Igea impone al viceconsejero David Martín para Empleo y fuerza a Ciudadanos a buscar alternativa

La dimisión de Germán Barrios, sin embargo, vuelve a abrir un conflicto nunca cerrado y de paso provoca una crisis de Gobierno en Castilla y León cuyo alcance, de momento, está por conocerse. Ayer, Francisco Igea aseguró a Efe que el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y él habían consensuado el nombre de David Martín, viceconsejero de Empleo, para relevar al dimitido Barrios. Un nombre que, de entrada, no es del gusto del sector oficialista que encabezan el presidente de las Cortes, Luis Fuentes, y el secretario de Organización del partido, Miguel Ángel González.

Para cuando Igea hizo estas declaraciones ya era consciente de que Mañueco había iniciado conversaciones con Ciudadanos en Madrid, principalmente a través de dos interlocutores, Carlos Cuadrado (vicesecretario primero) y José María Espejo-Saavedra (vicesecretario adjunto). Parece complicado que los próximos a Arrimadas acepten a David Martín como consejero de Empleo. Pese a su perfil técnico, aparece demasiado ligado a Igea como para ser del agrado de sus rivales internos.

El movimiento de Francisco Igea, por tanto, se interpreta en clave de reto de nuevo por parte del vicepresidente de la Junta a la dirección nacional de su partido. Antes de que Ciudadanos, desde Madrid, imponga cualquier otro nombre de acuerdo con Génova, Igea presenta el suyo y fuerza al partido naranja a tomar una decisión. A proponer a alguien con trayectoria suficiente y capaz de erigirse en una figura intermedia que no agrave las cosas a medio plazo. O a imponer una figura claramente contraria al vicepresidente para obligarle a aceptar lo que hay o a marcharse, porque no habrá más alternativas.

No es sencillo. David Martín cuenta con la baza de haber vivido desde dentro el volquete de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo en la región. De hecho, el pasado día 18 de mayo acudió a la Comisión de Empleo e Industria de las Cortes de Castilla y León. Enunciaba entonces: «Los datos de paro registrados correspondientes a fecha diecisiete de mayo nos dan una cifra de 173.487 demandantes de empleo, a los que tendríamos que sumar los 193.000 afectados por ERTE, por lo que en la Comunidad tenemos actualmente alrededor de 366.000 personas inactivas».

Con esa situación, con la amenaza del coronavirus aún presente -ayer se registraron cinco fallecidos más en los hospitales de Castilla y León- y con la vista puesta en Renault y su plan global de reestructuración, es comprensible la urgencia por encontrar el perfil que reemplace a Germán Barrios.

Fuentes conocedoras de la negociación señalaron que durante la tarde se habló también de la posibilidad de Soraya Mayo, otra ex diputada de la formación naranja, afín a Igea, aunque finalmente se descartó. El nombre de Luis Garicano, pese a que Francisco Igea lo manejó con un punto de sorna en declaraciones a la agencia Efe, tampoco es una posibilidad real. Fuentes consultadas por El Norte dejaron claro que la prioridad del eurodiputado naranja es Europa y no parece que una Consejería en la Junta suponga un reto capaz de moverle de allí. «Si nos proponen a Luis Garicano, aplaudimos con las orejas, tenemos buena cantera en Ciudadanos», señaló Igea, que aseguró que la dirección nacional de su partido aún no se había pronunciado ni sobre el posible nombramiento de David Martín ni sobre ningún otro candidato. De hecho, aclaró, no habían designado a ninguno.

Así que el mensaje lanzado por el vicepresidente de la Junta es claro. Si tienen un nombre, que lo saquen. Y si no, el jueves el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León tendría que resolver la cuestión. Porque ni Mañueco ni Igea quieren que el asunto se demore más.

En este sentido, Igea explicó que la dirección nacional de Ciudadanos le había pedido «un tiempo para valorar opciones». Insinuó que no se opondrá frontalmente, salvo que se le quiera imponer un nombre radicalmente opuesto a su corriente. «No quiero negarme a nada si viene una buena oferta», dijo. «Pero el Gobierno de Castilla y León necesita un consejero ya».

«Hay que anteponer «el interés de los ciudadanos de Castilla y León, no el de ningún pacto, ni del PP ni de Ciudadanos: no se puede demorar, no se puede jugar con el futuro de la Comunidad», concluyó.

Alfonso Fernández Mañueco, mientras tanto, parece haber optado por apoyar a su vicepresidente. Así lo aseveró Francisco Igea, al menos. «Ningún acuerdo puede subvertir el Estatuto de Autonomía», avisó. Lo que traducido significa que, por más que las direcciones nacionales pacten algo, quien tiene la decisión última de nombrar a un consejero es el presidente de la Junta. «Tenemos un candidato claro», remachó.

Igea es quien le garantiza a Mañueco, hoy por hoy, la estabilidad necesaria en un parlamento autonómico en el que un cambio de rumbo naranja podría provocar un vuelco que le diera el poder a Luis Tudanca un año después de ganar unas elecciones y perder la Presidencia de la Junta. Al PSOE ya empezaron a preguntarle ayer por la posibilidad de esa moción de censura apoyada por Ciudadanos -quizá incluso por el sector oficialista si Igea no acata las directrices de Madrid- que podría desembocar en un cambio drástico en el Gobierno. Fuentes socialistas insisten en que no es el momento, pero los movimientos dentro de Ciudadanos convierten cualquier posibilidad en susceptible de hacerse realidad a medio plazo.