parquesol podría vivir una fase distinta a Pilarica, por ejemplo, lo que no tiene sentido. En lo que esa gran zona urbana se queda a cero, es más que probable que Tierra de Campos, sin ir más lejos, esté ya en condiciones de avanzar más fases.

Publicidad

Si el Ministerio de Sanidad aprueba este libre albedrío controlado de las comunidades autónomas, sin embargo, habría aún que tener en cuenta esos otros criterios que la consejera de Sanidad, Verónica Casado, pedía con insistencia. «Queremos indicadores claros, estándares mínimos y máximos para considerar que una fase está consolidada y podemos pasar a la siguiente», reclamó.

Se sabe que además de la contabilidad de los virus –positivos, fallecidos, test, etc– se tendrá en cuenta la capacidad de las UCI en el territorio, como la de las camas hospitalarias, el material de protección que hay en stock, respiradores. Esto es, Alta Sanabria podría quedarse fuera de la fase 1 si las UCI aún se encuentran, por ejemplo, por encima del 100% de su capacidad habitual, aunque cumpliera las condiciones epidemiológicas.

Publicidad

Pero también se medirán parámetros de movilidad o indicadores económicos y sociales.

Y en este punto se encuentra una dificultad añadida en un territorio tan extenso como Castilla y León: ¿cómo se controlarán los desplazamientos? La Delegación del Gobierno ofreció una primera respuesta. «Todos los efectivos de Castilla y León están a disposición de las órdenes del Ministerio del Interior para la vigilancia de límites interprovinciales y de áreas más pequeñas».

Y todos los efectivos quiere decir todos. «El Ejército volverá a colaborar en el control de las normas si es necesario».

Porque controlar desplazamientos no es sencillo. Y si no se garantiza, advirtió Verónica Casado, no se correrán riesgos. El mismo ejemplo, Alta Sanabria, comunica sus cuatro municipios por pequeñas carreteras que atraviesan la autovía A-52 y tocan Galicia. Y el esfuerzo que se debería hacer para controlar esa comarca sería ínfimo comparado con el eje Madrid-Segovia, «el gran problema en Segovia», apuntó Casado. Así que de momento, hasta que los parámetros se hagan BOE, hay que seguir esperando. Incluso en Alta Sanabria.

Publicidad

Este contenido es exclusivo para suscriptores

3€ primer mes

Publicidad