Castilla y León ve morir a 1.664 personas en las listas de espera de la dependencia

Castilla y León ha visto morirse en lo que va de año a 1.664 personas en lista de espera de la dependencia. De ellas, 1.563 perdieron la vida sin haber llegado a ser valoradas y 101estaban en el llamado 'limbo' de la dependencia, es decir, eran beneficiarios que esperaban a que se hiciera efectivo el derecho reconocido asignándoles una prestación o servicio ya elegido. En toda España son ya 51.540 los dependientes fallecidos (31.976 con derecho y 19.564 pendientes de valorar) desde marzo hasta finalizar noviembre. «Cada nueve minutos fallece una persona en el laberinto burocrático de la ley», denuncia la Asociación de Gerentes y Directores de Servicios Sociales.

Según los datos del Ministerio de Derechos Sociales que analizan la mortalidad de las personas del Sistema de Atención a la Dependencia, Castilla y León sufre un exceso de mortalidad del 55,3% entre las personas que están reconocidas como dependientes. Según la misma fuente, fallecieron entre marzo y octubre 12.203 beneficiarios cuando lo esperado en la región hubiera sido solo 7.869. Ocupa la comunidad el sexto lugar de España en este sentido.

Este observatorio de servicios sociales apunta, en el dato nacional, a que el 82% de los fallecidos tenía más de 80 años y el 37% se ha producido en personas con grado III, el más severo. Así califica de «catastrófica» la situación «retrocediendo en los indicadores importantes y generando mucho dolor, sufrimiento y muerte a miles de personas en situación de dependencia y sus familias».

Solamente en nueve comunidades ha crecido el número de beneficiarios con prestación respecto a noviembre de 2019. En Castilla y León se ha experimentado un retroceso en este sentido. «Es necesario insistir en que urge lograr los acuerdos necesarios en el Consejo Territorial para poder implementar de manera inmediata el reparto del nivel acordado y la asignación del nivel mínimo. Sería imperdonable que, dado lo dramático de las cifras, los electoralismos cortoplacistas y tacticismos de todo tipo y color que, por desgracia, caracterizan a la política española en los últimos años, se antepusieran a la solución de la auténtica emergencia humanitaria que están viviendo las personas dependientes», valora esta organización.